Los Premio Nobel de Economía Nouriel Roubini y Paul Krugman opinan sobre la crisis en la eurozona

Roubini: "Es un error que el gobierno español meta el dinero en los bancos"

Expansión

Madrid
A Nouriel Roubini no le gusta el apodo de `Doctor Doom`, que se ganó tras predecir la recesión global provocada por las hipotecas subprime en EE.UU. 'Prefiero que me llamen Doctor Realista', apunta con sorna.
De todos modos, las predicciones que compartió mediante una entrevista con Expansión no animan al optimismo en el corto plazo. Roubini no ve claro el futuro de la eurozona, de Grecia ni de España, tal como explicó en la décima edición de ExpoManagement, celebrada en Madrid.
Precisamente el día después de que el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, anunciara que el Ejecutivo inyectará 'todo el capital necesario' en la nacionalizada Bankia, el famoso economista asegura que 'es un error que el Gobierno español meta dinero en los bancos'. A su juicio, esto provocaría 'que se dispare la deuda pública y que el Estado pierda aún más credibilidad y solvencia'. Roubini cree que la medida más adecuada sería acudir directamente al Fondo europeo de rescate (Esfs). Asimismo, advierte de que 'no se puede presentar un plan de reforma bancaria cada seis meses' y que España 'tendría que optar por una única y más ambiciosa estrategia' para sanear el sector financiero.
Por otro lado, Roubini tampoco se fía de los planes del Gobierno español a la hora de reducir el déficit, tal como ha pactado con la UE. 'El objetivo de déficit del 5,3% para 2012 es simplemente misión imposible', sentencia. De hecho, opina que el Ejecutivo 'se equivocó al presentar esos números a la Comisión Europea.
Nadie cree que España vaya a alcanzar esa cifra y con suerte sólo podrá llegar a un déficit del 6% o 6,5% del PIB', augura. Esta premonición cobra aún más gravedad después de conocerse que tres comunidades autónomas (Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla y León) acumulan un agujero presupuestario aún mayor de lo previsto, por lo que el déficit global del país ascendió en 2011 al 8,9% del PIB. Además, deja claro que ahora mismo 'España está en una situación más frágil que Italia' y se muestra 'muy escéptico' respecto a los pronósticos del Gobierno sobre una leve recuperación en 2013: 'A corto plazo, la estrategia de austeridad puede deprimir aún más la economía nacional y elevar la tasa de paro al 26%, 27% o 28%'.
El profesor de la Universidad de Nueva York también pone el foco en las convulsiones que sufre la eurozona y en las políticas que están llevando a cabo los Estados miembros. 'La austeridad fiscal es positiva, pero la realidad es que a corto plazo, recortar gastos y subir impuestos sólo aumentará la recesión. La austeridad lo puede empeorar todo', alerta. Respecto a Grecia, Roubini cree que, antes o después, 'acabará saliendo del euro'. A corto plazo, 'todo depende de lo que sucedas tras las elecciones del 17 de junio, porque en función del Gobierno elegido, se tomará una política económica u otra'. No obstante, 'aunque de momento no se produzca la salida, su recesión ya se ha transformado en una depresión, por lo que probablemente el año que viene tendrá lugar su separación de la unión monetaria'.
El economista apremió a los países europeos a preparar 'un plan de emergencia serio' sobre este escenario, ya que la salida griega 'podría precipitar un cortafuegos o incluso un rescate para España e Italia'. Y si caen estos dos países, la catástrofe está asegurada. 'Si ellos caen, posiblemente se produzca la desintegración de la eurozona', dice. De hecho, advierte de que 'los países europeos periféricos podrían sufrir otra recesión el año que viene'.
El último gran episodio político del continente es la elección de François Hollande, de quien Roubini cree que su apuesta 'no cambiarán la balanza de poder en Europa', pero comparte con Hollande que el Banco Central Europeo (BCE) debe cobrar un papel más activo.
Roubini apoya la iniciativa de los Eurobonos
El Doctor `Doom` cree que es 'una buena opción' la creación de eurobonos, pero matiza que 'es una de las soluciones, pero no da la respuesta definitiva. Es una más de la decena de cosas que tiene que hacer Europa'. Pero sus latigazos no se limitan sólo al bono europeo, sino que también percibe futuros problemas en EE.UU. Nouriel Roubine considera sobre la situación de Norteamérica que 'El sistema político estadounidense está atascado por las discrepancias entre republicanos y demócratas, una circunstancia agravada por el parón legislativo que suponen las próximas elecciones presidenciales'.

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La narrativa falsa es la que domina el debate político y económico en toda la eurozona
Paul Krugman

Así que la eurocrisis vuelve a ser un riesgo. Y en esta ocasión se centra en España - lo que en cierta forma es bueno, porque ahora se exhibe plenamente la locura esencial del diagnóstico ortodoxo de la crisis de inspiración alemana. Porque esto verdaderamente no tiene nada que ver con irresponsabilidad fiscal (sólo como recordatorio: en vísperas de la crisis España parecía un dechado fiscal).

Lo que le pasó a España fue que estalló una burbuja inmobiliaria - alimentada, en grado importante, por los préstamos de los bancos alemanes -, arrastrando con ella a la economía. Ahora, el país tiene una tasa de desempleo de 23.6 por ciento; entre los jóvenes es de 50.5 por ciento.
Y la política de respuesta supuestamente debe ser aún más austeridad, con el Banco Central Europeo, desde luego, obsesionado con la inflación - y las autoridades afirmando que el increíblemente ridículo incremento de la tasa del año pasado de hecho fue algo digno de enorgullecerse. Realmente estoy empezando a pensar que nos estamos encaminando a un resquebrajamiento de todo el sistema.

La Mala Parábola de Ken Rogoff

Ken Rogoff, profesor de Economía de Harvard, publicó un artículo de opinión en el Financial Times el 23 de abril comparando los pesares de Europa con los de una familia con una cuenta de cheques compartida en la que algunos de sus integrantes empiezan a abusar de su privilegio.

"La verdadera lección del gran experimento del euro es que, dado el débil estado del gobierno global, el área óptima de moneda única probablemente sigue siendo un país, al menos cuando dos o más países grandes participan", escribió.

Es una historia bonita - pero casi completamente equivocada. Sí, el "casi" se debe a Grecia. Pero Ken básicamente está aceptando el marco preferido por Alemania de que todo tiene que ver con la irresponsabilidad fiscal, cosa completamente falsa para todos los demás - sobre todo en España, foco de la crisis.Por enésima ocasión, los países clave de la crisis no registraban grandes déficits antes de ser golpeados.

Tomados como grupo, la proporción deuda/producto interno bruto de los G.I.P.S.I.s (Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia, por sus siglas en inglés) estaba cayendo, no aumentando.

Lo que ocasionó la crisis fue el enorme influjo de capital privado. No piense en políticos descontrolados; imagínese "Landesbanken" alemanes prestando dinero a las cajas españolas, alimentando una burbuja de bienes raíces. 

¿Entonces cuál fue el gran problema con el euro? No tanto que haya promovido estos flujos; probablemente lo hizo, pero los G.I.P.S.I.s no son las primeras economías que los mercados de bonos han preferido temporalmente sin mucho sentido común. No, el problema principal fue la ausencia de una forma de ajuste cuando se acabó la música.
Es realmente frustrante que una completamente demostrable falsa narrativa sobre la crisis siga dominando el discurso, y esperaba algo mejor de Ken.
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Estrategia fallida: ¿Final anunciado?


Paul Krugman


LOS LÍDERES DE EUROPA DOBLAN LAS APUESTAS 

 Supongo que sabíamos que esto se venía, pero de cara a los resultados de las elecciones francesas y griegas, y a la evidencia más general de que la estrategia económica de Europa es un absoluto fracaso, los sospechosos de siempre están, como suponíamos, redoblando los esfuerzos. 


Simon Wren-Lewis, profesor de Economía de Oxford, ha contemplado con horror cómo los holandeses han aceptado medidas de austeridad innecesarias como forma de demostrar su compromiso con el pacto fiscal totalmente equivocado de Europa. “Hacia fines de abril el gobierno conservador de coalición holandés colapsó cuando el partido de extrema derecha rehusó discutir acerca de más recortes presupuestarios”, escribió Wren-Lewis en su blog el 7 de mayo. “El primer ministro renunció. Y, aun así, pocos días después otros partidos se unieron para apoyar un paquete similar de medidas de austeridad, que ahora tiene respaldo mayoritario en el Parlamento”, señaló. 

El primer ministro británico, David Cameron, prometió “no dar marcha atrás” a su fallida estrategia de austeridad en un discurso pronunciado luego de las elecciones. Y Jens Weidmann, presidente del Banco Central alemán, dijo que iba a destruir el euro. Bueno, ésas no fueron exactamente sus palabras, pero ésa es la implicación de su columna de opinión publicada en el Financial Times el 7 de mayo. La importante está al final: “La política monetaria en la Eurozona está dirigida hacia la unión monetaria en general; una postura muy expansiva para Alemania; por tanto, tiene que encararse con otros instrumentos nacionales”, escribió Weidmann. “Sin embargo, esto también implica que las inquietudes sobre el impacto en la periferia de una política monetaria menos expansiva no deben impedir que los formuladores de políticas monetarias tomen las medidas necesarias una vez que se incrementen los riesgos de inflación en la Eurozona. Cumplir su meta principal, de conservar la estabilidad de precios, es el prerrequisito para salvaguardar el recurso más preciado que puede comandar un banco central: la credibilidad”, agregó. 

Analicemos esto. Estoy muy seguro que “una postura muy expansiva para Alemania, por tanto, tiene que encararse con ...” quiere decir en clave que Alemania intentará evitar con contracción fiscal cualquier impacto inflacionario de las bajas tasas de interés del Banco Central Europeo (BCE). ¡Austeridad para todos! Y ninguna ayuda para las economías periféricas en forma de inflación alemana sobre la normal. 

Y, después, una declaración de que el BCE se contraerá para evitar cualquier “riesgo de inflación en la Eurozona”. Incluso, si las economías del Sur enfrentan deflación. 

En conjunto, es una declaración de que toda la carga de la “devaluación interna” -la necesidad de hacer que bajen los precios y costos relativos de España y otros países respecto al centro- será soportada con deflación en el Sur. 

Esto no funcionará, por supuesto; es una receta para un fracaso catastrófico del euro. 

¿Qué está pensando Weidmann? Supongo que no está pensando. O, al menos, que no hay ningún modelo, sino sólo una serie de frases pegajosas de banqueros centrales hiladas para que no revelen la imposibilidad subyacente de la estrategia. En total, no se aprendió nada, y no hay disposición a reconsiderar.  



GRECIA Y EL EURO: ¿EL FINAL ESTÁ CERCA?


Algunos lo hemos estado comentando, y así 
es como pensamos que se vislumbra el final del juego: 

1. El abandono griego del euro, muy posiblemente el próximo mes. 

2. Grandes retiros en bancos españoles e italianos conforme los ahorradores intenten llevar su dinero a Alemania. 

3 a). Tal vez, sólo posiblemente, controles de facto, donde los bancos tendrían prohibido transferir depósitos fuera del país y habría límites a los retiros en efectivo. 

3 b). Alternativamente, o tal vez aunado, enormes créditos del Banco Central Europeo para evitar que los bancos colapsen. 

4 a). Alemania tiene una opción. Aceptar enormes cobros públicos indirectos en Italia y España, además de una drástica revisión de la estrategia. Básicamente, para dar cualquier esperanza a España, en particular, tendrá que garantizar su deuda para mantener bajo el costo del crédito y una mayor meta inflacionaria en la Eurozona para posibilitar el ajuste de precios relativos;

4 b). Fin del euro. 

Y estamos hablando de meses, no de años, para que esto suceda. 


Reversibilidad del Euro


Un breve ataque del pasado: tal como lo sostuvo (Barry) Eichengreen, cualquier acción para abandonar el euro requeriría de tiempo y preparación. Y, durante el período de transición, habría devastadores corridas bancarias. Entonces, la idea de que se viniera abajo el euro no tenía futuro. Pero, ahora, lo estoy reconsiderando por una simple razón: el argumento de Eichengreen es un motivo para no planear abandonar el euro, ¿pero qué pasaría si las corridas bancarias y la crisis financiera ocurrieran de todas formas? 

Lo que no había entendido cuando lo escribí hace dos años era el grado en que los bancos de la Eurozona podrían flotar en cámara lenta durante una corrida bancaria, endeudándose con el BCE. Entonces, el verdadero momento de la verdad vendrá siempre y cuando el BCE -o más precisamente el Bundesbank, que últimadamente es el que quedaría enganchado- decida desenchufarse. El punto, por supuesto, es que este momento, tal vez, no esté muy lejos. 

Salida y exportaciones


Si Grecia abandona el euro, ¿entonces qué le pasará a la economía griega? ¡Nadie lo sabe! 
Pero la gente sí parece saber cosas que no son. En particular, sigo leyendo que el ejemplo de la Argentina es irrelevante porque Grecia difícilmente tiene alguna exportación. No sé de dónde viene eso, pero simplemente no es cierto, según datos del Banco Mundial. 

Lo cierto es que Grecia no exporta muchos productos. Pero sí exporta muchos servicios, como navegación y turismo. ¿Cómo responderían a la devaluación del nuevo dracma? 
Los volúmenes de navegación presumiblemente no cambiarían mucho. Pero, puesto que los precios estarían en euros y dólares, valdrían más con relación al Producto Bruto Interno griego. Así que eso sería un impulso. 

El turismo -bueno, los hoteles más económicos- podría atraer muchos grupos británicos y alemanes, siempre y cuando la situación política no sea tan caótica. Eso no es una predicción de que todo estará bien, pero es una advertencia de que el pesimismo sobre las perspectivas griegas una vez que pase el torbellino podría ser excesivo.