Falsificadores de la historia: el amor a la patria (estadunidense)
Pedro Salmerón Sanginés La Jornada En la anterior entrega asistimos alborozados a las fabulosas fantasías del desmitificador Zunzúnegui sobre la guerra que el David estadunidense ganó al Goliat mexicano. Continuemos con esa historia, porque Zunzúnegui no se detiene donde lo dejamos: afirma que cuando Estados Unidos se anexó Texas, en 1845, México ya había reconocido la independencia de la república de la estrella solitaria, lo que es una descarada mentira; y que Santa Anna era el presidente en ese momento, lo que es falso (Patria sin rumbo, p. 114). Asegura que la guerra comenzó el 8 de mayo de 1847, en apenas cuatro meses la invasión del norte fue un éxito, y el 14 de septiembre de ese año la bandera estadunidense ya ondeaba en Palacio Nacional (Idem, p. 114). Así es: para este historiador , una guerra de 18 meses se convierte, de un plumazo, en un desfile militar de cuatro (Id. p. 118).