DOS REFLEXIONES SOBRE LO QUE DEJO LA PRESENTACION DE VARGAS LLOSA
Las lecciones del discurso liberal > Por Marcelo Arias * Una voz desafinada Si visitara este planeta un extraterrestre con inquietudes, hay dos preguntas que podría responderle sin decir una palabra. Si el amigo quisiera saber “¿qué es el fútbol?”, lo sentaría frente al video donde conservo el partido que jugaron Francia y Brasil en el Mundial de 1986. Porque “eso” es el fútbol. Y si luego, ya que vino hasta acá, preguntara “¿qué es una novela?”, seguramente depositaría sobre sus manos (pongamos que tiene manos) alguna edición de La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa. Evitaría entrar en detalles para no fatigarlo. Pero también le podría describir la fascinación que me provocó, durante mi adolescencia, la lectura de Conversación en La Catedral. Le reconocería que no sé muy bien en qué consiste “la plenitud del goce estético”, pero que lo que sentí leyendo La tía Julia y el escribidor no debe andar muy lejos. Me costaría no aludir a la destreza narrativa desplegada en P...