Chile: golpes, plebiscitos, continuidades
Maciek Wisniewski* La Jornada Las últimas escenas lo dicen todo: cuando por fin en la madrugada se confirman los resultados del plebiscito del 5 de octubre de 1988 en que se decidía la permanencia o no de Augusto Pinochet en el poder y estalla el júbilo, los líderes oposicionistas, nuevos políticos profesionales , sólo se vuelcan a las cámaras; nadie se acerca ya a René (Gael García Bernal) un ejecutivo de publicidad, con historia del exilio en México, autor de la campaña por el NO, que ponía fin a la dictadura. Bañado en multitudes, pero en silencio, René abandona el centro de campaña; se percibe lo que está por venir: las esperanzas traicionadas y el cambio que dejaba todo (casi) igual. Así acaba la película No, de Pablo Larraín (2012). En el guión original los políticos de la Concertación triunfante se ponían además a dividir los mapas electorales. Ya era redundante.