¿Por qué los refugiados acuden a los infieles?
Robert Fisk The Independent [ x ] El pequeño Aylan Kurdi era parte del enjambre de Dave Cameron. Claro, le será un poco difícil a Dave sacudirse eso, porque Aylan no era negro ni café ni manchado por dictadores de la televisión adictos a la tecnología, sino –enfrentémoslo, porque de eso se trata– más bien como nuestros niños de tres años. Podría haber sido un Alan o un John... o un David. De haber sido arrojado a las costas de Hastings o de Bexhill, uno puede imaginar las demandas de los buenos ciudadanos de Sussex por una investigación pública.