Por Ricardo Forster * para Pagina 12 Publicado el 27 de octubre de 2015 Desplegando una política audaz y a contrapelo de las hegemonías mundiales, subvirtiendo las “formas” institucionales aprovechando el profundo descrédito en el que habían caído esas mismas instituciones en el giro del siglo y en medio del estallido de 2001, rescatando lenguajes y tradiciones sobre las que el paso del tiempo y las garras de los vencedores habían dejado sus marcas envenenadas, ejerciendo, con fuerza anticipatoria, una decisiva reparación del pasado que habilitó, en un doble sentido, un camino de justicia y una intensa querella interpretativa de ese mismo pasado que tan hondamente había marcado un tiempo histórico rescatado del ostracismo, Néstor Kirchner rediseñó, hacia atrás y hacia adelante, la travesía del país. Conmoción e interpelación. Dos palabras para dar cuenta del impacto que en muchos de nosotros provocó esa inesperada fisura de una historia que parecía destinada a la reproducció