LA GRANDE ARGENTINA o una nación subalterna

Por Julio Irazusta para Diario Clarín publicado el 14 de junio de 1974 A los treinta y seis años de su desaparición, la figura del gran poeta nacional tiene tanta o mayor actualidad que el día en que decidió eliminarse de entre los vivientes . Lo que de su poesía sobrevivirá está más próximo a la etapa final de su pensamiento que a los comienzos de su carrera literaria. En cambio, la influencia de sus ideas en la situación a que ha llegado el país es mucho mayor que la tuvo mientras las propagaba. Su prédica a favor de la “hora de la espada”, su tesis de que las fuerzas armadas eran la última esperanza del orden y de que la aristocracia militar era el único baluarte contra el demagógico desborde en que se tradujo la incipiente democracia de sufragio universal, a pocos años de su inauguración, no logró éxito ni intelectual ni práctico de apreciable importancia.