¿El mito de la España católica?

Por Mikel Itulain
Publicado el 13 de agosto de 2012

En una encuesta realizada hace unos pocos años por la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia se hacía la siguiente pregunta:

 ¿Cuál es su religión?

Las respuestas fueron:  Católica romana 88%,  ninguna 9,8%, resto diversas religiones, y un 0,2% no contesta.

Luego se preguntó: ¿Cuál de las siguientes frases está más cercana a su creencias?

Existe un Dios personal: 39,7%
Hay un cierto espíritu o fuerza de la vida: 34,1%
No sabe qué pensar: 11,0%
No cree en ningún espíritu, dios o fuerza: 13,1%
No responde: 2,2% 
Ante esto los investigadores se preguntan con razón: ¿Católicos un 88%?
El Dios cristiano, el católico, es un Dios trinitario en el que hay tres personas en una, uno y trinopero un solo Dios. Se ve confusión en los que responden, entendible por otra parte.
En esta segunda pregunta el número de no religiosos aumenta, ahora son 13,1% frente a un 9,8% antes. Se ve que cuesta definirse socialmente como no religioso, es más fácil hablar de creencias personales. También el número de indecisos aumenta, ahora hay un 11%.
Los investigadores siguen con la encuesta, pero ahora enfocándola en los jóvenes, y preguntan: ¿Condiciones que se requiere para ser considerado una persona religiosa?
Respuestas:
Creer en Dios: 78,3%.
Ser una persona honrada: 45,2%.
Ayudar a los necesitados: 44,3%.
Rezar, aunque sea de vez en cuando: 28,2%
Tener alguna práctica religiosa: 26,2%
Seguir las normas de la Iglesia: 26%
Preguntarse por el sentido de la vida: 14,8%
Casarse por la Iglesia: 14.4%
 Bien, estas respuestas muestran más confusión todavía. El hecho de ser una persona religiosa no tiene relación en sí con ser honrado, otro tema es que culturalmente así se considere y así se expresa en la propia encuesta. Sí se ve, entre los jóvenes, una menor valoración de la práctica religiosa o de atender a lo indicado por la Iglesia.
Todo esto nos revela ya que hay una gran distancia entre lo que la Iglesia considera como un católico, y lo que la gente de la calle entiende por ello. De ahí también que el número de prácticantes católicos suela ser muy bajo, menor a un 20%, o incluso a un 15%. Por este motivo el brillante pensador y teólogo Juan José Tamayo indica que entre los que se declaran católicos, de un 75-80 % en España según sus datos, hay diferentes creencias y características importantes a tener en cuenta:

¿qué entienden estas personas por católicas cuando en las encuestas responden que lo son? Yo creo que entienden dos cosas. Primero, que han nacido en un ambiente culturalmente católico, pero eso no implica responsabilidad o compromiso de su parte. Vivir en un entorno culturalmente católico no significa tener fe. En segundo lugar también interviene el hecho de haber sido bautizados, de haber hecho la primera comunión o haberse casado por la Iglesia. Identifican lo católico con dos o tres momentos en los cuáles han tenido que pasar por la vicaría, nada más. El segundo nivel es el de los que se llaman católicos practicantes, está en torno a un 15 o un 20%. Estas personas entienden lo católico como la práctica religiosa con cierta periodicidad: la misa los domingos o de vez en cuando y no mucho más. El tercer nivel de católicos es un porcentaje muy reducido: es el de aquellas personas que entienden lo católico como una adhesión a la fe cristiana y los compromisos consiguientes desde el punto de vista ético y social. Son un porcentaje bajísimo.


 Bien, ante esto, surge la pregunta inmediata: ¿es España católica?. Y aquí podríamos responder como hizo ya Azaña en su época, al que se acusó injustamente de intolerancia, o supuesta persecución: España ha dejado de ser católica. Y esto si es que algún día lo fue realmente. Por este motivo Tamayo concluye con rigor y razón que:

En conclusión, yo creo que se puede decir que lo de que España es mayoritariamente católica es un mito. Vivimos sobre un mito que no responde a la realidad y con el que hay que terminar, pero no porque haya que acabar con el catolicismo, sino porque la realidad va por otros caminos.

 En mi opinión, la religión de cada cual, cuanto más sincera y verdadera, mejor. No importa el número, aunque a la Iglesia católica obviamente sí le importa para aumentar su poder y beneficios, importa la calidad de las personas que forman esa religión y que no necesitan presumir de ello, porque ya se ve sin necesidad de alardear su religiosidad.