El orbe, al borde de la recesión: La economía estadunidense podría caer 4 por ciento

Víctor Cardoso
La Jornada


El mundo se encuentra al borde de una recesión global si demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo en el Congreso para resolver el déficit fiscal de Estados Unidos; la economía de ese país caería 4 por ciento y, dada la fragilidad de la recuperación en otros países, el mundo sería arrastrado a un entorno recesionario, advirtió Guillermo Ortiz Martínez, presidente del grupo financiero Banorte-Ixe.
Nadie está en condiciones de resistir esto: si hay una recesión mundial, México se verá afectado igual que el resto del mundo, dijo tras participar en el Encuentro Mundial de Banca de la International Chamber of Commerce México.

En entrevista, Ortiz Martínez habló de los efectos sobre México del llamadoabismo fiscal de Estados Unidos.
“De corto plazo, es el principal problema que afecta no sólo a Estados Unidos sino a la economía mundial. De acuerdo con el Congressional Market Office –una oficina de evaluación económica dependiente del Congreso estadunidense, no del Ejecutivo–, el llamado abismo fiscal quiere decir que si no se adoptan acuerdos o medidas, entran automáticamente recortes al gasto por alrededor de 650 mil millones de dólares, lo cual, de acuerdo con esa agencia, implicaría un impacto sobre la actividad económica de menos 4 por ciento.
“Esto significa que inexorablemente la economía americana entraría en una recesión y, dada la fragilidad de la recuperación en otros países –Europa está en recesión, Japón también tuvo crecimientos negativos del producto interno bruto (PIB) en el último trimestre, etcétera–, el orbe sería arrastrado a un entorno recesionario. Así que, obviamente, los ojos del mundo están puestos en esta negociación; es un tema político y ya veremos qué pasa.
Creo que un aspecto importante que no se ha medido suficientemente es que el hecho de que estas negociaciones se prolonguen durante semanas e incluso hasta inicios del próximo año, puede influir fuertemente en la confianza en los mercados y tener consecuencias negativas para el mundo. Lo mejor que le puede pasar a Estados Unidos y al orbe es que se pongan de acuerdo rápido republicanos y demócratas.
–¿Existe mayor vulnerabilidad de México por el cambio de gobierno?
–No hay ninguna vulnerabilidad. Creo que el cambio de gobierno se está dando de manera muy ordenada e incluso durante el periodo electoral no hubo sobresaltos financieros; así que no tengo ninguna preocupación por eso.
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Riesgo de abismo fiscal en Estados Unidos pone en jaque al mundo
El déficit presupuestario de Estados Unidos aumentó 22 por ciento en octubre, el primer mes del año fiscal 2013, mientras el presidente Barack Obama inició este martes un cabildeo con los distintos sectores sociales, sindicales y empresariales, y llamó al Congreso a alcanzar un acuerdo para evitar el llamadoabismo fiscal que, en caso de no solucionarse, llevará a la economía estadunidense a una inminente recesión.
Barack Obama pretende reducir el déficit anual de un billón 200 mil millones a 600 mil millones de dólares, mediante la subida de impuestos a los más ricos. De no lograrse un acuerdo que permita acotar el prolongado déficit que durante los cuatro años recientes ha sido superior al billón de dólares anuales, el país podría entrar en franca recesión a principios del próximo año. El mandatario cuenta con mayoría demócrata en el Senado, pero no en la Cámara de Representantes, que tiene presencia mayoritaria republicana.
El Departamento del Tesoro informó este martes que el déficit de presupuesto estadunidense ascendió a 120 mil millones de dólares en octubre, más que la brecha de 114 mil millones de dólares pronosticada por economistas y arriba del déficit de 98 mil millones de dólares registrado en octubre de 2011. El crecimiento de los gastos superó al de los ingresos, lo que profundizó el déficit.
Tras la relección del presidente Barack Obama la semana pasada, el debate en Washington ha cambiado rápidamente hacia la combinación de exenciones tributarias y nuevas reducciones de gastos conocida como abismo fiscal.
El Congreso volvió a sesionar tras el paro de labores por las elecciones del 6 de noviembre, y el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, y su par demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se disponen a reunirse con legisladores de sus respectivos partidos.
En la Casa Blanca, Obama comenzó a recibir a dirigentes de sindicatos y grupos liberales que se espera pidan protección para los programas sociales ante las demandas de cambios que plantean los republicanos.
El mandatario reiteró su promesa de campaña de elevar los impuestos a los más ricos, es decir, a los que ganan más de 250 mil dólares al año.
En tanto, los republicanos se oponen a un alza tributaria y quieren concentrarse en los recortes al gasto, al afirmar que mayores tasas de impuesto dañarían al crecimiento.
Por su parte, el secretario del Tesoro, Timothye Geithner, advirtió contra la tentación de no hacer nada para cambiar la reglamentación financiera actual. El abismo (presupuestario) no tiene nada de seductor, provocaría muchos daños a la economía estadunidense, esos daños son perfectamente evitables, agregó. El problema no es tan complicado de resolver, pero no hacer nada equivaldría a dejar volar sobre la economía estadunidense mucha incertidumbre, alertó.
La disputa entre republicanos y demócratas por el ajuste fiscal ya afecta a la economía estadunidense, dado que las empresas están invirtiendo menos en equipos, dijo el presidente ejecutivo de Bank of America, Brian Moynihan.
A finales de 2012 expirarán varias medidas impositivas temporales puestas en marcha hace una década en el gobierno de George W. Bush. Si el Congreso no hace nada, los impuestos a los ingresos individuales se elevarán fuertemente.
Esta es una faceta clave del abismo fiscal. Otro elemento son los profundos recortes en los programas federales que entrarán en vigor en enero si el Congreso no actúa. Los legisladores temen que los recortes puedan devastar la economía.
Barack Obama y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, declararon querer alcanzar un acuerdo para evitar el abismo, al tiempo que se mantenían en posiciones irreconciliables, principalmente sobre el aumento del impuesto a los más ricos.
En 2011, un gobierno dividido no logró un acuerdo sobre la reducción del déficit que dio paso a la discusión del abismo fiscal que ahora enfrenta la economía. La falta de acuerdo político llevó a la influyente agencia calificadora Standard & Poor’s a rebajar en agosto de 2011 la codiciada nota AAA de Estados Unidos por primera vez en su historia y el índice de volatilidad CBOE, la herramienta de Wall Street que mide la ansiedad de los inversores, a niveles asociados con el pánico.
Mientras el debate por el abismo fiscal se encona, el Departamento del Tesoro dio a conocer que en octubre el déficit presupuestario del primer mes del año fiscal en curso aumentó 20 por ciento. Los desembolsos crecieron a 304 mil millones de dólares desde casi 262 mil millones el mismo mes del año pasado, mientras los ingresos subieron a 184 mil millones de dólares desde 163 mil millones.