CFK y el impuesto de la discordia
Tomás Lukin
En el Gobierno evalúan el impacto de elevar las deducciones en el Impuesto a las Ganancias. Ayer, la Presidenta defendió con ejemplos su vigencia. “Es un impuesto a los altos ingresos”, dijo.
Actualizando las deducciones, la AFIP resignaría 6100 millones al año.
Aumentar el mínimo no imponible y demás deducciones del Impuesto a las Ganancias un 20 por ciento, incremento similar al de los últimos años, tendría un costo fiscal aproximado de 6100 millones de pesos. La estimación forma parte de los escenarios bajo estudio en el equipo económico, aunque desde distintos sectores del Gobierno coinciden en señalar que, por ahora, en Casa Rosada no consideran que sea el momento político para avanzar.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner informó ayer que en la actualidad 1.799.070 personas, el 19,64 por ciento de los trabajadores registrados del país, pagan Impuesto a las Ganancias. Sobre ese total, más de un millón de trabajadores poseen ingresos superiores a los 10.000 pesos y alrededor de 700 mil individuos se ubican en la franja inferior, entre 7000 y 10.000 pesos por mes. La suma de las remuneraciones de las personas que pagan ese tributo representa el 41 por ciento de la masa de salarios de todos los trabajadores registrados de la economía.
“El Impuesto a las Ganancias, en realidad, más que Impuesto a las Ganancias es un impuesto a los altos ingresos”, afirmó CFK. Durante el lanzamiento del programa de créditos de Anses, Argenta, la mandataria presentó los datos de un informe que le encargó al titular de AFIP, Ricardo Echegaray, sobre Ganancias para refutar “la creencia de que prácticamente el Estado le arrebata a cada trabajador millonadas”.
Con ese objetivo la Presidenta presentó cuatro ejemplos. Los primeros dos corresponden a “casos reales” en el sector servicios de asalariados que están levemente sobre el mínimo no imponible, el valor que determina cuál es el piso salarial que queda exento del pago de Ganancias. Se trata de un trabajador soltero con una remuneración bruta mensual de 7000 pesos que, después de realizar aportes personales que rondan el 17 por ciento –jubilación, obra social, PAMI y cuota sindical– cuenta con un ingreso de 5810 pesos, debe pagar 3 pesos mensuales (36 pesos por año) de Ganancias. El segundo caso, un trabajador casado con dos hijos, con ingresos mensuales de 9700 pesos que realiza un pago mensual de 5 pesos (60 pesos anuales) de Ganancias.
El segundo grupo de ejemplos que presentó la mandataria contempla a un trabajador soltero con una remuneración bruta mensual de 10 mil pesos mensuales que debe pagar 402 pesos mensuales de ganancias (4824 pesos al año) y termina con un sueldo de bolsillo de 7898 pesos por mes. Y, el último caso corresponde a un asalariado con el mismo nivel de ingresos casado y con dos hijos que termina abonando una suma de 29 pesos mensuales (348 pesos al año) por el impuesto.
Esos casos que presentó CFK son los que pasaron a pagar Ganancias los últimos años ya que, como sostienen los economistas del Cifra-CTA, entre 2008 y 2011 el mínimo no imponible se actualizó en una porción menor al crecimiento de los salarios y el índice de precios al consumidor. Como resultado de ese retraso relativo, del 10,1 por ciento de los asalariados registrados que pagaba ganancias en 2008 se pasó, en la actualidad, al 19,64 por ciento de los trabajadores. Sobre ese total de 1,8 millón de asalariados que están alcanzados por el impuesto, alrededor de 700 mil personas tienen ingresos entre 7000 y 10.000 pesos.
En el equipo económico están trabajando con distintos escenarios posibles para actualizar el mínimo no imponible aunque, tres fuentes diferentes de Gobierno, enfatizaron que, en el actual escenario político, esa modificación no se realizará. Desde otros sectores del Ejecutivo, deslizan que el endurecimiento de la posición de la Presidenta es una estrategia para que, cuando se apliquen los cambios, no surjan reproches por su magnitud. A su vez, también están quienes advierten que es insuficiente aplicar una actualización del mínimo no imponible y vislumbran la posibilidad de modificar también la escala de topes que está fija desde 2001. En todos los casos, AFIP puede realizar las adecuaciones que CFK decida, pero los cambios deberán ser confirmados por ley.
© 2000-2012 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados