Óscar López Rivera, quien paso la mitad de su vida en prision estadounidense por reclamar la independencia de Puerto Rico: “Nunca pudieron quebrar mi espíritu de lucha”

Giorgio Trucchi

Desde que volvió a pisar las calles de su Puerto Rico como hombre finalmente libre, Óscar López Rivera no ha descansado un solo momento. Imposible sustraerse al multitudinario abrazo de todo un pueblo que luchó por su excarcelación. Lograr una entrevista en exclusiva con él no ha sido fácil, y necesitamos de tres momentos en tres días diferentes, pero el esfuerzo sin duda valió la pena.
20170524 Oscar960
- Dossier especial con toda la información publicada sobre la liberación de Óscar López 

-Han sido días bien intensos. ¿Cómo se siente? ¿Se lo imaginaba así el momento de su liberación?

-Siempre tuve el deseo de volver a mi patria y estar con mi familia, pero no tenía la menor idea de cuándo y si eso iba a pasar. La verdad es que yo estaba preparado para pasar el resto de mi vida en la cárcel.

Cuando el 17 de enero me avisaron que me habían conmutado la sentencia no lo podía creer. Comencé a sentir que era cierto solamente unos días antes de mi traslado a Puerto Rico. Mientras empacaba mis cosas me repetía “Es verdad. Voy para Puerto Rico”.

Puerto Rico es mi patria y todo lo que estoy viviendo en estos días refleja lo que serán mis próximos meses. Voy a recorrer todos los municipios del país, para escuchar, dialogar y compartir.

-En estos días siempre ha mencionado dos palabras: unidad y descolonización. ¿Qué significado tienen para usted?

-El tema de la descolonización es importantísimo. Puerto Rico está sufriendo mucho por la condición de colonia que nos han impuesto desde hace casi 119 años.

El colonialismo está declarado como un crimen contra la humanidad. ¿Por qué tenemos que seguir sufriendo este crimen?

Ya lo estamos viendo en estos días con la presencia en el país de la Junta de Control Fiscal (JCF) impuesta por Estados Unidos. Y lo peor es que le están pagando millones sin hacer nada. Nuevamente nos están saqueando.

Este dinero podría haberse usado para salud, para mantener las escuelas abiertas. Eso es parte del sistema colonial que sufrimos.

-¿Y la unidad?

-Para descolonizarnos necesitamos dos cosas: la unidad y el amor a la patria. Sin amor a la patria no podemos lograr la unidad. Debemos poner a un lado nuestras diferencias y enfocarnos en lo que queremos: un Puerto Rico libre. Yo lo quiero libre, no puedo verlo de ninguna otra manera.

Cuando habla de descolonización e independencia ¿piensa también en un cambio de modelo económico?

-Definitivamente. Hay que cambiar el modelo neoliberal. Comencé a estudiar el neoliberalismo desde sus raíces en los años 70. La globalización, empresas transnacionales que deciden el futuro de los países. Jamás podría aceptar algo así para Puerto Rico. El cambio debe ser estructural y completo.

Tenemos que desarrollar un mercado interno, aprovechar el mar. Aquí existe un gran potencial humano y nuestro recurso principal es el ser humano. Lo que no tenemos es la libertad para hacer lo que queremos hacer.

Los ajustes de siempre La historia que se repite 

-Puerto Rico vive momentos muy difíciles. Ya mencionó la presencia de la JCF y el plan de reajuste para restructurar la deuda pública. ¿Qué idea se ha hecho de esta crisis?

-La Junta de Control Fiscal es una entidad criminal. Viene a Puerto Rico con el mismo propósito de siempre: saqueo, saqueo y más saqueo.

En estos días he hablado con muchas personas. Hay una parte que está resignada y cree que la JCF puede ayudar al país. Pero la mayoría está inconforme y dispuesta a luchar. Se está creando una dinámica muy interesante.

-¿Cree que usted en este momento puede ser elemento de unidad?

-Yo no sé si puedo ser un elemento de unidad, pero tenemos el ejemplo de la campaña por mi excarcelación que se ha basado en la unidad de sectores muy diversos.

También logramos la unidad en la lucha contra la Marina norteamericana en Vieques, así como para sacar de la cárcel a nuestros cinco héroes nacionales en 1979 y a los 11 prisioneros políticos en 1999.

Yo estoy aquí porque logramos unirnos. Nunca he sido sectario, ni he promovido algo que nos divida. Yo me debo a esa unidad.

-En estos primeros días de libertad usted ha mencionado en diferentes ocasiones a la mujer portorriqueña, a la juventud, a la comunidad LGBTI. ¿Qué importancia tienen estos sectores de la sociedad?

-La mujer puertorriqueña tiene una fuerza grandísima y lo ha demostrado a todo el pueblo. Históricamente es una de las fuerzas mayores que tenemos en Puerto Rico. Pero muchas veces es relegada a una posición de retaguardia y es algo que tiene que terminar.

La juventud es el futuro de toda sociedad. Si aquí permitimos que se cierren escuelas y se destruya la universidad estaríamos minando el futuro del país. Debemos apoyar la lucha de los estudiantes universitarios para que triunfen.

En cuanto a la comunidad LGBTI, yo no creo en el odio, ni en la discriminación. Creo que debemos celebrar las diferencias, y a esa comunidad se le debe respetar y dar la dignidad que merece.

-Una palabra para todas las personas y organizaciones, incluyendo a la Rel-UITA, que en el mundo han trabajado para su excarcelación.

-Quiero expresar mi más profunda gratitud a todas aquellas personas que hicieron posible mi excarcelación. La campaña fue preciosísima, de unidad, donde se trascendió fronteras.

Es un modelo que podemos usar para unirnos aún más. Creo que podemos usarla como ejemplo e instrumento para seguir luchando y para bregar con el futuro de Puerto Rico.

Creo en la solidaridad caribeña, latinoamericana y que un mundo mejor y justo siempre es posible si nos atrevemos a luchar.

-Usted pasó mitad de su vida en prisión por luchar por un Puerto Rico libre e independiente. ¿Valió la pena?

-No tengo la menor duda. Definitivamente sí. Con todos mis compañeros y compañeras encarcelados nunca permitimos que nos quebraran el espíritu, que nos aflojaran, que nos obligaran a renunciar a la lucha.

Valió la pena porque somos un ejemplo de que sí se puede luchar, trascender y triunfar. El empoderamiento del pueblo que se dio a través de la campaña es algo que necesitamos para el presente y el futuro.