Primer paro convocado por TN


Luis Bruschtein
O Moyano no tiene paciencia o hizo detonar un conflicto salvaje como parte de su marcha incendiaria hacia el 12 de julio. Desde ese enfoque ciertamente personalista, si la CGT se rompe porque no acepta su liderazgo tiene que hacerse en el marco de un gran incendio. Es imposible entender una medida de fuerza tan extrema en el contexto de una discusión paritaria. La discusión paritaria no se había cerrado, todavía estaba abierta y, en esa medida, un paro de 72 horas es una medida de máxima, de quemar puentes. Desconocer la conciliación obligatoria que abría una tregua de quince días puso de manifiesto que la intención ya era la de confrontar abiertamente. Tampoco le quedaba mucho tiempo. El 12 de julio vence su mandato en la CGT y no puede llegar con su paritaria abierta. Todas las demás paritarias grandes ya fueron cerradas con diferentes cifras, alrededor del 20 y el 25 por ciento. La única paritaria grande abierta es la de Camioneros. Mientras se producían fuertes situaciones de tensión en la puerta de la destilería de YPF en La Matanza, Moyano hacía declaraciones en A dos voces, uno de los programas que peor lo ha tratado. Pero ayer estaba como en su casa. Su deriva política lo acomoda en nuevos ámbitos que hasta ayer lo execraban. De ser el peor de todos, pasó a convertirse en un dirigente serio para estos sectores, casi equiparable con los dirigentes de los empresarios rurales.

El dirigente camionero no dejó títere con cabeza, desde la presidenta Cristina Kirchner hasta el ministro de Planificación, Julio De Vido, fueron tratados con un lenguaje similar al que usaron los dirigentes ruralistas durante el conflicto de la 125. Pero desde su lugar, ese lenguaje resulta más dudoso, porque Moyano acompañó al kirchnerismo desde el primer momento y durante ocho años. Hizo campaña y miles de veces aseguró que este gobierno era el que más representaba a los trabajadores. Durante ocho años, Moyano capitalizó las medidas del Gobierno en relación con el movimiento obrero organizado y al mismo tiempo se asumía como su alter ego en el territorio sindical. Que ahora diga todo lo contrario a lo que sostuvo durante ocho años lo pone en el lugar del que habla porque fue desplazado, el lugar odioso del que se pasó de bando porque no le dieron lo que quería, que también es el lugar del que actúa por despecho.

Casi al final de su mandato en la CGT –que dejará como saldo una CGT dividida–, Moyano anunció por el canal TN, de Clarín, el lanzamiento del primer paro nacional de los camioneros contra el gobierno kirchnerista. Tampoco resultó el medio más indicado para un gesto de esa magnitud y contenido. Que este primer paro nacional en mucho tiempo haya sido convocado a través de las cámaras de una empresa de Clarín y con Moyano sentado, leyendo la solidaridad de otros gremios, entre ellos de la CTA opositora, construyó otra estampa de los tiempos que corren. De repente ese hombre que se rasgaba las vestiduras por la lealtad, se mostraba ante las cámaras de TN ensuciando a todos los que alguna vez había jurado lealtad y su comentarista era el economista Carlos Melconian, el frustrado candidato a senador del macrismo, que calificó de “impecable” su descripción apocalíptica del gobierno kirchnerista.

Moyano arrastra a esa postal bizarra a un contexto gremial que difícilmente quiera compartir ese lugar. Será un movimiento de torsión que pondrá a prueba la solidez política de muchos gremialistas que acompañaron por convicción a Moyano en su tramo kirchnerista y que no pueden sentirse cómodos junto a un dirigente que convoca paros nacionales a través de las cámaras de TN. En ese extrañísimo reality se usaron todos los recursos mediáticos posibles y culminó con un emocionado intercambio entre Hugo Moyano y su hijo Pablo. A través de las cámaras de TN, un Moyano conmovido le pidió a su hijo Pablo que saludara a los trabajadores en su nombre “por la lucha que están llevando a cabo” y por “no dejarse llevar por delante”. En ese extrañísimo juego de roles, TN parecía un medio alternativo y Moyano un dirigente clasista. Pero en la realidad TN es TN y Moyano igual.

Los millones de Macri para la basura.

 Werner Pertot

El jefe de Gobierno quiere conceder 418 millones de pesos en reajustes de precios para el contrato de recolección de residuos. “Es fruto del pacto Macri-Moyano”, dijo el legislador Aníbal Ibarra. En el PRO dicen que es por “el proceso inflacionario”.
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Mauricio Macri ayer, en el acto por el Día de la Bandera realizado en Plaza de Mayo.
El gobierno macrista envió la ampliación del presupuesto a la Legislatura, con la amenaza implícita de que, si no lo aprueban, no podrá pagar el aumento salarial a los municipales. Los números del PRO ya comenzaron a desatar polémica en la oposición porteña. “Macri pretende asegurar una transferencia millonaria de recursos a las empresas de basura”, alertó el legislador Aníbal Ibarra, quien vinculó la decisión de Macri de otorgar 418 millones de pesos en redeterminaciones de precios al contrato de la basura a un acuerdo entre el jefe de Gobierno y Hugo Moyano. “Esto también es fruto del pacto Macri-Moyano”, indicó Ibarra.

Como informó este diario, el contrato de la basura cuesta hoy siete veces su precio original en 2004. En una comparación hecha por el referente del GEN porteño, Martín Hourest, se puede ver que la Ciudad paga en costo per cápita de la recolección el doble que Córdoba y 3,5 veces más que Rosario y Santa Fe. Las empresas de recolección de basura tuvieron 12 redeterminaciones de precios, de las cuales ocho fueron durante el gobierno de Macri. La número trece, que llegó junto con la ampliación presupuestaria, es de 418 millones de pesos. “Al contrato de basura le aumentan un 25 por ciento del presupuesto que ya tenía otorgado y a comedores escolares sólo un 4 por ciento”, indicó Ibarra.

“Macri pide un aumento de presupuesto de más de 3400 millones de pesos, lo que equivale al 10 por ciento del presupuesto actual, aproximadamente, con la excusa de aumentar los sueldos, cuando en realidad lo que pretende es obtener más endeudamiento y asegurar un traspaso millonario a las empresas de basura”, sostuvo el ex jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra. “No sorprende a nadie que Macri haya enviado una ampliación presupuestaria, ya que todos los años hace lo mismo. En diciembre se aprueba un presupuesto irreal que es modificado luego a mitad de año”, remarcó el legislador del Frente Popular y Progresista. “Lo más relevante es la transferencia de recursos públicos al sector privado a través de los 418 millones de pesos a empresas de basura”, afirmó.

“El grueso de la ampliación presupuestaria es por la readecuación salarial producto de las paritarias. Es producto de la necesidad de aumentar los salarios por el ritmo de la inflación”, advirtió el legislador del PRO, Rogelio Frigerio, presidente de la comisión de Presupuesto. “La otra parte incluye el tema de la basura y la redeterminación de precios. Tiene que ver con un proceso inflacionario que Ibarra, como el gobierno nacional, debe entender que no existe”, retrucó Frigerio, quien señaló que otro de los pedidos de ampliación es para inversiones vinculadas al Metrobús. “Es un financiamiento que viene de la mano de obras de infraestructura”, dijo. Se trata de un bono por 390 millones de pesos.

La redeterminación de precios no es el único tema que involucra a las empresas de la basura. El gobierno porteño también pidió autorización a la Legislatura porteña para emitir un bono para pagar las indemnizaciones a trabajadores de la basura, que forma parte de un acuerdo entre Macri y Moyano. Se trata de un pagaré a dos años por 220 millones de pesos. Se destinará a unos siete mil recolectores de residuos, que tienen indemnizaciones pendientes desde 1998, de la época de Manliba. “Las empresas de la basura se llevan la parte del león. Y eso también es fruto del pacto Macri-Moyano. Por eso mismo, los socios del Club Comunicaciones dicen que Macri también arregló allí con Moyano para que se quede con el club”, afirmó Ibarra.

Además de la negociación por Comunicaciones, existen versiones de que la empresa Covelia también ingresaría al negocio de la basura en la Ciudad, a partir del nuevo pliego que está preparando el gobierno porteño. Lo haría a través de una Unión Transitoria de Empresas (UTE) o comprando alguna de las empresas actuales. En la gestión PRO niegan que esto vaya a ocurrir. “Moyano, confrontando con el gobierno nacional, se recuesta en el macrismo y en otros dirigentes distanciados del kirchnerismo. No le interesa la ideología. Le quiere ganar la pulseada al gobierno y, para eso, Macri le es funcional”, interpretó Ibarra.

“También incluye una supuesta necesidad presupuestaria de 250 millones de pesos para afrontar el proyecto ‘Nodo Retiro’, cuando en realidad se trata de una obra que ni siquiera va a poder comenzarse este año. En otras palabras, están haciendo figurar 250 millones de pesos que luego serán utilizados en un destino que se desconoce”, indicó Ibarra, sobre una obra que, en el Plan Plurianual del gobierno porteño, tiene destinados en total 310 millones hasta 2014. El grueso del dinero (155 millones) estaba planeado para 2013. Hoy no estarían hechos ni siquiera los planos de la licitación.
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