2007-2012: 6 años en que los bancos se tambalearon

Lehman Brothers.svg
Por Éric Toussaint
para CADTM
Publicado el 17 de diciembre de 2012

Parte I

Desde 2007-2008, los grandes bancos centrales (BCE, Banco de Inglaterra, Fed en los Estados Unidos, Banco de Suiza) dan prioridad absoluta a intentar evitar el hundimiento del sistema bancario privado. Contrariamente al discurso dominante, el riesgo principal que amenaza a los bancos no es la suspensión de pagos de la deuda soberana |1| por parte de los Estados. Ninguna de las quiebras bancarias desde 2007 ha sido provocada por tal falta de pago. Ninguno de los rescates bancarios organizados por los Estados fue necesario debido a una suspensión de pago de parte de un Estado sobreendeudado. Lo que amenaza a los bancos desde 2007 es la cantidad de deudas privadas que los bancos han acumulado progresivamente a partir de las grandes desregulaciones que comenzaron a finales de los años 70 y que concluyeron en el transcurso de los años 90. Los balances de los bancos privados están cargados de activos |2| dudosos: estos comprenden desde activos tóxicos que son verdaderas bombas de relojería, a activos no líquidos (es decir que no pueden ser vendidos o traspasados en los mercados financieros), pasando por los activos cuyo valor está completamente sobrevalorado en los balances bancarios. Las ventas y las depreciaciones de activos que los bancos han registrado hasta el momento en sus cuentas para reducir el peso de estos activos tóxicos no bastan. Un número significativo de ellos dependen de la financiación a corto plazo (proporcionada o garantizada por los poderes públicos con el dinero de los contribuyentes) para mantenerse a flote |3| y para hacer frente a las deudas en sí mismas a corto plazo. Esto ha puesto al banco franco-belga Dexia, en realidad un hedge fund de grandes dimensiones, tres veces al borde de la quiebra en 4 años: octubre 2008, octubre 2011 |4| y octubre 2012 |5| . En el transcurso del episodio más reciente, a inicios de noviembre del 2012, los Estados francés y belga han aportado una ayuda de 5.500 millones de euros (de los cuales 53 % a cargo de Bélgica) para recapitalizar Dexia SA, institución financiera moribunda, cuyos fondos propios se han desvanecido. Según el diario belga Le Soir: « Los recursos propios de matriz de Dexia han pasado de 19.200 millones a 2.700 millones de euros entre finales de 2010 y finales de 2011. Y a nivel del grupo, los fondos propios totales se han vuelto negativos (-2.300 millones de euros a 30 de junio de 2012) » |6| . A finales del 2011 sus deudas exigibles de forma inmediata se elevaban a 413.000 millones de euros, y los importes debidos por contratos de derivados a 461.000 millones de euros. La suma de estos dos importes representaba ¡más de 2,5 veces el PIB de Bélgica! A pesar de ello, los dirigentes de Dexia, el viceprimer ministro belga Didier Reynders y los medios de comunicación dominantes pretendían aún hacernos creer que el problema de Dexia SA había sido provocado en gran medida por la crisis de deuda soberana en el sur de la zona euro. La realidad era que la posición acreedora de Dexia SA con Grecia no superaba los 2.000 millones de euros en octubre de 2011, es decir unas 200 veces menos que las deudas a pagar de forma inmediata en ese momento. En octubre de 2012, la acción Dexia valía unos 0,18 euros, unas 100 veces menos que en septiembre del 2008. A pesar de ello, los Estados francés y belga han decidido una vez más resucitar esta sociedad quebrada haciendo aumentar de golpe la deuda pública de su país. En España, la casi quiebra de Bankia también ha sido causada por prácticas financieras dudosas, y no por riesgo de impago por parte de un Estado. Desde el 2008 el mismo escenario se ha repetido una treintena de veces en Europa y Estados Unidos: cada vez más los poderes públicos se han puesto (y continúan haciéndolo) al servicio de los bancos privados financiando sus rescates con fondos públicos.

Vuelta al inicio de la crisis en 2007

La suma gigantesca de deudas privadas comenzó a derrumbarse con el estallido de la burbuja especulativa en el sector inmobiliario de Estados Unidos (seguido de situaciones parecidas en Irlanda, el Reino Unido, España,…). La burbuja inmobiliaria estalló en los Estados Unidos cuando los precios de las viviendas construidas en cantidades exageradas empezaron a caer al no encontrarse compradores para estas viviendas.

Las explicaciones simplistas o directamente falsas de la crisis que estalló en los Estados Unidos en 2007, con un enorme efecto de contagio hacia Europa occidental principalmente, han prevalecido en las interpretaciones dadas por los medios de comunicación dominantes. Regularmente en 2007 y durante buena parte de 2008, se explicó a la opinión pública que la crisis se inició en los Estados Unidos porque los pobres se habían endeudado demasiado para adquirir casas que después no podrían pagar. El comportamiento irracional de los pobres fue señalado con el dedo como el origen de la crisis. A partir de fines de septiembre del 2008, después de la quiebra de Lehman Brothers, el discurso dominante cambió y comenzó a señalar a las ovejas negras que, en el seno del mundo de las finanzas, habían pervertido el funcionamiento virtuoso del capitalismo. Pero, ni mucho menos las mentiras o las manipulaciones dejaron de circular. Se pasó de los pobres, responsables de la crisis, a las manzanas podridas presentes en la clase capitalista: Bernard Madoff, que había montado una estafa de 50.000 millones de dólares o Richard Fuld, el jefe de Lehman Brother.

Los inicios de la crisis se remontan al 2006, en el que el precio de las viviendas se derrumbó en los Estados Unidos debido al exceso en la construcción, que fue provocado a su vez por la burbuja especulativa que al inflar el precio de los inmuebles había conducido al sector inmobiliario a aumentar exageradamente su actividad en comparación con la demanda solvente. Fue esta caída del precio de los bienes inmuebles la que condujo al aumento del número de familias incapaces de pagar sus mensualidades de créditos hipotecarios subprimes. De hecho en los Estados Unidos las familias tienen la posibilidad y la costumbre de, cuando los precios de los bienes inmuebles están a la alza, refinanciar su préstamo hipotecario al cabo de 2 o 3 años a fin de obtener condiciones más favorables (esto sucedió aun cuando en el sector de los préstamos subprimes la tasa de los 2 o 3 primeros años era baja y fija, alrededor del 3%, antes de subir vertiginosamente y de volverse variable al 3° o 4° año). Visto que los precios de los bienes inmuebles comenzaron a bajar desde 2006, las familias que habían recurrido a los préstamos subprimes ya no estuvieron en medida de refinanciar favorablemente su crédito hipotecario, los impagos comenzaron a multiplicarse desde inicios de 2007, lo que provocó la quiebra de 84 sociedades de crédito hipotecario en los Estados Unidos entre enero y agosto de 2007.

Como ocurre a menudo, la crisis se explicó de manera simplista con el estallido de una burbuja especulativa, pero la causa real hay que buscarla a la vez en el sector de la producción y en la especulación. Por supuesto, el hecho de que una burbuja especulativa haya sido creada y terminara por estallar no hace sino que multiplicar los efectos de la crisis que se inició en la producción. Todo el sistema de los préstamos subprimes y los productos estructurados creados desde mediados de los años 90 se vino abajo, lo que tuvo terribles repercusiones sobre la producción en diferentes sectores de la economía real. Acto seguido, las políticas de austeridad amplificaron el fenómeno desembocando en el periodo recesivo-depresivo prolongado en el cual la economía de los países más industrializados se encuentra estancada.

El impacto de la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos y de la crisis bancaria que la remplazó tuvo un enorme efecto de contagio internacional ya que numerosos bancos europeos habían invertido masivamente en los productos estructurados y derivados estadounidenses. Desde los años 90, el crecimiento en los Estados Unidos y en varias economías europeas estuvo sostenido por una hipertrofia del sector financiero privado y por un aumento incomparable de las deudas privadas: deudas de las familias |7| , deudas de las empresas financieras y no financieras. En cambio, las deudas públicas tuvieron tendencia a bajar entre la segunda mitad de los años 1990 y los años 2007-2008.

Hipertrofia pues del sector financiero privado. El volumen de los activos de los bancos privados europeos en relación al producto interior bruto se infló de manera extraordinaria a partir de los años 90 para alcanzar en 2011 |8| 3,5 veces el PIB de los 27 países miembros de la Unión Europea. En Irlanda, en 2011, los activos de los bancos representaban 8 veces el producto interior bruto del país.

Las deudas de los bancos privados |9| de la zona euro representan igualmente 3,5 veces el PIB de la zona. Las deudas del sector financiero británico alcanzan cifras récord en proporción al PIB: 11 veces superiores, mientras que la deuda pública representa alrededor del 80% del PIB.

La deuda bruta de los Estados de la zona euro representaba 86% del PIB de los 17 países miembros en 2011 |10| . La deuda pública griega representaba 162% del PIB griego en 2011 mientras que las deudas de su sector financiero representan 311% del PIB, es decir el doble. La deuda pública española alcanzaba 62% del PIB en 2011 mientras que las deudas del sector financiero alcanzaban 203%, es decir el triple de la deuda pública.

Un poco de historia: el establecimiento de una regulación financiera estricta como consecuencia de la crisis de los años 1930

El crack de Wall Street en octubre de 1929, la enorme crisis bancaria de 1933 y el periodo prolongado de crisis económica en los Estados Unidos y en Europa de los años 1930 condujeron al presidente Franklin Roosevelt, y más tarde a Europa, a regular fuertemente el sector financiero a fin de evitar la repetición de graves crisis bursátiles y bancarias. Consecuencia: en el transcurso de los treinta años que siguieron la segunda guerra mundial el número de crisis bancarias ha sido mínima. Es lo que muestran dos economistas neoliberales norteamericanos, Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff, en un libro publicado en 2009 y titulado Esta vez es distinto: Ocho siglos de necedad financiera. Kenneth Rogoff fue economista jefe del FMI y Carmen Reinhart, profesora de universidad, es consejera del FMI y del Banco Mundial. Según estos dos economistas, que son de todo salvo favorables a una puesta en tela de juicio del capitalismo, la cantidad muy reducida de crisis bancarias se explica principalmente « por la represión de los mercados financieros internos (en diversos grados), y luego por un recurso masivo a los controles de capitales durante muchos años después de la segunda guerra mundial » |11|.

Una de las medidas duras adoptadas por Roosevelt y los gobiernos de Europa (en particular bajo la presión de las movilizaciones populares en Europa después de la Liberación) consistió en limitar y regular estrictamente el uso que los bancos podían hacer del dinero del público. Este principio de protección de los depósitos dio lugar a la separación entre bancos de depósitos y bancos de inversión cuya ley americana, llamadaGlass Steagall Act, constituyó la forma más conocida, aunque fue igualmente aplicada con ciertas variantes en los países europeos.

Con esta separación, sólo los bancos comerciales podían recibir los depósitos del público, que gozaban de una garantía del Estado. Paralelamente a esto, su campo de actividades fue reducido a los préstamos a particulares y a empresas, excluyendo la emisión de títulos, de acciones y de cualquier otro tipo de instrumento financiero. Los bancos de inversión debían, por su parte, captar sus recursos en los mercados financieros a fin de poder emitir títulos, acciones y cualquier otro instrumento financiero.

La desregulación financiera y el giro neoliberal

El giro neoliberal de finales de los años 70 puso en tela de juicio estas regulaciones. Al cabo de una veintena de años, la desregulación bancaria y financiera había sido consumada en términos generales. Como señalan Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, las crisis bancarias y bursátiles se han multiplicado a partir de los años 80, tomando formas cada vez más agudas.

En el modelo tradicional heredado del periodo prolongado de regulación, los bancos evalúan y corren el riesgo, es decir, ellos analizan las solicitudes de crédito, deciden o no si satisfacerlas, y, una vez los préstamos son concedidos, los mantienen en su balance hasta su vencimiento (se habla aquí del modelo originate and hold, « conceder y mantener »).

Aprovechando el profundo movimiento de desregulación que ellos mismos provocaron, los bancos abandonaron el modelo « conceder y mantener » para aumentar el rendimiento respecto a sus fondos propios. Para ello, los bancos inventaron nuevos procedimientos, en particular la titularización, que consiste en transformar los créditos bancarios en títulos financieros. El objetivo perseguido era simple: quitar de sus cuentas los créditos y riesgos correspondientes. Transformaron estos créditos en títulos bajo la forma de productos financieros estructurados, que vendieron a otros bancos e instituciones financieras privadas. Se habla aquí de un nuevo modelo bancario llamado originate to distribute, « conceder para traspasar », llamado igualmente originate repackage and sell, « conceder, empaquetar y vender ». Para el banco, la ventaja es doble: disminuye su riesgo al sacar del activo de su balance los créditos que ha concedido y dispone además de medios suplementarios para especular.

La desregulación permitió al sector financiero privado y en particular a los bancos abusar de la llamada estrategia del apalancamiento. Xavier Dupret describe claramente el fenómeno: « El mundo bancario se ha endeudado mucho, estos últimos años, por medio de lo que se llama el efecto apalancamiento. El efecto apalancamiento consiste en recurrir al endeudamiento para aumentar la rentabilidad de los recursos propios. Y para que éste funcione, es necesario que la tasa de rentabilidad del proyecto seleccionado sea superior al tipo de interés a abonar por la suma tomada en préstamo. El apalancamiento se ha vuelto cada vez más importante con el tiempo, lo que evidentemente no deja de plantear problemas. Así, en la primavera de 2008, los bancos de inversión de Wall Street tenían un apalancamiento que oscilaba entre 25 y 45 (por un dólar de fondos propios habían tomado prestado entre 25 y 45 dólares). Por ejemplo, Merrill Lynch tenía un apalancamiento de 40 veces sus recursos propios. Esta situación era obviamente explosiva ya que una institución que tiene un ratio de apalancamiento de 40 a 1 ve desaparecer sus fondos propios con una bajada del 2,5% (es decir 1/40) del valor de los activos adquiridos. » |12|

Gracias a la desregulación los bancos han podido desarrollar actividades que implican volúmenes gigantescos de financiación (y por lo tanto de deudas) sin asumirlos en sus balances contables. El endeudamiento fuera de balance llegó a tal punto que en 2011 el volumen de las actividades en cuestión sobrepasaba 67 billones de dólares (67,000,000,000,000$, lo que equivale aproximadamente a la suma de los PIB de todos los países del planeta): este es el llamado sector bancario en la sombra, el shadow banking |13| Cuando la actividad fuera de balance desemboca en pérdidas masivas, ello repercute tarde o temprano en la salud de los bancos que la han iniciado. Son los grandes bancos los que dominan de muy lejos esta actividad oculta. La amenaza de la quiebra conduce a los Estados a prestarles auxilio, en particular recapitalizándolos. Mientras que los balances oficiales de los bancos registraron una reducción de volumen desde el inicio de la crisis en 2007-2008, el volumen fuera de balance, el shadow banking, no siguió la misma evolución. Después de haber disminuido entre 2008 y 2010 volvió en 2011-2012 al nivel de 2006-2007, lo que constituye un síntoma claro de la peligrosidad de la situación de las finanzas privadas mundiales. En consecuencia, el alcance de la acción de las instituciones públicas nacionales e internacionales, que están a cargo, usando su vocabulario, de conducir las finanzas a comportamientos más responsables, es muy limitado. Los reguladores no tienen siquiera los medios para conocer las actividades reales de los bancos que se supone deben controlar.

El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB), el órgano erigido por el foro del G20 a cargo de la estabilidad financiera mundial, ha revelado las cifras de 2011. « El tamaño del ‘shadow banking’, que escapa a toda regulación, es de 67 billones de dólares según su informe que incluye a 25 países (90% de los activos financieros mundiales). Se trata de 5 a 6 billones más que en 2010. Este sector ‘paralelo’ representa él solo la mitad del tamaño de los activos totales de los bancos. En relación al Producto Interior Bruto del país, la banca oculta prospera en Hong-Kong (520%), en los Países Bajos (490%), en el Reino Unido (370%), en Singapur (260%) y en Suiza (210%). Pero, en términos absolutos, los Estados Unidos permanecen en primera posición puesto que allí este sector paralelo representa 23 billones de activos en 2011, seguido por la zona euro (22 billones) y el Reino Unido (9 billones). » |14|

Una gran parte de las transacciones financieras escapa totalmente al control oficial. Como se ha dicho anteriormente, el volumen de la actividad bancaria oculta representa ¡la mitad del volumen de los activos totales de los bancos! También hay que medir el mercado “over the counter” (OTC) – es decir sin control por parte de las autoridades de los mercados – de los productos financieros derivados. El volumen de los productos derivados ha crecido de manera exponencial entre los años 1990 y los años 2007-2008. Si bien ha declinado un poco a inicios de la crisis, el valor hipotético de los contratos de derivados en el mercado OTC alcanzó en 2011 la astronómica suma de 650 billones de dólares (650,000,000,000,000 $), es decir unas 10 veces el PIB mundial. El volumen del 2° semestre de 2007 es superado y el del primer semestre de 2008 está a la vista… Los swaps sobre tipos de interés representan 74% del total mientras que los derivados en el mercado de divisas representan 8%, los Credit default swaps (CDS) 5%, los derivados sobre las acciones 1%, distribuyéndose el resto en una multitud de productos.

Desde 2008, los rescates bancarios no han desembocado en comportamientos más responsables

La crisis financiera de 2007 ha visto a los bancos, a pesar de ser culpables de maniobras reprobables y haber asumido riesgos inimaginables, ser favorecidos de inyecciones masivas de fondos a través de numerosos y costosos planes de rescate. En un estudio muy documentado |15|, dos investigadores se han propuesto verificar « si las operaciones de rescates públicos fueron seguidas de una mayor reducción de riesgos en los nuevos préstamos concedidos por los bancos ayudados en relación a los que no lo han sido ». Para hacer esto, los autores analizaron el balance y los préstamos sindicados (se trata de los créditos concedidos a una empresa por varios bancos) otorgados por 87 grandes bancos comerciales internacionales. Los autores han revelado que « les bancos que recibieron ayuda siguieron firmando préstamos sindicados riesgosos » observando que « los préstamos sindicados de los bancos que recibieron una ayuda para salir a flote luego, eran más arriesgados antes de la crisis, que los de las instituciones que no recibieron ayuda ». Lejos de constituir un remedio y una protección eficaz contra los extravíos de los bancos, los planes de rescate de los Estados han constituido, por contra, un potente incitador para proseguir e incluso intensificar sus prácticas culpables. En efecto, « la perspectiva de un apoyo del Estado puede acarrear una riesgo moral (moral hazard) y conducir a los bancos a tomar mayores riesgos » |16|.

En suma, una grave crisis de deudas privadas provocada por las maniobras irresponsables de los grandes bancos ha empujado enseguida a los dirigentes estadounidenses y europeos a ir en su ayuda usando fondos públicos. La música lancinante de la crisis de las deudas soberanas pudo ser entonces entonada para imponer sacrificios brutales a los pueblos. La desregulación financiera de los años 90 ha sido el humus fértil para esta crisis con consecuencias sociales dramáticas. Mientras no pongan en jaque mate a las finanzas internacionales, los pueblos estarán en sus manos. Este combate debe intensificarse lo antes posible.
Traducido por Inés Hidalgo, Sergi Cutillas y Itziar Gimenez. Revisión final por Stéphanie Jacquemont.

Notas:

|1| La deuda soberana es la deuda de un Estado y de los organismos públicos que dependen de él.
|2| En general, el término « activo » hace referencia a un bien que posee un valor realizable, o que puede generar ingresos. En el caso contrario, se habla de « pasivo », es decir la parte del balance compuesto de recursos de los que dispone una empresa (capitales propios aportados por los socios, provisiones por riesgos y cargas, deudas). Véase: http://www.banque-info.com/lexique-...
|3| Numerosos bancos dependen de un financiamiento a corto plazo ya que encuentran enormes dificultades para pedir préstamos en el sector privado a un costo sostenible (es decir el más bajo posible) en particular, bajo la forma de emisión de títulos de deuda. Como lo veremos más adelante, la decisión del BCE de prestar un poco más de 1 billón de euros (1,000,000,000,000 €) a una tasa de interés del 1% por un periodo de 3 años a más de 800 bancos europeos constituyó una tabla de salvación para un gran número de ellos. Luego, gracias a estos préstamos del BCE, los más sólidos de entre ellos, tuvieron nuevamente la posibilidad de emitir títulos de deuda para financiarse. Ello no habría sido el caso si el BCE no hubiera actuado de prestamista en última instancia y esto por 3 años.
|4| Sobre el episodio de octubre de 2011, véase Eric Toussaint, Crash de Dexia, “¿Ya está en camino un efecto dominó en la UE?”, 7 de octubre de 2011, http://cadtm.org/Ya-esta-en-camino-un-efecto-domino
|5| Sobre el episodio de octubre de 2012 que desembocó en un nuevo salvataje bajo la forma de una recapitalización, véase Eric Toussaint, « Fallait-il à nouveau injecter de l’argent dans Dexia ? »,Le Soir, 2 de noviembre de 2012, http://cadtm.org/Fallait-il-a-nouveau-injecter-de-l; véase igualmente: CADTM, « Pour sortir du piège des recapitalisations à répétition, le CADTM demande l’annulation des garanties de l’Etat belge aux créanciers du groupe Dexia », 31 de octubre de 2012,http://cadtm.org/Pour-sortir-du-piege-des; CADTM, « Pourquoi le CADTM introduit avec ATTAC un recours en annulation de l’arrêté royal octroyant une garantie de 54 milliards d’euros (avec en sus les intérêts et accessoires) à Dexia SA et Dexia Crédit Local SA », 22 de diciembre de 2011,http://cadtm.org/Pourquoi-le-CADTM-introduit-avec
|7| Las deudas de las familias incluyen las deudas que los estudiantes americanos han contraído para sufragar sus estudios. Las deudas de los estudiantes en los Estados Unidos alcanzan el importe colosal de 1 billón de dólares (1,000,000,000 $), es decir más que el total de las deudas externas públicas de América Latina (460 mil millones de dólares), del África (263 mil millones) y del Asia del Sur (205 mil millones). Véase para el importe de las deudas de estos « continentes »: Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 7, pág. 9. Se puede descargar de: http://cadtm.org/Les-Chiffres-de-la-dette-2012
|8| Véase Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 30, p. 23. Este cuadro se basa en los datos de la Federación Europea del Sector Bancario, http://www.ebf-fbe.eu/index.php?page=statistics. Véase igualmente Martin Wolf, « Liikanen is at least a step forward for EU banks », Financial Times, 5 de octubre de 2012, pág. 9.
|9| Las deudas de los bancos no deben confundirse con sus activos, forman parte de su « pasivo ». Véase más arriba la nota de pie de página sobre « Activo » y « Pasivo » de los bancos.
|10| Véase Damien Millet, Daniel Munevar, Eric Toussaint, Les Chiffres de la dette 2012, cuadro 24, pág. 18. Este cuadro utiliza la base de datos de investigación de Morgan Stanley, así comohttp://www.ecb.int/stats/money/aggregates/bsheets/html/outstanding_amounts_index.en.html y
|11| Carmen M. Reinhart, Kenneth S. Rogoff, Esta vez es distinto: ocho siglos de necedad financiera, Fondo de Cultura Económica de España, S. L., 2011
|12| Xavier Dupret, « Et si nous laissions les banques faire faillite ? », 22 de agosto de 2012,http://www.gresea.be/spip.php?article1048
|13| Véase Daniel Munevar, “El Sistema Bancario en las Sombras: Cuales son los riesgos?”, 23 de febrero de 2012, http://cadtm.org/El-Sistema-Bancario-en-las-Sombras Vease también: Tracy Alloway, “Traditional lenders shiver as shadow banking grows”, Financial Times, 28 de diciembre de 2011.
|14| Véase Richard Hiault, « Le monde bancaire « parallèle » pèse 67.000 milliards de dollars », Les Echos, 18 de noviembre de 2012, http://www.lesechos.fr/entreprises-secteurs/finance-marches/actu/0202393973644-le-monde-bancaire-parallele-pese-67-000-milliards-de-dollars-511912.php
|15| Michel Brei y Blaise Gadanecz, “Have bailouts made banks’loan book safer ?”, Bis Quaterly Review, september 2012, pp. 61-72. Las citaciones de este párrafo provienen de este artículo.
|16| Ibid

El autor agradece a Patrick Saurin, Daniel Munevar, Damien Millet y Virginie de Romanet por la ayuda que le han brindado en la elaboración de este artículo.

Fuente: cadtm.org


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Parte II


El BCE y la Reserva Federal al servicio de los grandes bancos privados

Por Eric Toussaint
CADTM


La actuación del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal |1|

A partir de junio 2011, los bancos europeos entran en una fase realmente crítica. Su situación era casi tan grave como aquella en que se encontraban después de la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008. Muchos de ellos corrían el riesgo de morir por asfixia debido a que los money market funds americanos no habían satisfecho sus necesidades enormes de financiación a corto plazo (varios cientos de miles de millones de dólares) por considerar que la situación de los bancos europeos era cada vez más arriesgada |2|. La posibilidad de no poder hacer frente a sus deudas amenazaba a los bancos. En este contexto, y tras una cumbre europea convocada de urgencia para el 21 de julio de 2011 con el objetivo de hacer frente a una posible cascada de quiebras bancarias, el BCE volvió a adquirir volúmenes enormes de deuda pública griega, portuguesa, irlandesa, italiana y española para inyectar liquidez a los bancos y libralos de una parte de los títulos que habían comprado con avidez en el período precedente. Esto no fue suficiente para evitar que la cotización en bolsa de los bancos continuase su caída en picado. Los directores de los bancos pasaron el mes de agosto de sobresalto en sobresalto. Hubo una acción clave para mantener los bancos europeos a flote: el BCE, en coordinación con la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco de Suiza, abrió una línea de crédito ilimitada a partir de septiembre de 2011 que equivalía a una transfusión en vena para aquellas entidades bancarias desprovistas de dólares. Si bien esto les permitió volver a respirar, no fue suficiente. El valor de sus acciones continuó su descenso a los infiernos. Entre el 1 de enero y el 21 de octubre de 2011, la cotización de Société générale cayó un 52,8 %, la de BNP Paribas un 33,3 %, la de Deutsche Bank un 28,8 %, la de Barclays en 30,5 %, y la de Crédit suisse en 36,7 %. En vista de ello, el BCE se vio obligado a sacar la artillería pesada: la LTRO (Long Term Refinancing Operation), en virtud de la cual, entre diciembre de 2011 y febrero de 2012, prestó más de 1 billón de euros (1.000.000.000.000€) a tres años con un interés del 1% a algo más de 800 bancos.

La Reserva Federal venía haciendo más o menos lo mismo con un tipo de interés oficial aún más bajo: 0,25%. En realidad, y así lo reveló en julio de 2011 un informe de la GAO (el equivalente en los Estados Unidos del Tribunal de Cuentas), la Reserva Federal había prestado 16 billones de euros (16.000.000.000.000€) a un tipo de interés inferior al 0,25% |3|. En este informe se viene a demostrar que, actuando de esta manera, la Reserva Federal no ha respetado sus propias normas prudenciales y que no advirtió de ello al Congreso. Según los trabajos de una comisión de investigación del Congreso de los Estados Unidos se ha dado una colusión evidente entre la Reserva Federal y los grandes bancos privados estadounidenses: « El consejero delegado de JP Morgan Chase formaba parte de la junta directiva de la Reserva Federal de Nueva York en el momento en que ’su’ banco recibió de ella una ayuda financiera de 390.000 millones de dólares Además, JP Morgan Chase actuó asimismo como intermediario para los créditos de emergencia que otorgó la Reserva Federal. » |4| Según Michel Rocard, ex primer ministro francés, y Pierre Larrouturou, economista, que se basan en una investigación realizada por la agencia financiera neoyorquina Bloomberg, la Reserva Federal habría prestado una parte de la suma mencionada con un tipo de interés infinitamente más bajo: 0,01%. Rocard y Larrouturou afirman en las columnas del periódico Le Monde : « Después de haber trillado 20.000 páginas de diferentes documentos, Bloomberg muestra que, en secreto, la Reserva Federal ha prestado a los bancos en dificultades una suma de 1,2 billones (1.200.000.000.000$) a un tipo de interés increíblemente bajo, un 0,01 %. » |5|. Plantean igualmente la siguiente pregunta: «¿Es normal que los bancos privados, que normalmente se financian con préstamos de los bancos centrales a un 1% puedan, en caso de crisis, disfrutar de un tipo del 0,01 %, mientras que, en caso de crisis, ciertos estados se vean obligados por el contrario a pagar tipos 600 u 800 veces superiores? ».
Por otro lado, los grandes bancos europeos tuvieron igualmente acceso a estos préstamos de la Reserva Federal hasta inicios de 2011 (Dexia recibió por esta vía 159.000 millones de dólares en calidad de préstamo, |6|lo mismo que los bancos Barclays, 868.000 millones, Royal Bank of Scotland, 541.000 millones, Deutsche Bank, 354.000 millones, UBS, 287.000 millones, Credit Suisse, 260.000 millones, BNP-Paribas, 175.000 millones, Dresdner Bank, 135.000 millones, Société Générale, 124.000 millones). El cierre para los bancos europeos de esta fuente de financiación a través de la Reserva Federal (por la presión ejercida por el Congreso de los EE.UU.) ha sido una de las razones por las cuales los money market fundsestadounidenses comenzaran a su vez a cerrar el grifo de sus préstamos a las entidades europeas a partir de mayo-junio de 2011.
¿Cuáles han sido los efectos de que el BCE haya concedido a los bancos ese billón de euros a un tipo del 1%?
En 2012, los bancos han usado ese caudal de liquidez para comprar de forma masiva títulos de deuda pública de sus respectivos países. Tomemos por ejemplo a España. El BCE, a través del LTRO, ha prestado a los bancos españoles 300.000 millones de euros a 3 años con un tipo de interés del 1%. |7|. Con una parte de este dinero, los bancos han incrementado fuertemente sus adquisiciones de títulos de deuda emitidos por el estado español. La evolución ha sido espectacular. A finales de 2006, los bancos españoles eran titulares de deuda pública de su país por un valor de sólo 16.000 millones de euros, mientras que en 2010, tras haber incrementado la compra de deuda pública, esa cantidad pasó a 63.000 millones. En 2011 aumentaron aún más las compras, llegando a ser titulares de 94.000 millones de euros en deuda española. Gracias al LTRO, las adquisiciones se dispararon, literalmente. El volumen del que son titulares los bancos se duplicó en el lapso de unos meses hasta alcanzar, en julio de 2012, los 184.500 millones euros. |8|Es necesario mencionar que es una operación muy rentable para ellos. Habiendo recibido el dinero al 1%, pueden comprar con él títulos de deuda española a 10 años con un interés que ha variado entre el 5,5 y el 7,6% en el segundo semestre de 2012.
Veamos a continuación otro ejemplo: Italia. Entre finales de diciembre de 2011 y marzo de 2012, los bancos italianos reciben créditos del BCE por valor de 255.000 millones de euros en el marco del LTRO |9|. Mientras que a finales de 2010 tenían títulos de deuda pública de su país por valor de 208.300 millones de euros, a finales de 2011, pocos días después de que el LTRO comenzase a funcionar, el montante era de 224.100. A partir de ese momento, los bancos emplearon los créditos que recibían del BCE para comprar títulos de deuda italiana. En septiembre de 2012, llegaron a ser titulares de 341.400 millones de euros |10|. Lo mismo que en el caso español, la operación reporta una alta rentabilidad a los bancos: han recibido el dinero al 1% y con la compra de deuda italiana a 10 años obtienen un interés que ha variado entre el 5 y el 6,6% en el segundo semestre de 2012.
Este mismo fenómeno se ha producido en la mayor parte de los países de la zona euro. Se ha producido una reubicación de una parte de los activos de los bancos europeos en dirección a su país de origen. En concreto, se constata que durante 2012 se ha producido un aumento sustancial del porcentaje de la deuda pública de un país dado que está en manos de instituciones financieras de ese mismo país. Este hecho ha tranquilizado a los gobiernos de la zona del euro, en particular a los de España e Italia, pues vieron que tenían menos dificultades para vender a los bancos los títulos de deuda que emitían. El BCE parecía haber encontrado la solución. Con sus préstamos masivos a los bancos ha conseguido salvarlos de una situación crítica, al tiempo que evitó que algunos estados tuviesen que poner en marcha nuevos planes de salvamento del sector bancario. El dinero cedido en préstamo se empleaba, en parte, para adquirir títulos de deuda pública de los estados de la zona euro. Con ello se consiguió frenar el ascenso de los tipos de interés de algunos de los países más frágiles e incluso llevó a una bajada del de algunos otros.
No es difícil comprender que, desde el punto de vista de los intereses de los ciudadanos de los países en cuestión, habría sido necesario adoptar un enfoque completamente diferente. El BCE debería haber concedido los préstamos directamente a los estados y a un interés por debajo del 1% (como lo ha hecho con los bancos privados desde mayo de 2012), o incluso a interés cero. Igualmente, habría sido necesario socializar los bancos, poniéndolos bajo el control de los ciudadanos.
En vez de ello, el BCE ha puesto toda su atención en los bancos privados y les ha abierto una línea de crédito ilimitada a un tipo de interés bajísimo (de entre el 0,75 y el 1%). Bancos que, a su vez, han hecho un uso dispar de este maná estatal. Como acabamos de ver, por una parte, han comprado deuda soberana de países que, como España e Italia, se encontraba sometidos a una gran presión y se han visto obligados a concederles una remuneración elevada (de entre el 5 y el 7,6% en la deuda a 10 años). Por otro lado, del crédito que les concedió el BCE, han depositado una parte... ¡en el BCE! Los bancos tenían en el BCE entre 300.000 y 400.000 millones de euros en depósitos a un día con una remuneración del 0,25% a principios de 2012 y del 0% desde mayo de 2012. ¿Por qué hacen esto? Porque deben mostrar al resto de banqueros y al resto de actores privados que conceden créditos (money market funds, fondos de pensión, compañías de seguros) que disponen permanentemente de dinero líquido con el que poder hacer frente a la explosión de las bombas de relojería que se encuentran escondidas en sus libros contables. Si no tuviesen ese dinero líquido, los posibles prestamistas les darían la espalda o les obligarían a aceptar tipos de interés muy elevados. Otra medida que aplican los bancos para tranquilizar a los prestamistas privados es la compra de deuda soberana de estados que no presentan riesgos a corto o medio plazo: Alemania, Países Bajos, Francia... Y lo hacen con tal avidez que estos países pueden permitirse venderles su deuda a 2 años con un tipo de interés del 0% o incluso con un rendimiento ligeramente negativo (sin descontar el efecto de la inflación). Los intereses pagados por Alemania y el resto de países considerados como financieramente sólidos se han reducido considerablemente gracias a la política seguida por el BCE y al agravamiento de la crisis que afecta a los países llamados periféricos. Hemos asistido a una huida de capitales de la periferia europea en dirección al centro. Los títulos alemanes son tan fiables que, en caso de necesidad de dinero líquido, se pueden vender sin pérdidas de un día para otro. Los bancos no los compran con la perspectiva de conseguir ganancias, sino para tener cierta cantidad de dinero permanentemente disponible (sea en el BCE o en forma de títulos absolutamente líquidos) que les permita dar impresión de solvencia (a menudo falsa) y poder hacer frente a imprevistos que se puedan presentar. El beneficio lo sacan prestando dinero a España e a Italia, con lo que contrarrestan las perdidas que pudiesen sufrir con sus títulos de deuda alemana. Es de gran importancia señalar que los bancos no han incrementado el número de préstamos a las familias ni a las empresas, a pesar de que uno de los objetivos oficiales de los préstamos concedidos por el BCE era que aumentasen aquellos con el objetivo de estimular la economía.
Desde el punto de vista de las élites, ¿cuál es el balance del BCE?
Pongámonos por un instante en el lugar del 1% más rico para evaluar la acción del BCE. El discurso oficial insiste machaconamente en que el BCE ha realizado con éxito la transición entre el período de su antiguo presidente, el francés Jean-Claude Trichet, y el del actual, Mario Draghi |11|, antiguo presidente del Banco de Italia y expresidente de Goldman Sachs Europa. El BCE y los líderes de los principales países europeos han conseguido negociar una operación de reducción de la deuda griega convenciendo a los bancos privados para que acepten un descuento del 50% de la deuda que este país tenía con ellos, y consiguiendo del gobierno griego que se comprometa a un nuevo plan de austeridad radical que incluye privatizaciones masivas y una renuncia a una parte muy importante de la soberanía del país. Desde marzo de 2012 hay en Atenas enviados de la Troika permanentemente instalados en los ministerios cuya tarea es controlar de cerca las cuentas estatales. A partir de este momento, los préstamos a Grecia pasan por una cuenta controlada directamente por las autoridades europeas, que pueden bloquearla. La guinda del pastel es que los títulos de deuda griega ya no quedan dentro de la jurisdicción de los tribunales griegos. Las nuevas obligaciones que se emitan en el marco de este programa lo son de acuerdo con el derecho inglés y los litigios que surjan entre el Estado Griego y sus acreedores se dirimirán en Luxemburgo |12|.
Y eso no es todo. La presión del BCE y de los líderes europeos ha conseguido que el gobierno del Pasok, con Georges Papandreu a la cabeza, muy sumiso pero al mismo tiempo cada vez más impopular, dejase su lugar a un gobierno de unidad nacional formado por Nueva Democracia y Pasok y en el que desempeñan un papel clave ministros que provienen directamente del mundo financiero.
El panorama se completa con tres buenas noticias para el BCE y los líderes europeos: 1. Silvio Berlusconi se vio obligado a dimitir, dando paso a un gobierno formando por técnicos a cuya cabeza se encuentra Mario Monti, ex-comisario europeo muy cercano al mundo financiero y capaz de imponer a los italianos una vuelta de tuerca más en las políticas neoliberales |13|. 2. En España, el presidente de gobierno Mariano Rajoy, perteneciente al Partido Popular y en el cargo desde hace unos meses, está dispuesto a su vez a radicalizar la política neoliberal que ya había aplicado su predecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. 3. Los líderes europeos |14| han conseguido acordar un pacto de estabilidad que se va a construir sobre la base de la austeridad presupuestaria, la cesión por parte de los Estados Miembros de otro poco más de soberanía y una dosis adicional de sumisión a la lógica del capital privado. Finalmente, va a entrar en funcionamiento el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que mejorará las posibilidades de ayudar a los estados y a los bancos en la próximas crisis bancarias que no dejarán de producirse puesto que los Estados Miembros tienen dificultades para financiarse.
Todos estos ejemplos muestran que los líderes europeos, al servicio del gran capital, consiguen marginalizar cada vez un poco más al poder legislativo, dejando de lado lo que hayan elegido los votantes. Por otro lado, dónde queda la democracia, si los votantes que deseen rechazar categóricamente la austeridad no han de tener más posibilidad de hacerlo que con su voto, o si el significado político del mismo queda anulado en caso de no ir en el sentido deseado por los gobernantes, como sucedió en 2005 en Francia y en Países Bajos después del no al Tratado para una Constitución Europea, como sucedió en Irlanda y Portugal después de las elecciones de 2011, y como sucedió en Francia y Países Bajos, una vez más, después de las elecciones de 2012. Todo se ha dispuesto para que el margen de maniobra de los gobiernos nacionales y de los poderes públicos quede limitado por un marco contractual europeo cada vez más restrictivo. Se trata de una deriva muy peligrosa, a menos, naturalmente, que los gobiernos, apoyados por su población, decidan desobedecer.
Después de lo dicho, si nos ponemos en el lugar de Mario Draghi, de los principales dirigentes europeos y de los bancos, se puede decir que con lo sucedido en marzo-abril de 2012 tienen razones para estar felices. Todo parece salir bien.
Los límites del éxito del BCE y de los gobernantes europeos
Los nubarrones no tardan en llegar. Todo se complica a partir de mayo de 2012 cuando Bankia , el 4º banco español y dirigido por el que fue director general del FMI, Rodrigo Rato, entra virtualmente en quiebra. Según diferentes fuentes, las necesidades de recapitalización de los bancos españoles varían entre 40.000 y 100.000 millones de euros, y Mariano Rajoy, que no quiere recurrir a la ayuda de la Troika, se encuentra en una difícil situación. A ello se suman varios escándalos bancarios que surgen a nivel internacional, de los cuales el de más resonancia es el de la manipulación del Libor, el tipo interbancario de Londres, en el que se ven implicados una docena de grandes bancos. Por no hablar de la actuación reprobable del banco HSBC facilitando el blanqueo de dinero proveniente de la droga y de otras actividades delictivas.
En Francia, la mayoría de los votantes ya ha tenido suficiente con Nicolas Sarkozy y el 6 de mayo de 2012 François Hollande gana las elecciones. Esto, sin embargo, no supone una preocupación para el mundo financiero, ya que pueden contar con que los socialistas franceses aplicarán el mismo pragmatismo del que han hecho gala otros partidos socialistas europeos a la hora de continuar con la austeridad. Y eso a pesar del pueblo francés, muy propenso a sobrerreaciones diversas y susceptible a la creencia de que es necesario un cambio real.
En Grecia la situación es menos satisfactoria para el BCE porque Syriza, la coalición de izquierda radical que promete derogar las medida de austeridad, suspender el reembolso de la deuda y de enfrentarse a las autoridades europeas, puede llevarse la victoria electoral. Para los defensores de la austeridad europea es necesario impedirlo a toda costa. En la tarde del 17 de junio de 2012 reina el alivio en el BCE, en las sedes de los gobiernos europeos y en los consejos de administración de las grandes empresas: el partido de derecha Nueva Democracia queda por delante de Syriza. Incluso el nuevo presidente socialista francés se felicita por el resultado del escrutinio. Y al día siguiente, los mercados respiran. Se puede reanudar la ruta de la austeridad, de la estabilización de la zona del euro y del saneamiento de las cuentas de los bancos privados.

Traducido por Fernando Lasarte Prieto. Revisión final por Eric Toussaint.

Notas

|1| El Banco de Inglaterra y otros bancos centrales siguen, grosso modo, la misma política.
|2| Desde agosto de 2011, he venido describiendo esta situación en un momento en que muy pocos comentaristas financieros se ocupaban del asunto. Véase la serie titulada « En el ojo del huracán: la crisis de la deuda en la Unión Europea » : « Los bancos europeos financiaron y financian todavía los préstamos que conceden a estados y empresas en Europa a través los créditos que piden a los money market funds de Estados Unidos. Pero estos organismos tienen miedo de lo que pasa en Europa (...). A partir de junio de 2011, esta fuente de financiación con bajos tipos de interés estaba prácticamente agotada, especialmente a costa de los grandes bancos franceses, lo que precipitó su caída en bolsa y aumentó la presión que ejercían sobre el BCE para que les recomprara los títulos, proveyéndoles dinero fresco. En resumen, tenemos aquí también la demostración de la amplitud de los vasos comunicantes entre la economía de Estados Unidos y la de los países de la Unión Europea. De allí los contactos incesantes entre Barack Obama, Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, el BCE, el FMI… y los grandes banqueros, de Goldman Sachs a BNP Paribas, pasando por el Deutsche Bank. Una ruptura de los créditos en dólares de los que se benefician los bancos europeos puede provocar una grave crisis en Europa, e igualmente, una dificultad de los bancos europeos para reembolsar los préstamos estadounidenses, podría precipitar una nueva crisis en Wall Street.» (http://www.cadtm.org/Llego-la-crisis-a-su-apogeo). Un reciente estudio de la banca Natixis confirma la situación de emergencia que atravesaron los bancos franceses en el verano de 2011: Flash Economie, « Les banques françaises dans la tourmente des marchés monétaires » (Los bancos franceses en la tormenta de los mercados monetarios), 29 de octubre de 2012. En este documento se dice: « De junio a noviembre de 2011, los fondos monetarios americanos han retirado de improviso la mayor parte de la financiación dedicada a los bancos franceses. (…) Se trata de financiación a corto plazo por un valor de hasta 140.000 millones de dólares con los que, a finales de noviembre de 2011, han tenido que dejar de contar los bancos franceses, sin que se salvase ni uno de ellos. » (http://cib.natixis.com/flushdoc.aspx?id=66654). El cierre del grifo ha afectado igualmente a la mayor parte del resto de bancos europeos, según muestra este estudio publicado por Natixis.
|3| GAO, “Federal Reserve System, Opportunities Exist to Strengthen Policies and Processes for Managing Emergency Assistance”, julio de 2011. http://www.gao.gov/assets/330/321506.pdf. Este informe del Tribunal de Cuentas (GAO = United States Government Accountability Office) ha sido realizado gracias a una enmienda a la ley Dodd-Frank (véase más adelante) que fue presentada por los senadores Ron Paul, Alan Grayson y Bernie Sanders en 2010. Bernie Sanders, senador independiente, lo ha hecho público (http://www.sanders.senate.gov/imo/media/doc/GAO%20Fed%20Investigation.pdf ). Más aún, según un estudio independiente del Instituto Levy en el que colaboran economistas como Joseph Stiglitz, Paul Krugman y James K Galbraith, los créditos de la Reserva Federal habrían alcanzado un montante más elevado que el dado a conocer por la GAO, que sería en concreto de 29 billones de dólares y no de 16 billones. Véase James Felkerson, “$29.000.000.000.000: A Detailed Look at the Fed’s Bailout by Funding Facility and Recipient », www.levyinstitute.org/pubs/wp_698.pdf
|4| “The CEO of JP Morgan Chase served on the New York Fed’s board of directors at the same time that his bank received more than $390 billion in financial assistance from the Fed. Moreover, JP Morgan Chase served as one of the clearing banks for the Fed’s emergency lending programs.”,http://www.sanders.senate.gov/newsroom/news/?id=9e2a4ea8-6e73-4be2-a753-62060dcbb3c3
|5| Michel Rocard y Pierre Larrouturou: « Pourquoi faut-il que les Etats payent 600 fois plus que les banque ? »(¿Por qué han de pagar los estados 600 veces más que los bancos?), Le Monde, 3 de enero de 2012 http://www.larrouturou.net/2012/01/pourquoi-faut-il-que-les-etats-payent-600-fois-plus-que-les-banques/
|6| Véase el informe de la GAO que se menciona más arriba, en la pagina 196, y en el que se da fe de préstamos a Dexia por un valor de 53.000 millones de dólares, lo cual no representa más que una parte de los préstamos de la Reserva Federal a favor de Dexia.http://www.gao.gov/assets/330/321506.pdf
|7| Financial Times, “Banks plot early repayment of ECB crisis loans », 15 de noviembre de 2012, pág. 25.
|9| Financial Timesibid.
|10| Véasehttp://www.bancaditalia.it/statistiche/stat_mon_cred_fin/banc_fin/pimsmc/pimsmc12/sb58_12/en_suppl_58_12.pdf, cuadro 2.1a.
|11| Mario Draghi asumió el cargo de presidente del BCE el 1 de novembre de 2011.
|12| Véase http://fr.wikipedia.org/wiki/Crise_de_la_dette_publique_grecque#cite_ref-92. Véase igualmente Alain Salles y Benoït Vitkine, « Fatalisme face à un sauvetage échangé contre une perte de souveraineté » (Fatalismo frente a un salvamento a costa de pérdida de soberanía), Le Monde, 22 febrero de 2012, http://www.forumfr.com/sujet448690-....
|13| Mario Monti, primer ministro desde el 13 de novembre de 2011, fue nombrado senador vitalicio por el Presidente de la República Giorgio Napolitano. Con motivo de su nombramiento, dejó una serie de cargos de responsabilidad: la presidencia de la universidad privada italiana de más prestigio, la Bocconi,, así como la de la sección Europa de la Trilateral, uno de los cenáculos más importantes de la élite oligarca internacional, su cargo en la junta directiva del poderoso club Bilderberg y la presidencia del instituto neoliberal de análisis y estudio Bruegel. Monti fue consejero internacional de Goldman Sachs de 2005 a 2011 (en calidad de miembro del Research Advisory Council del Goldman Sachs Global Market Institute). Desempeñó en Bruselas el cargo de comisario europeo para el Mercado Único (1995-1999) para serlo después de la Competencia (1999-2004). Ha sido miembro del Senior European Advisory Council de Moody’s, consejero de Coca Cola, sigue siendo uno de los presidentes del Bussiness and Economics Advisory Group del Atlantic Council (un instituto norteamericano de análisis y estudio que promueve el liderazgo de los EE.UU.) y es parte de la junta directiva de Friends of Europe, un influyente instituto de análisis y estudio basado en Bruselas.
|14| Con la excepción del Reino Unido y la República Checa.
Eric Toussaint, maestro de conferencias de la Universidad de Lieja, es presidente del CADTM Bélgica (Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo,www.cadtm.org ) y miembro del comité científico de ATTAC Francia. Ha escrito, junto con Damien Millet, AAA. Audit Annulation Autre politique, (AAA - Auditoría, Anulación, Alternativas políticas), Editorial Seuil, París, 2012.