Triple cerco contra China: Indo-Pacífico, TPP y Alianza del Pacífico

Alfredo Jalife-Rahme


   El tema que me toca exponer en la inauguración del congreso conjunto de la UAM-X y la Academia de Ciencias Sociales de China, entre otras instituciones de relieve, que se inicia el 28 de mayo en el DF, versará sobre las Tendencias actuales en la geopolítica mundial, en la que el polémico concepto letal Indo-Pacífico constituirá un foco de atención inescapable (http://es.scribd.com/doc/143470357/Programa-4-2013).
El rotativo El País (24/5/13) –propiedad de una aseguradora neoliberal británica con disfraz español para engañar a Latinoamérica– le dio mucho vuelo a los “socios fundadores de la Alianza del Pacifico (Chile, Perú, Colombia y México)”, los cuales acordaron en la séptima Cumbre de Cali (Colombia) darse hasta el 30 de junio para acordar los detalles del desarme arancelario.

El rotativo británico con disfraz español publicita que la cumbre sirvió para dar un impulso a este ambicioso (sic) proceso de integración (sic) regional y no sólo en el área del comercio (¡supersic!). Se abre la puerta a nuevos socios (Costa Rica) y a 16 países observadores (España, Francia, Canadá, etcétera).
Russia Today (24/5/13) pregunta: ¿Un palo en la rueda de la integración de Latinoamérica? y responde que la Alianza del Pacífico es un modelo de asociación que EU aplaude porque lo considera pragmático y exitoso.
Entrevistado por Russia Today, el periodista argentino Eduardo Berezán considera que la Alianza del Pacífico implica de alguna forma una influencia mayor de EU en la región mediante su aliado Colombia, y arguye que el Mercosur o la Unasur son proyectos que tienen una importante dimensión social (sic) de la que carece la Alianza del Pacífico, que tiene al neoliberalismo como su eje principal, que recibe un gran apoyo (sic) de Mariano Rajoy, presidente del gobierno español, que ve mayor posibilidades en la Alianza del Pacífico que en los bloques regionales europeos.
A mi juicio, la Alianza del Pacífico constituye el nuevo monroismo de EU para impedir la penetración china a Latinoamérica, amén de que forma parte intrínseca del cerco mercantilista/geoeconómico a China mediante su incrustación de mayor envergadura a la Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).
La Alianza del Pacífico, que colisiona con el Mercosur y el Alba, no tiene carácter ofensivo frente a China, sino más bien defensivo. La tarea ofensiva corre a cargo de la Asociación Transpacífico, parte consustancial del pivote de la doctrina Obama que ahora intenta expandirse con mayor profundidad geoeconómica y militar mediante el letal concepto Indo-Pacífico (ver Bajo la Lupa: 19 y 22/5/13).
Por cierto, al estratega australiano Rory Medcalf, quien acuñó el concepto letalIndo-Pacífico, le cayó como agua helada la visita del primer chino Li Keqiang a India.
El mismo Rory Medcalf refiere su concepto como una coherente (¡súper-sic!) descripción analítica del orden emergente estratégico y económico que vincula los océanos Pacifico e Índico, en el seno de los cuales EU (sic) continuaría a tener una presencia y a jugar un papel estratégico, lo cual se conjuga con el libro del anglófilo estratega indio C. Raja Mohan (La rivalidad marítima sino-india, del Carnegie Endowment for International Peace).
C. Raja Mohan abulta tal rivalidad que, a su juicio, se ha desparramado desde el Himalaya hasta los océanos Índico y Pacífico.
C. Raja Mohan vive en la nostalgia cómoda del pasado y sobredimensiona el papel de EU para requilibrar (¡súper-sic!) el nuevo orden en la región del océano Índico. Entre el anglosajón Rory Medcalf y el anglófilo indio C. Raja Mohan, ya no se sabe quién adopta la tesis del otro.
Según Rory Medcalf, el distintivo biogeográfico (sic) de la región Indo-Pacífico en las ciencias marítimas empieza ser usado por la geopolítica que acomoda convenientemente a Australia como su pivote bioceánico (sic). Destaca los dos frentes del concepto Indo-Pacífico y cita a los tres grandes (¡súper-sic!) poderes marítimos de la región bioceánica: EU, China e India.
Rory Medcalf coloca en relieve al Mar del Sur de China, una de las regiones más complejas y uno de los teatros de tensión más sensibles, donde colisionan los intereses de todos (sic) los mayores países del comercio marítimo de Asia”.
Un punto interesante que pone en riesgo la aventura mercantilista para cercar a China de parte de la Alianza del Pacífico, en forma consciente o inconsciente, radica en que no todos los países desde Chile hasta Mozambique son igualmente capaces de afectar los intereses de los países que rodean a los dos océanos.
Se trata de un juego de grandes (EU, China e India y, quizá, Japón), cuyos intereses de intersección son los que crean las tensiones y los pegamentos del sistema estratégico emergente.
Lo más relevante en el corazón bioceánico Indo-Pacífico son tres entidades: el Mar del Sur de China, el sudeste asiático marítimo y la Bahía de Bengala (The Diplomat:4/12/12).
Este punto es fundamental para que los mercantilistas medievales del “México neoliberal itamita” no pierdan todavía más la cabeza con que el Golfo de Baja California será crucial para el nuevo orden geoestratégico global.
Rory Medcalf plantea la gran paradoja del concepto Indo-Pacífico que diluye la influencia de China, mientras los intereses estratégicos, de energía y económicos de Pekín se mueven y crecen en dicho contexto regional.
En la misma Australia, sus propios geoestrategas ocultan que su reporte blanco de defensa de 2013 coloca el proyecto Indo-Pacífico para contener a China y posicionar a Canberra en el centro de su acción (ASPI: mayo, 2013).
Una de las limitantes del reporte blanco australiano es que carece de presupuesto para su implementación (Rory Medcalf, The Wall Street Journal Asia: 7/5/13).
Lo notorio es que el arco estratégico Indo-Pacífico se encuentra en su fase embrionaria/presupuestaria y, más que nada, en búsqueda de la seducción de India.
A mi juicio, se deducen tres situaciones vulnerables para el concepto: 1. El Mar del Sur de China, donde Pekín deberá negociar en forma cualitativa con los países ribereños, para sacar de la jugada a EU, Australia e India (que no tiene mucho que ver), lo cual le otorgaría una gran ventana de oxigenación a los grandes océanos; 2. Australia: si el país de los canguros resulta ser en la óptica anglocentrista el pivotebioceánico”, pues su situación ofensiva se vuelve también defensiva: la supervivencia de mil 300 millones de chinos haría inevitable un ataque en su suelo de 23 millones, en su mayoría de origen británico, y 3. India: representa la madre de todas las batallas, ya que su bidireccionalidad con China es también continental, lo cual rompería de facto el cerco bioceánico, en caso de un arreglo en el Himalaya.
Muy prolífico en varios medios, el mismo Rory Medcalf se defiende en The Indian Express (10/5/13) de que el concepto letal Indo-Pacífico no está diseñado a excluir a China del orden regional, sino que representa una descripción precisa (sic) del contexto en el que China e India crecen en un orden multipolar estable (sic) donde ningún sólo poder pueda dominar.
Sucede que el acercamiento de China e India inhibe de facto la alucinación del concepto letal Indo-Pacífico –y sus sucedáneos Sociedad Transpacífico/Alianza del Pacífico– y aísla al aislador: Australia, el caballo de Troya de la anglósfera encabezada por la dupla EU/Gran Bretaña.