La agencia Moody’s bajó la nota a los bancos argentinos, que contabilizan ganancias record.


Cristian Carrillo
Pagina12

La calificadora de riesgo Moody’s volvió a exhibir que no analiza las variables de países y de empresas para elaborar sus informes. Prefiere hacer alegatos políticos de la ortodoxia. Ahora les tocó el turno a los bancos.

/fotos/cash/20120930/notas_c/cs07fo01.jpg
Los bancos argentinos son cada vez más sólidos y ganan más dinero, pero Moody’s les bajó la nota.
La agencia de calificación Moody’s modificó esta semana de estable a negativa la perspectiva de fortaleza financiera para 30 bancos radicados en la Argentina, y para depósitos en pesos de otras 24 entidades. El cambio de expectativa tiene lugar luego de que hiciese lo mismo sobre la nota de deuda soberana. En esta oportunidad, Moody’s –que junto a Fitch y Standard and Poor’s se encuentran en el centro de las críticas por la actuación que tuvieron en la crisis global– alertó sobre una excesiva intervención del Estado, que desincentiva el clima de negocios. La difusión del informe de la calificadora coincidió con la publicación del relevamiento mensual sobre entidades financieras que realiza el Banco Central, el cual no sólo volvió a arrojar un resultado positivo record, sino además condiciones más sólidas. En la Bolsa, en el segmento acciones, fue el sector estrella, con subas superiores al 15 por ciento.
La calificadora, propiedad de Warren Buffet, argumentó que este ajuste en el panorama para los bancos argentinos obedece a la modificación previa que realizó para la perspectiva de los títulos públicos en moneda local y extranjera. El cambio de panorama para la deuda soberana, a su vez, lo justificó en la política económica “errática” del país y en la falta de fiabilidad de las estadísticas. “La subevaluación de la inflación es particularmente nefasta en materia de calificación, en la medida en que más del 20 por ciento de la deuda del gobierno argentino está indexada por la inflación”, subraya la calificadora. Los bonos en dólares no se indexan por estadísticas locales –aunque sí lo hace por la manipulada tasa Libo– y aun así también fueron degradados. La nota sigue siendo un castigo al país por atreverse a tener cierto grado de independencia en su política.
El análisis de Moody’s se basa en “una creciente intervención” del Estado por medio de “mecanismos poco favorables para la generación de ganancias, dinámicas de fondeo y para la flexibilidad financiera de las instituciones”. En cuanto a flexibilidad financiera, las críticas están focalizadas en las regulaciones aplicadas por el Banco Central, a partir de la recuperación de atribuciones que le otorga la reforma de su Carta Orgánica. Enumera la aplicación de mayores controles de cambio, topes a las tasas de interés de las tarjetas de crédito, regulaciones referidas al direccionamiento compulsivo del crédito y otras medidas administrativas y legales que podrían afectar la valoración del riesgo de los bancos y su apetito de riesgo.
El sector bancario es uno de los beneficiados, desde el lado empresario, con las políticas implementadas por la administración kirchnerista. Desde el estallido de la crisis financiera internacional, la actividad bancaria registra anualmente record en ganancias: de 4757 millones de pesos en 2008, 7920 millones en 2009, 11.761 millones en 2010, 14.720 millones en 2011 y para los primeros siete meses de este año acumula un resultado positivo de 10.841 millones. “En julio las ganancias para el conjunto de bancos aumentaron debido fundamentalmente a mayores resultados por intereses y menores gastos de administración. Todos los grupos de bancos mejoraron interanualmente su rentabilidad acumulada. Producto de ello, el patrimonio neto del sistema financiero consolidado se expandió en julio 31,3 por ciento interanualmente. El exceso de integración de capital (respaldo) se ubicó en 64 por ciento de la exigencia normativa”, señala el Informe sobre Bancos del Central.
De todos modos, las proyecciones de este tipo de consultoras no alcanzan siquiera a reflejar el ánimo de los inversores, que parecieron estar más atentos a los fundamentos locales que a las recomendaciones desde el exterior. La mayoría de los títulos de la deuda pública argentina cerró septiembre en positivo. La estrella entre las acciones, a contramano de Moody’s, fue el sector bancario: Francés, Galicia y Macro, que integran el panel MerVal, exhibieron alzas de entre 10 y 15 por ciento en este mes