“Vamos a ejecutar la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”.
Miles de trabajadores indocumentados mexicanos fueron detenidos y deportados durante la Operación Espalda Mojada.
La frase anterior fue pronunciada por Donald Trump durante un mitin en Iowa en septiembre de 2023.
Pero se trata de una promesa que ha repetido también en otros lugares y que incluyó en su campaña presidencial para los comicios de 2016.
El ahora virtual candidato presidencial republicano ha hecho ver que cuando habla de deportación masiva tiene previsto seguir un modelo concreto: la Operación Espalda Mojada, ejecutada por el gobierno de Dwight Eisenhower en el verano de 1954, hace exactamente 70 años.
“Vamos a cerrar la frontera porque ahora mismo tenemos una invasión. Tenemos una invasión de millones y millones de personas que están entrando a nuestro país (…) Y vamos a tener que deportar. De hecho, vamos a tener que tener un nivel de deportación que no hemos visto en este país desde hace mucho tiempo, desde Dwight Eisenhower”.
Esa operación culminó oficialmente con la expulsión de cerca de 1.300.000 migrantes indocumentados, mayormente mexicanos, y desde entonces ha sido considerada como la “mayor deportación de la historia de Estados Unidos”.
Adicionalmente, también ha sido denunciada por sus críticos como una campaña de “terror” que no solamente afectó a los indocumentados, sino también a ciudadanos estadounidenses de origen mexicano, que separó familias y marcó el inicio del uso de tácticas militares para controlar la migración.
Como comentó la historiadora Delia Fernández en un artículo publicado por la Universidad Estatal de Ohio: “Esta nueva política marcó el inicio de las modernas redadas de deportación y la militarización de la frontera que conocemos hoy”.
Pero, ¿en qué consistió exactamente la “Operación Espalda Mojada”.
A partir de la década de 1950, la Patrulla Fronteriza empezó a realizar operaciones con tácticas militarizadas para detener indocumentados.
Tácticas militares y deportaciones masivas
En mayo de 1954, el entonces fiscal general de Estados Unidos, Herbert Brownell, emitió junto al comisionado del Servicio de Naturalización e Inmigración (INS, por sus siglas en inglés), general Joseph Swing, y el jefe de la Patrulla Fronteriza, Harlon B. Carter, una declaración de prensa en la que anunciaban la “Operación Espalda Mojada”, con la que prometían barrer la zona suroccidental de Estados Unidos para hallar, detener y deportar a migrantes mexicanos indocumentados.
El término “espaldas mojadas” era un insulto racista que hacía referencia a los migrantes que cruzaban desde México a través del Río Bravo y que, naturalmente, llegaban mojados a las orillas de Estados Unidos.
En declaraciones a la prensa, Carter prometió que “un ejército de agentes de la Patrulla Fronteriza, con jeeps, camiones y siete aviones”, ejecutaría una “guerra total” para devolver a estas personas a México.
El 9 de junio se confirmó el inicio de la operación en California y en Arizona. Al amanecer del día siguiente, unos 800 agentes fronterizos venidos de distintas partes de EE.UU. establecieron de forma masiva puntos de control en las carreteras para atrapar a los indocumentados.
Durante la primera semana, los agentes detuvieron a más de 12.300 mexicanos y enviaron en autobuses a unos 7.000 hasta Nogales para ser deportados. Y, para finales de mes, ya habían detenido otros 22.000.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza estaban organizados en grupos de 12 y contaban con patrullas, vehículos rústicos, camionetas y muchas veces incluso con avionetas de vigilancia que les brindaban apoyo y orientación desde el aire.
Realizaban redadas en granjas, en plantas industriales, pero también en restaurantes, casas y otros lugares públicos de comunidades con gran presencia de mexicanos. En Los Ángeles el INS convirtió un parque público en un campamento improvisado donde alojaban al aire libre a las personas que iban a deportar.
En un plazo de tres meses, realizaron numerosas redadas en las que arrestaron a miles de personas en California, Arizona, Texas, Illinois y el delta del Misisipi.
Los detenidos eran montados en buses, barcos o aviones y eran enviados hasta la frontera donde eran entregados a las autoridades mexicanas que a su vez los enviaban a zonas del interior de México en las que, con frecuencia, no tenían ni familia ni amigos.
Para octubre de 1954, Joseph Swing declaró que la operación había logrado detener y había enviado a México a más de un millón de inmigrantes.
“El llamado problema de los “espaldas mojadas” ya no existe. El descenso en el número de “espaldas mojadas” hallados en Estados Unidos (…) revela que este ya no es, como era en el pasado, un problema de control de fronteras. La frontera ha sido asegurada”, señaló Swing en el informe anual del INS correspondiente a 1954.