Mariana Pineda

Por María Serrano
para Andaluces
Publicado el 24 de mayo de 2017
La ejecución de Mariana Pineda por Fernando VII un 26 de mayo de 1831 fue fiesta en Granada durante la II República. Granada Abierta quiere que vuelva a ser fiesta local.


“Nunca una palabra indiscreta escapará de mis labios para comprometer a nadie. Me sobra firmeza de ánimo para arrastrar el trance final. Prefiero sin vacilar una muerte gloriosa a cubrirme de oprobio delatando a persona viviente”. Mariana Pineda murió asesinada por garrote vil el 26 de mayo de 1831 en la céntrica plaza del Triunfo de Granada, según narra la historiadora Antonina Rodrigo.

En un juicio lleno de trampas e irregularidades, Pineda fue ninguneada y acusada sin pretextos por el régimen de Fernando VII, convirtiéndose en un símbolo de libertad y justicia que ha trascendido hasta nuestros días, 185 años después de su muerte. “Aquella fecha se convirtió en jornada festiva en la ciudad después de la desaparición del monarca absolutista en 1837. La fiesta local duró hasta 1936 con el inicio de la Guerra Civil, no volviendo a recuperarse nunca más la fecha”, apunta el periodista Paco Vigueras a andalucesdiario.es, coordinador de la plataforma Granada Abierta.

El grupo lleva más de una década intentado recuperar aquel legado de la conocida “heroína de la libertad” en la ciudad de Granada contando en su manifiesto con las firmas de personajes emblemáticos como Luis García Montero o Miguel Ríos. “Durante la Segunda República española se consagró el 26 de mayo como festividad local en Granada por todo el simbolismo Mariana Pineda pero el franquismo borró la fecha del mapa y solo buscamos recuperarlo”, apunta Vigueras. Fue tal la intención de borrar su memoria que “taparon la estatua durante muchos años por el mensaje feminista y libertario que tenía el personaje”, destaca la historiadora Rodrigo.
LA POLÉMICA FIESTA DE LA TOMA DE GRANADA
Las reuniones de la plataforma con el Ayuntamiento de Granada, gobernado por el Partido Popular han resultado, hasta el momento, fallidas. “La única festividad local que ellos quieren reivindicar es la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos”, que incumple, en su celebración, con los principios democráticos y de tolerancia, que deben primar en una fiesta pública. “Esvergonzoso ver a grupos de ultraderecha cantar el ‘Cara al sol’, ver en las calles a los antidisturbios por los posibles altercados a causa de los gritos xenófobos que se reivindican en una ciudad tan multicultural y mestiza como es Granada”, señala Vigueras.

Cada dos de enero, se realiza un despliegue, por parte de la corporación municipal “para hacer propaganda electoral con una fiesta anacrónica, sectaria y excluyente”. Indignado con el impulso que se da a una festividad de corte “casi fascista”, Vigueras señala que “ya está bien de que en nuestra ciudad se celebre como festividad local la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos, que provocó la huida de muchas culturas de esta tierra, como la árabe y la judía y que provocó grandes separaciones”, aclara.

El injusto crimen de Mariana Pineda fue llevado al teatro gracias al poeta Federico García Lorca, quien le dedicaría versos como el de “¡Oh, qué día triste en Granada, que a las piedras hacía llorar, al ver que Marianita se muere en cadalso por no declarar!”. La plataforma Granada Abierta pide devolver al presente, la tradicional fiesta de la Mariana, símbolo único de libertad y justicia. “Era una mujer progresista en pleno siglo XIX que quería participar en la vida pública como los hombres y reivindicar su capacidad de decisión propia frente al marido y al padre”, señala.
FIESTA LAICA SIN APOYO INSTITUCIONAL
La reivindicación de esta festividad laica, que no cuenta con ningún apoyo institucional, se celebrará, un año más, en la Plaza de la Mariana para rendirle homenaje con el romancero popular de Javier Tárraga y las canciones de artistas solidarios como Juan Trova, Elizaberta López, César Maldonado, Ángela Muro, Juan Garzón y María Martín. Cada vez son más las asociaciones de mujeres que apoyan a Granada Abierta para reivindicar al Ayuntamiento que declare el día de Mariana Pineda como “fiesta local”, participando asociaciones como Granada Laica, el Sindicato de Periodistas de Andalucía, la Asociación Mariana Pineda de Maracena, la Asamblea Clara Campoamor de La Zubia, la Asamblea Feminista Unitaria, entre muchas otras.

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La heroína liberal, Mariana Pineda (1804-1831)
José Luis Olaizola*

Tuvo una vida breve y una muerte injusta. Pero Mariana Pineda se convirtió en un mito y en un símbolo de la libertad. Silenciada durante los gobiernos absolutistas, ensalzada bajo gobiernos liberales y progresistas, la figura de Mariana Pineda se convirtió en una inagotable fuente de inspiración para poetas y dramaturgos, entre ellos, Federico García Lorca que escribió una obra de teatro en la que recreó su vida.

Mariana de Pineda Muñoz nació en Granada el 1 de septiembre de 1804. Sus padres, que nunca llegaron a contraer matrimonio, eran María de los Dolores Muñoz y el capitán de navío y caballero de la Orden de Calatrava, Mariano de Pineda. La infancia de Mariana estuvo rodeada de situaciones rocambolescas. Empezando porque sus padres solamente vivieron juntos una vez nació la pequeña y su padre firmó un documento en favor de su hija cuando supo que padecía una enfermedad crónica. Poco tiempo después, sin embargo, denunció a la madre de Mariana por haberse apropiado de unos bienes en nombre de su hija. Cuando falleció Mariano, la niña fue entregada a un tío paterno, quien, al contraer matrimonio, delegó sus responsabilidades a una pareja conocida.

Con una infancia díficil a sus espaldas, Mariana inició su vida adulta a los quince años y con una suerte poco distinta. En 1819 contraía matrimonio con Manuel de Peralta, once años mayor que ella y con el que tuvo un hijo y una hija. En 1822, Mariana quedaba viuda y al cargo de dos pequeños.

Su difícil situación no fue incompatible con sus creencias políticas que la llevaron a ayudar y acoger en su humilde hogar a distintos miembros del partido liberal perseguidos durante los tiempos del absolutismo de Fernando VII.

En 1829, Mariana daba a luz a una niña fruto de su relación con el abogado José de la Peña quien tardó muchos años en reconocer legalmente a su propia hija.



El 18 de marzo de 1831 terminaba su vida, relativamente tranquila, al irrumpir en su casa la policía. Mariana fue acusada de tener en su poder una bandera que simbolizaba la lucha contra la monarquía. Una extraña bandera inacabada y con unas letras que según sus acusadores tenían mucho sentido pero que, probablemente, fue colocada en casa de Mariana por la misma policía.

En verdad lo que querían quienes la detuvieron era que Mariana delatara a los principales cabecillas de la causa liberal, pensando que una mujer no podía ser un elemento activo en la lucha política.

Su abogado intentó defenderla sin éxito argumentando que dicha bandera tenía más un significado cercano a la masonería. Pero todo fue en vano y Mariana fue condenada a muerte.

El 26 de mayo de 1831, con tan sólo veintiséis años de edad, Mariana Pineda era ejecutada en el Campo del Triunfo de Granada. La ejecución, que pretendía ser un escarmiento y un aviso a la causa liberal, convirtió a Mariana en víctima y mártir.

Después de que su cuerpo fuera trasladado en distintas ocasiones, finalmente encontró el descanso eterno en 1856 cuando fue enterrada en la cripta de la catedral de Granada.

*José Luis Olaizola Sarriá es un escritor y guionista de cine español. Ejerció la abogacía, que abandonó más tarde para dedicarse a escribir. Wikipedia