Entrevista a Michael Hudson*: Argentina consigue el mayor préstamo de la historia del FMI
Por Jerri-Lynn Scofield
para Naked Capitalism (EEUU)
Publicado el 16 de julio de 2018
Paul Sliker: Michael Hudson bienvenido de nuevo
al ‘boletín informativo Hudson’.
Michael Hudson: Contento de estar de vuelta.
Muchas cosas han pasado desde que estuve aquí hace unas semanas.
Paul Sliker: Michael, recientemente Argentina ha
acordado un préstamo de 50 mil millones de dólares con el Fondo Monetario
Internacional. Es el mayor préstamos concedido por el FMI en su historia.
Supuestamente tiene una duración de 36 meses. Argentina comenzó las
conversaciones con el FMI en el último mes, tras tres subidas del tipo de interés
por parte del banco central. A pesar de aumentar el coste de endeudamiento por
encima del 40%, no pudieron parar la caída del peso, que se ha depreciado un
25% contra el dólar en lo que va de año.
Este acuerdo nos retrotrae a una historia oscura del FMI
para la mayoría de argentinos con su importante papel durante la devastadora
crisis económica de 2001-2002. Como de costumbre el FMI impuso severas medidas
de austeridad. Así que la decisión de argentina de volver al refugio del FMI ha
causado grandes protestas en el país durante las últimas semanas.
A pesar de ser el mayor préstamos en la historia del FMI, no
hemos oído nada en la prensa estadounidense, excepto en los habituales sumarios
financieros. No hay ningún análisis político o económico, ni siquiera en la
izquierda.
Antes de que nos metamos en el gigantesco acuerdo con el FMI
–tú eres uno de los mayores expertos sobre préstamos del FMI y del Banco
Mundial. Cuando estábamos en el departamento de análisis económico del Banco
Chase Manhattan eras el especialista sobre balanza de pagos y tu tarea era
establecer la capacidad de pago de Argentina, Brasil y Chile. Para dar al
público una pincelada sobre el contexto histórico a lo que está pasando hoy,
¿puedes hacer un repaso de la historia de la última crisis económica argentina
a comienzos de los 2000 y del papel que jugó el FMI?
Michael Hudson: La razón por la que no oímos
demasiado sobre Argentina o los problemas de deuda de otros países del tercer
mundo es porque ya practimente nadie estudia la balanza de pagos (BdP). No hay
cursos sobre la contabilidad de la balanza de pagos ni sobre contabilidad
nacional en las universidades de Estados Unidos. Los propagandistas de derechas
de la escuela de Chicago continúan diciendo que si la moneda de un país
se deprecia es porque los precios están subiendo. Pero eso revierte por
completo la causalidad. Para países deudores como Argentina o otros países de
Latinamércia la balanza de pagos no está relacionada con los precios
domésticos, los salarios del país o el coste de producción. La balanza de pagos
y por lo tanto el tipo de cambio se hunden por el pago de la deuda.
La deuda se paga a través de la Cuenta de Capital.
Políticamente, la deuda pública denominada en dólares es emitida para cubrir el
déficit comercial que resulta de factores estructurales i.e. como por ejemplo
su conformidad con no producir producir sus propios alimentos e importarlos de
los EEUU y dejando que EEUU invierta en estos países sin pagar impuestos. Estos
son factores estructurales que no tienen nada que ver con los salarios o los
precios.
Argentina es el modelo a seguir para aquellos países que han
arruinado su economía. Su oligarquía depredadora de derechas se las ha
arreglado para llevar a su país de ser uno de los más prósperos a finales del
siglo XIX a uno de los más pobres y endeudados. Es un problema político. Pero
la oligarquía culpa a los trabajadores y dice que se les tiene que pagar menos.
En 1990 ayuda a crear el primer fondo de bonos soberanos del
Tercer Mundo. Lo crearon Scudder, Stevens & Clark. En aquel tiempo, en
1989-1990 Argentina pagaba 45% en sus bonos públicos. Brasil paga lo mismo.
Imagínate: 45% al año. Eso dobla el dinero invertido en dos años. Ningún país
puede pagar eso por demasiado tiempo. Pero era claro la dictadura
argentina -reforzada y apoyada por el programa estadounidense para matar
a todos los líderes obreros, partidarios de reformas agrarias y profesores de
izquierdas –continuaría por pagar por lo menos durante 5 años. Así que ese era
el tiempo de duración del fondo.
A pesar de esos altos tipos de interés no fuimos capaces de
vender los bonos del fondo a ningún americano o europeo. Pero Merril Lynch, que
suscribió los bonos del fondo, vendió todas sus participaciones en
Latinoamérica. El fondo fue organizado por la Compañía de la Indias
Occidentales Holandesa, una firma extranjera de la cual los americanos no
podían comprar bonos.
Así que, ¿quién lo compró? Los inversores de esos bonos
fueron las familias ricas de Brasil y Argentina. Creo que he comentado esto en
este mismo programa en alguna otra ocasión. La deuda externa de Argentina
estaba en posesión, casi enteramente, en manos de la oligarquía nacional
argentina –la clase de los muy ricos-. Cambiaron su dinero a dólares comprando
los bonos porque sabían que iban a conseguir unos intereses muy altos.
Esta es la oligarquía que continúo la estela del golpe
americanochileno de 1973 que asesinó a Allende e instaló en el poder a
Pinochet. Los EEUU organizaron asesinatos en masa y impusieron una campaña del
terror por toda Latinoamérica. En Argentina se llamó ‘la guerra sucia’. Los
americanos llegaron e aplicaron los principios económicos de la escuela de
Chicago: que la única solución si quieres tener un mercado libre es estar
dispuesto a asesinar a los líderes obreros, partidarios de la reforma agraria y
a los profesores universitarios. Decenas de miles de reformistas argentinos
fueron torturados y matados para poner la monarquía en el poder y recortar
impuestos a las rentas altas. Sus leyes impositivas hacen que Donal Trump
parezca un moderado. Y como casi todas las élites financieras, tomaron el
dinero y escaparon poniendo el dinero en bonos argentinos denominados en
dólares. Políticamente denunciaron a los tenedores de bonos Yankees por
forzarles a pagar unos altos intereses del 45% al año haciendo devaluar su
moneda, pero las familias ricas eran al fin y al cabo los verdaderos “Yankees”
que recibían el pago de intereses. ¡Los verdaderos Yankees americanos ni
siquiera confiaban en los argentinos!
Cuando Scudder fue allá y habló con los inversores
americanos en 1990, le dijeron que los políticos argentinos eran unos ladrones
y que ellos no iban a invertir en una cleptocracia cuya única intención era
engañarnos como engañaban a su propia gente.
Ahora, avanzando rápidamente hasta 2001. El FMI llegó y
siguió las indicaciones del Departamento de Defensa y el Departamento de Estado
de los EEUU para apoyar a la oligarquía y a sus terroristas. La CIA temía que
de no hacerlo Argentina podría convertirse en una democracia al tiempo que la
oleada de imposición del “libre mercado” venía a su fin.
El personal del FMI vio que era obvio que Argentina no podía
endeudarse más. A pesar de ello, prestaron a Argentina tanto dinero como fuera
necesario para que los ricos argentinos pudieran tener un tipo de cambio
suficientemente alto como para poder sacar su dinero del país y convertirlo a
dólares. Fue un gran subsidio para la fuga de capitales fuera de Argentina y
convertido en deuda argentina denominada en dólares.
Cualquier análisis realista de la balanza de pagos habría
demostrado que Argentina no podía pagar su deuda externa. El personal del FMI
sabía que el dinero estaba siendo robado y sacado del país. Era como si le
prestasen dinero a Ucrania. No era un error, esa era su característica por
diseño. El FMI estaba tan cabreado que durante la próxima década su lema fue
“No más Argentinas”.
Ya en 1965, cuando trabajaba en Chase Manhattan, hice un
análisis de la balanza de pagos argentina y de su capacidad para pagar su deuda.
Mi trabajo fue calcular cuánto era capaz Argentina de tomar prestado en moneda
extranjera. Primero calculé su capacidad exportadora y sus necesidades
importadoras. Aceptaron comprar productos americanos y así volverse
dependientes. Descubrí que Argentina ya estaba pagando toda la deuda que podía
por lo que no podía permitirse endeudarse más. Por al menos medio siglo ha
estado claudicando.
El FMI debería haber realizado el mismo análisis, pero el
comité elegido por los EEUU desautorizó a su propio equipo. Era como si
operasen desde un sótano del Pentágono e hiciesen todo lo que se les decía. Así
que el FMI prestó el dinero para apoyar a la oligarquía y a la fuga de
capitales. Esto es básicamente lo que EEUU y el FMI hicieron también en Rusia.
Cuando Argentina emitió bonos denominados en dólares
americanos, firmó un acuerdo un tanto ambiguo diciendo que debía tratarse a
todo el mundo con ecuanimidad. Como sabes, mi libro Killing de Host contiene
un capítulo sobre la deuda externa argentina. La mayoría de los tenedores de
bonos aceptaron cancelar parte de la deuda hasta un nivel que de manera
realista pudiese ser pagada. Pero hace algunos años un juez de EEUU casi senil
sentenció a favor de los fondos de inversión diciendo que ‘ecuanimidad’
significa pagar la totalidad, invalidando el acuerdo de cancelación. El juez
Griesa dijo que una deuda es una deuda, incluso cuando la mayoría de argentinos
la habían cancelado. Así que los fondos buitres se pusieron las botas.
El resultado es que Argentina está hoy atrapada como Puerto
Rico, Grecia o Ucrania. No puede pagar su deuda externa, así que los tenedores
de bonos retirando sus bonos y la moneda se está desplomando. La razón no es
porque estén importando más, y ciertamente no es porque los salarios son muy
altos. De hecho los salarios son muy bajos porque, como he dicho, la policía
estatal asesinó a los líderes obreros.
El FMI determina las condiciones de sus préstamos: no puedes
dar poder a los sindicatos y tienes que privatizar la industria (lo que quiere
decir, vendérsela a los EEUU y otros inversores extranjeros). Debes retornar a
la guerra de clases para la venganza. Así es como hemos llegado a la situación
en la que el FMI prestó tanto dinero como fuese necesario para que las familias
ricas argentinas puedan cambiar sus pesos por dólares. Esa fuga de capital deja
al país vacío y corto de dinero. Esa es la verdadera filosofía del “libre
mercado” del FMI.
La situación va a empeorar en los próximos meses, no solo
para Argentina sino también para otros países de Latinoamérica. El principal
problema es que en los EEUU la Reserva Federal está subiendo los tipos de
interés. Están preocupados con el pleno empleo y su trabajo es mantener los
salarios bajos. La Reserva Federal piensa que la manera de mantener los salarios
bajos en los EEUU es subiendo los tipos de interés para espantar nuevas
inversiones y la creación de empleo, excepto al salario mínimo o niveles
irrisorios.
Subir los tipos de interés en los EEUU significa que el tipo
de cambio del dólar contra otras monedas sube. Ahora se necesitan más pesos o
otra moneda del tercer mundo para pagar la deuda externa. Eso significa que los
demás países se encontrarán de repente debiendo más por su deuda externa. Esa
es otra razón por la que el capital privado está volando de Europa,
Latinoamérica y Asia y yendo a los EEUU. Los inversores pueden hacer más dinero
seguro comprando bonos del gobierno de los EEUU que de cualquier otro modo,
porque el sistema financiero internacional está muy endeble ahora mismo.
Es por eso por lo que tenemos una curva de rendimientos
invertida en los EEUU: las tasas de interés a corto plazo son más altas que las
de largo plazo porque los ahorradores (a.k.a. el uno porciento de aquí y del
extranjero) están poniendo su dinero en líquidos pagarés del Tesoro de los
EEUU.
Si la Reserva Federal sigue con su política de subir los
tipos de interés, esto forzará a la banca rota a buena parte de los países que
deben deuda externa denominada en dólares, porque la moneda fuerte se volverá
aún más cara en relación con las monedas débiles de los países deudores.
Paul Sliker: Como has mencionado anteriormente,
es alucinante que para el FMI el término “nunca más otra Argentina” se
convirtiera en su lema hace unos años y fuera de hecho citado por los
economistas de la sección europea del FMI cuando dejaron la institución tras el
terrible préstamo a Grecia. El FMI reconoció que la deuda argentina era
impagable. Para ser un poco más claros sobre lo que crees que ocurrirá esta vez
con este nuevo préstamos de 50 mil millones, ¿están simplemente rescatando a
los especuladores de bonos argentinos?
Michael Hudson: No solo a los especuladores,
también a la oligarquía nacional tenedora de bonos, a los latifundistas y a los
propietarios de empresas. Los ricos argentinos que trabajan con bancos
extranjeros quieren poner su dinero fuera del país, en otra moneda que no sea
el peso. Saben que el juego se ha acabado y que es momento de coger su dinero y
escapar.
Paul Sliker: Solo por aclarar aún más en
comparación con la situación de 2001-2002, ¿qué va a sucederle al pueblo
argentino esta vez?
Michael Hudson: Lo mismo que al pueblo griego o
al de Puerto Rico. Muchos tratarán de emigrar. Algunos se suicidaran. Y la
esperanza de vida se acortará.
El escenario de referencia es lo que ocurrió en Rusia bajo
el neoliberalismo de los 90. No hay demasiado que la gente de Argentina pueda
hacer porque su Presidente básicamente trabaja para el sistema bancario de los
EEUU y ha dejado que el FMI ponga bajo presión a su país. Ha detenido los subsidios
nacionales a la gasolina, el petróleo y el gas para los productores nacionales.
Básicamente está haciendo desaparecer los subsidios en general. Es un programa
clásico de austeridad neoliberal.
Argentina está siguiendo el programa de Donal Trump para equilibrar
el presupuesto público recortando en programas sociales. La razón por la que el
caso argentino debería ser interesante para tu audiencia es que se parece al
futuro de los EEUU. Los que está ocurriendo en Argentina es lo que Donal Trump
–y antes que él, el Presidente Obama- quieren hacer con la economía de los
EEUU.
Paul Sliker: Esa es justamente la pregunta que
te quería hacer. Según nos acercamos al final, Michael, quizá puedes
desarrollar un poco más esto. Creo que se cree en general que durante décadas
el tema principal en Latinoamérica es que la política económica y exterior
americana es utilizar al FMI y al Banco Mundial para apoyar a sus acreedores,
los inversores extranjeros y la privatización. Pero, ¿por qué debería a la
gente preocuparle aquí en EEUU? Sé que habías empezado a explicar eso, pero
¿puedes profundizar un poco más en este tema?
Michael Hudson: lo que realmente está en juego
aquí es si todas las deudas deberían ser pagadas o no. Creo que debería haber
una ley internacional que no obligase a ningún país a pagar a los ricos del uno
por ciento, especialmente a una clase acreedora que prefiere mantener su
riqueza fuera del país en moneda extranjera. Ningún país debería estar obligado
a pagar a sus tenedores de bonos si el precio a pagar significa austeridad,
desempleo, decrecimiento de la población, emigración, incremento de la tasa de
suicidios, abolición de los estándares de salud pública y venta de los
monopolios públicos. Para empeorar las cosas aún más, las privatizaciones demandadas
por el FMI y el Banco Mundial, por ejemplo, harán aumentar mucho los precios de
los servicios públicos, el transporte, el agua y las telecomunicaciones.
Debe existir el principio de que la población de un país
debe estar por encima de los inversores extranjeros. Pero los principios del
FMI, el Banco Mundial y los EEUU son justamente lo opuesto, es decir, que
ningún país puede poner sus intereses por delante. Por el contrario, a cada
país se le ordena poner los intereses de los acreedores internacionales por
delante, incluso cuando el coste es el empobrecimiento, la dependencia, la
pobreza masiva y la desindustrialización. Esto es lo que la globalización
significa hoy en día. Es una imposición a escala mundial de la guerra de clases
por parte de los acreedores del uno por ciento contra la clase obrera y los
endeudados del 99% y sus gobiernos.
Esta locura ya fue rechazada hace ya 2000 años. En el libro
primero de La República de Platón, encuentras a Sócrates
argumentando contra la idea de que todas las deudas deban ser pagadas. Se
pregunta que ocurriría si tomas prestado un arma de un loco y te la pide de
vuelta. ¿Debes entregarle un arma si es probable que te vaya a hacer daño?
Esto aplica a todos los acreedores en general: ¿Debes pagar
tus deudas si los acreedores van a usar su dinero para empobrecer a la
población y reducir a la gente a la servidumbre por deuda? Eso es sobre lo que
trata La República. Todavía estamos lidiando con este mismo
problema 2400 años después.
El problema es: ¿qué es más importante, el bienestar de la
gente o los acreedores?
*Michael
Hudson es un antiguo economista de Wall Street. Distinguido
profesor e investigador de la Universidad de Missouri, en la ciudad de Kansas
(UMKC), es autor de numerosos libros, incluidos Super Imperialism: The Economic
Strategy of American Empire (nueva edición en Pluto Press, 2002). Su nuevo
libro es: Killing the Host: How Financial Parasites and Debt Bondage Destroy
the Global Economy (edición digital de CounterPunch). Wikipedia
Fuente: sinpermiso.info