Ley antidiscriminación: Otro frente de lucha del pueblo chileno
Emilce Herrera
APAS
- La discriminación se cobró una vida. El asesinato del joven chileno Daniel Zamudio, a manos de un grupo de neonazis, estremeció a la sociedad. Este hecho desencadenó el repudio por el homicidio y el reclamo por la aprobación de la ley antidiscriminación, conocida como Ley Zamudio.
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Despedida popular a los restos del joven Zamudio Foto: AFP |
“El paisaje humano contemporáneo responde a
cientos de identidades y tipos psicológicos, muy marcados en zonas de una
geografía-polifacética en rasgos, costumbres, acentos, rostros, pertenecientes a
una heterogénea materia prima que da luz a un santiaguino o cualquier chileno
con muchos matices. Espontáneo, ciclotímico, confiado, pícaro, alegre pero
también melancólico y romántico, cristiano, débil pero devoto a todos los santos
del calendario. Sencillo y amigo de sus amigos. Recibe aunque el lugar no sea
espléndido. Característica esta última que no lo hace ceder ante el arrollador
avance del materialismo y consumismo que presiona al Occidente de hoy”. Así
describe el factor humano el libro “Al fin del mundo: un modelo de
desarrollo”, obtenido en el consulado de Chile en la ciudad de
Mendoza.
En la obra se agrega que en aquel país hay “sitio y futuro
para todos”. Pero aclara que sólo lo habrá para “aquellos que lleguen
premunidos de coraje, paciencia y perseverancia”.
Más adelante –y de
modo profético- sentencia que “en caso contrario, la megaciudad desencanta,
frustra… mata”. Sobre todo mata. Pero para darle un final feliz la
descripción concluyó: “Chile tiene algo grande: no rechaza a
nadie”.
Estas palabras en los hechos no se cumplieron, ya que en marzo
-tal como lo publicó la Agencia de Noticias TELAM-, Chile se estremeció ante un
hecho que se podría haber evitado y por el cual se comenzó a legislar en materia
de Discriminación y Derechos Humanos.
Después de siete años del rechazo
y archivo de una ley antidiscriminatoria, la propuesta se modificó y, tras su
debate en el Congreso, fue aprobada y se dio a conocer como ley Zamudio.
"¿Por qué te entregas a esa piedra niño de ojos almendrados,
con el
impuro pensamiento de derramarla contra el árbol?
Quién no hace nunca daño a
nadie no se merece tan mal trato.
Ya sea por sauce pensativo, ya melancólico
naranjo.
Debe ser por el hombre bien distinguido y respetado:
Niño
perverso que lo hiera, hiere a su padre y a su hermano".
Nicanor
Parra, poeta chileno.
Daniel Zamudio fue asesinado por supuestos
pandilleros neonazis -niños perversos-, lanzándole una gran piedra en su
estómago -entre otras técnicas violentas-. Si bien Parra se refirió a la
violencia de un niño contra un árbol, éste poema refleja la perversa condición
humana de dañar la vida. En este caso los heridos también fueron los
ciudadanos y la sociedad en su conjunto, por quienes osan de decidir sobre
el derecho de vivir.
Zamudio murió el 27 de marzo tras sufrir tres
semanas de agonía por las heridas y lesiones y torturas, además se llevó
las marcas de tres esvásticas y consignas nazis en su cuerpo. Sus atacantes
lo encontraron en la noche del 3 de marzo en estado de ebriedad y durmiendo en
el banco de una plaza. Éstos, tras conocer o percibir su condición sexual, lo
golpearon durante largas horas, según lo indicó el Diario La Voz en su
publicación del 28 de marzo.
Su funeral fue multitudinario, miles
de chilenos acompañaron el cortejo y lo despidieron con pañuelos blancos y
flores. Mientras tanto, en el Congreso se debatía la aprobación de una ley
antidiscriminatoria.
"¿Van a dejarnos bordar de pájaros
las banderas
de la patria libre?"
Pedro Lemevel, poeta chileno.
El caso de
Zamudio marcó un quiebre en relación con los diecisiete asesinatos que
ocurrieron en Chile motivados por su orientación sexual entre el 2002 y
2011, según datos del Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh), Como
sentenció Rolando Jiménez, presidente del movimiento: “pasaron inadvertidos en
una sociedad que ahora comenzó a rebelarse contra la discriminación, entre otras
luchas que se han declarado en este último tiempo en el país, como es la lucha
que libran los jóvenes por la educación pública”.
Sobre esto opinó el
cónsul subrrogante chileno en la ciudad de Mendoza, Luis Felipe Artal, en
entrevista con APAS.
La entrevista se llevó a cabo al día
siguiente de la aprobación de la normativa y Artal afirmó que “este tipo de caso
ayuda a poder seguir avanzando. Sé que por un lado la juventud protagoniza
hechos de este tipo de violencia, pero también creo que ha crecido la juventud
en general de manera que las cosas no se oculten, se muestren, en abrir un poco
la mente. No es que justifique el hecho, pero ayuda a la reflexión, al debate.
Chile esta pidiendo igualdad de oportunidades”.
Artal manifestó también
que, “esta ley en su momento se votó y no se llegó a aprobar porque no se contó
con el quórum necesario, hubo un sector que temió que se pudiera dar cabida a
matrimonios del mismo sexo”.
Prueba que los sectores conservadores de
Chile detuvieron la anterior ley, fueron las manifestaciones que hicieron sobre
el actual caso y la actual ley por ejemplo el abogado Jorge Reyes,
coordinador de la Red por la Vida y la Familia, quien fue despedido del
ministerio de Salud tras cuestionar públicamente la orientación sexual de
Zamudio. Así se manifestó Reyes en una nota para Tiempo Argentino el 11 de
Abril: “al parecer hay una visión romántica respecto de lo que podría ser la
tolerancia hacia los homosexuales”.
También dieron su postura sobre
la aprobación de la ley sectores de la iglesia quienes, a través del arzobispo
católico Ricardo Ezzati, advirtieron: “Hay que considerar bien qué cosa hay bajo
el sombrero de la no discriminación, porque debajo de un sombrero tan bonito
y que todos compartimos pueden haber situaciones que son objetables”.
Por otro lado, Felipe Ward -jefe de la bancada de diputados de la
mayoritaria Unión Democrática Independiente (UDI)-, declaró “No queremos una
ley que abra la puerta a otras reformas”.
Estas fueron las
expresiones de sectores que llevan a que la discriminación comience desde el
Estado hacia la sociedad, dividiendo y dejando afuera a las minorías, dejándolas
vulnerables. Debido a estas posiciones la ley se archivó durante siete años, y
hoy lleva, lamentablemente, el nombre de una víctima: Daniel Zamudio.
El
cónsul Artal también dio su opinión sobre el posible camino de Chile hacia la
aprobación del matrimonio igualitario: “esta parte la veo más complicada, esta
ley de discriminación no fue aprobada por esto en una primera instancia, lo veo
difícil. Pero al menos ahora se esta debatiendo”. Y con respecto al asesinato
del joven sentenció: “no se puede permitir este tipo de situaciones en países
que valoran la democracia, no se pueden aceptar”.
Asimismo afirmó que:
“es bueno para sociedades como la nuestra que de una vez por todas se legisle en
materia de no discriminación, no sólo sobre la orientación sexual, sino de todo
tipo racial, socioeconómica, porque la ley comprende eso”.
“Hablo por mi
diferencia, defiendo lo que soy” (…)
Pedro Lemevel
Pedro
Mourantian, Interventor del Instituto Nacional contra la Discriminación, la
Xenofobia y el Racismo (INADI), publicó en el libro “En el camino de la
igualdad” , sobre la situación en Argentina, pero expansivo a toda América del
Sur estamos atravesando un momento histórico en el que se avanza en un conjunto
de reivindicaciones que parecían muy difíciles de alcanzar un tiempo atrás. Lo
que está en juego es la reformulación tanto de un modelo de desarrollo como la
reconstrucción de la relación entre el Estado y la sociedad, la reducción de las
desigualdades sociales y el reestablecimiento de criterios de justicia que las
reformas neoliberales asociadas a una concepción estrecha y mercantilista de la
globalización, han traído a nuestros países”.
Karina Ferraris, profesora
de la Cátedra de “Diversidad, Inclusión y Perspectiva de Genero” en la Facultad
de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, explica en clase: “estamos en
un momento interesante de ampliación de derechos, los derechos son conquistas y
no se conquistan con la nada, se conquistan con organización, lucha”. Agregó
que “se debe poder deconstruir las representaciones sociales vigentes que
mantienen un status quo, para no reproducirlas. Para esto se debe pensar la
discriminación en relación con las políticas públicas”.
Según los datos
del INADI, Argentina ha sido pionera en materia de Derechos Humanos en
Latinoamérica. Desde el año 2003, con la presidencia de Néstor Kirchner
(2003-2007) y desde la asunción en el 2007 de la presidenta Cristina Fernández,
se trabajó en el afianzamiento de una política integral de Derechos Humanos -con
la que se fortalecieron o impulsaron distintas políticas concretas en relación a
la memoria histórica, la migración, el género, entre otras-, la implementación
de la Asignación Universal por Hijo y la aprobación del Matrimonio Igualitario
constituyen ejemplos fundamentales del compromiso del Estado Nacional con las
demandas sociales de distintos sectores por la plena vigencia y ampliación de
sus derechos.
Asimismo en el informe se aclara que el Estado argentino
asumió, en octubre de 2001, su compromiso de preparar un Plan Nacional contra la
Discriminación cuyos objetivos coincidirían con la Declaración y Plan de acción
de la Conferencia de Durban, conferencia mundial contra la discriminación, la
xenofobia y las formas conexas de intolerancia en Sudáfrica en el año 2001.
“Mi hombría es aceptarme diferente”
Pedro Lemevel
La
normativa aprobada, en la mayoría de sus apartados sancionó por primera vez en
Chile la discriminación por orientación sexual, religiosa, de raza, etnia,
nacionalidad, situación económica, idioma, u opinión política y estableció como
deber del Estado promover acciones para favorecer la no
discriminación.
El escritor Pedro Lemevel se manifestó en contra de la
discriminación en los años de 1980, cuando estos jóvenes que hoy luchan por sus
derechos recién nacían. En un acto político, Lemevel leyó parte de su
manifiesto por la diferencia: “¿tienen miedo que se homosexualice la
vida?, y no hablo de meterlo y sacarlo, y meterlo solamente. Hablo de ternura
compañero, usted no sabe, cómo cuesta encontrar el amor en estas condiciones,
usted no sabe”; y de manera profética continuó: “hay tantos niños que van
a nacer con una alita rota, y yo quiero que vuelen compañeros, que su
revolución, les de un pedazo de cielo rojo para que puedan volar. Y
declaraba que no hay nada peor que ser sudaca, puto y pobre; en un mundo que
enseña a odiar. Ojalá que el pueblo chileno escuche a sus poetas, como decía
Pablo Neruda: ‘solo con una ardiente paciencia, conquistaremos la espléndida
ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía
no habrá cantado en vano’”.