Todos somos Venezuela

Ángel Guerra Cabrera
Para La Jornada
Publicado el 21 de septiembre de 2017

Caracas. El chavismo vive creativo y animado de una redoblada voluntad de paz y vida para Venezuela, nuestra América y el mundo, su formidable victoria ante la mayor y más prolongada arremetida de Estados Unidos y las derechas. Es lo que se respira nomás llegar a esta urbe, caminar sus calles y hablar con el pueblo en los parques y plazas del centro regional y mundial de la resistencia contra el imperialismo, y por la construcción de una sociedad alternativa.

La revolución bolivariana resistió estoicamente 120 días de violencia fascista en medio del mayor ataque mediático contra un país desde que existen las TIC y de la implacable guerra económica, recrudecida al extremo por las últimas sanciones de Trump, que harán mayor daño al pueblo venezolano. Contrariamente a lo que esperaban sus enemigos, el chavismo resultó fortalecido de este ataque inmisericorde, pues gran parte de los venezolanos percibió con indignado rechazo que es del lado opositor de donde realmente vienen la violencia, el castigo económico y el peligro de una intervención extranjera. Ello se tradujo en más de 8 millones de votos en apoyo a la Asamblea Nacional Constituyente.

A poco tiempo de instalada, la Constituyente ha ganado cada día más prestigio en la valiosa labor de gobierno, reordenamiento institucional, imperio de la verdad y la justicia y actividad legislativa que desarrolla. A su vez, la oposición recibió una desastrosa derrota que la ha desmoralizado, dividido y desprestigiado aún más ante sus seguidores, que se sienten engañados luego de que sus líderes decidieran participar en las elecciones regionales después de haber prometido que no abandonarían las calles hasta salir de la dictadura.

Situación profundamente agravada después de que el presidente Nicolás Maduro y otros dirigentes chavistas denunciaran que los líderes opositores –incluidos Julio Borge, presidente de la MUD y hasta el mismísimo Leopoldo López mediante licencia penal–, llevan meses dialogando con el gobierno bolivariano, al mismo tiempo que lo niegan olímpicamente. Existen pruebas irrefutables de las pláticas: fotos, grabaciones y también testigos como el presidente de República Dominicana, Hipólito Mejía, y el ex presidente del gobierno español José Luis Rodriguez Zapatero, entre otros mediadores aceptados por la oposición.

El mandatario venezolano hizo estas revelaciones en el programa Domingo con Maduro número 93 dedicado al importantísimo Diálogo Mundial por la Paz, la Soberanía y la Democracia Bolivariana, que ha sesionado en esta ciudad desde el 17 de septiembre con la presencia de 200 invitados de 60 países, una verdadera cumbre de solidaridad con Venezuela. Más aún, una cumbre de solidaridad con los pueblos del mundo que luchan por su independencia, soberanía y por abrazar la democracia participativa, protagónica y comunal, toda vez que Venezuela es hoy el referente que inspira esta lucha en el mundo.

La presencia de Evo Morales y de una representación de organizaciones populares bolivianas le dio un toque muy especial al programa, inserto, por lo demás, en un intenso clima de trabajo, que al analizar experiencias anteriores se ha esforzado por puntualizar de manera muy concreta un variado número de actividades de solidaridad con Venezuela durante 2018 en todos los países, propagadas al máximo en las redes sociales de Internet o realizadas a partir de estas mismas. No se trata sólo, se puntualizó, de organizar necesariamente nuevas actividades. También de ligar a la solidaridad con Venezuela conmemoraciones como el cincuentenario de la caída del Che en combate o el centenario de la revolución bolchevique

Voces vibrantes como las de Ronald Lumumba, hijo del gran líder congoleño asesinado por la CIA; Sonia Gupta, secretaria general de la Organización India por la Paz y la Solidaridad; Fernando González Llort; uno de de los cinco héroes cubanos, y la brasileña Socorro Gómez, presidente del Consejo Mundial por la Paz, se levantaron para dar su resuelto apoyo a la Venezuela Bolivariana. De la misma manera, recibieron un respaldo emocionado y caluroso de todos los delegados la Proclama de Caracas y el Plan de Acción acordados tras los debates del encuentro.

Con una vibrante y festiva marcha antimperialista, a la que nos sumamos los invitados, nos despidieron los caraqueños.

Publicado el 28 de septiembre de 2017

Esto no se va a quedar así. Quienes incurrieron en traición a la patria tendrán que responder ante la Comisión de Verdad y Justicia de la Asamblea Nacional Constituyente. Fue la rotunda afirmación que nos hizo Delcy Rodríguez, presidenta de ese órgano, sobre la conducta de varios líderes de la oposición venezolana que pidieron reiteradamente la intervención de Estados Unidos en el país y han dado su apoyo más caluroso a las recientes sanciones implantadas por Trump contra Venezuela.

La función de la ANC no es sólo redactar una nueva Constitución, toda vez que esta es el máximo poder del Estado mientras duren sus deliberaciones. El proceso constituyente, explicó Delcy, es profundamente popular, busca proteger nuestra independencia, soberanía y democracia. No sólo blindar y consolidar lo ya alcanzado por el modelo de socialismo bolivariano, sino profundizarlo.

Un ejemplo del diálogo que la ANC está impulsando con todos los sectores del país es la Constituyente Educativa, desarrollada paralelamente a nuestra estancia en Caracas, en la que profesores y estudiantes fueron escuchados desde la base en un intenso debate sobre las adiciones y modificaciones que se harán a los capítulos relativos a la educación en el nuevo texto constitucional. El mismo procedimiento se aplicará a todos los temas, entre ellos la ampliación de los capítulos relacionados con las mujeres, los jóvenes, los pueblos originarios, los trabajadores, las personas con discapacidad, los campesinos, los empresarios y los pescadores.

Delcy subrayó que un importante tema pendiente era la justicia, pues la existencia de una fiscal desleal a la revolución creó una situación de impunidad. Puso como ejemplo que en el estado de Miranda, donde más violencia se manifestó en abril-julio, los órganos de seguridad entregaban a los violentos al ministerio público y éste los ponía en libertad al día siguiente.

Lo mismo ocurre, expresó, con los delitos de cuello blanco, que es necesario castigar hasta las últimas consecuencias. También esa tarde, al dirigirse a nosotros y al pueblo congregado ante el Palacio de Miraflores, el presidente Maduro expresó el peligro que significaba la corrupción para la revolución y aseguró que la combatiría por todos los medios a su alcance fuera quien fuera el presunto implicado.

El comandante Chávez dio un paso importantísimo al crear el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEOFANB), nos dijo Vladimir Padrino, ministro de Defensa y general en jefe. Chávez modificó la anterior doctrina militar de subordinación a Estados Unidos e identificó a esa potencia como el enemigo del que la FANB debían defender a la patria, sus instituciones y recursos naturales. Al crear el CEOFANB unificó el mando de los distintos componentes del aparato armado que andaban dispersos y divididos. Al mismo tiempo, planteó tres aspectos esenciales de la nueva doctrina militar: 1) Invertir en nuevos sistemas de armas, pues las anteriormente denominadas FAN no sólo estaban empobrecidas moralmente, sino también materialmente; 2) la unión cívico-militar, clave para defender del imperialismo a una revolución popular como la bolivariana, y 3) participación del pueblo en la defensa, que incluye a cientos de miles de hombres y mujeres en las unidades de milicias voluntarias.

Padrino nos explicó cómo el chavismo y la FANB, bajo la dirección de su comandante en jefe, Maduro, habían derrotado más de tres meses de violencia, guerra mediática y guerra económica –aunque estas dos sigan– como parte de la guerra de cuarta generación que Estados Unidos ha lanzado contra Venezuela. Mientras él exponía, yo recordaba los documentos Venezuela Freedom I y II elaborados por el Comando Sur de Estados Unidos, donde se anticipaban las acciones opositoras de los pasados dos años en Venezuela combinadas con la complicidad de Almagro, que al fin no ha podido aplicar la Carta Democrática Interamericana a Caracas.


Añadió que si no hubo mil muertos en esos días fue gracias a la prudencia, la inteligencia y la paciencia de los efectivos de la Guardia Nacional y la policía bolivarianas ante una violencia constante y feroz de la derecha. No obstante, dijo que como ministro de Defensa se había puesto a las órdenes de la Comisión de Verdad y Justicia de la ANC por si procedía actuar contra algún abuso cometido por uniformados. Concluyó que por orden de Maduro el alto mando de la FANB comparecerá ante la ANC par