El precio del petróleo afecta al 'fracking' en Estados Unidos

Roberto Bellato
Actualidad RT [x]

"Va a haber un equilibrio en el que se llega a un precio bajo y los proyectos dejan de ser rentables", le dijo Todd Myers, analista energético del Washington Policy Center (un centro de estudios de Washington) a la cadena inglesa BBC en enero de este año. Y eso es lo que pareciera estar sucediendo en Estados Unidos. El bajo precio del crudo va a perjudicar a los proyectos petroleros que utilizan el 'fracking' ('shale') como método de extracción porque son muy costosos y peligra su rentabilidad.


La Administración de Información de Energía (EIA, según sus siglas en inglés) acaba de difundir la información que indica que tres de los campos petroleros más importantes de la industria del 'shale' en Estados Unidos comenzarán a producir menos desde el mes de abril.

Se trata de los campos de Bakken, que disminuirá en 8.000 barriles diarios, el Eagle Ford, que disminuirá su producción en 10.000 barriles diarios, y el Niobrara, donde la producción se reducirá cerca de 5.000 barriles por día. Esta información difundida por la EIA puede generar fuertes movimientos en el mundo del petróleo a nivel mundial.

A esto se suma que hay varios proyectos que se frenaron o que las empresas están evaluando detener porque la rentabilidad no sería la esperada, como en la localidad de Midland, en Texas (uno de los estados del 'boom del shale'), donde la empresa Helmerich & Payne tuvo que frenar bastantes perforaciones de pozos.

Sobre la producción de 'shale' en EE.UU. también se expresó la OPEP (la Organización de Países Exportadores de Petróleo), que en su informe mensual conocido este lunes dijo: "frente a la disminución de perforaciones (de 'shale') por los altos costos y por una baja potencialmente sostenida en los precios del crudo, se puede esperar que siga una caída en la producción, posiblemente para fines del 2015".

La principal causa de la caída del precio del petróleo, que en nueve meses se redujo en casi un 60%, es el sostenido aumento de la producción. Estados Unidos pasó de 5,6 millones de barriles diarios en 2010 a 9,3 millones a fines de 2014, el mayor nivel en 30 años. Este 'boom del shale' de EE.UU., iniciado hace siete u ocho años, produjo una enorme sobreoferta a nivel mundial.

Al mismo tiempo, la OPEP definió en noviembre mantener los niveles de producción y, por consecuencia, bajaron los precios de los hidrocarburos. Todo este proceso es empujado también por la menor demanda de la economía mundial, impulsada por una desaceleración de China y Europa.

Esta semana el crudo siguió bajando. El barril tipo WTI llegó a los 43 dólares estadounidenses, mientras que el Brent en Londres bajó a 53 dólares. Está por perforar al piso de marzo de 2009, cuando llegó a los 42,85 dólares el barril.

La enorme producción en el país del norte ahora se expresa muy claramente en el aumento de los inventarios en los centros de almacenamiento. La EIA también señaló que los tanques de almacenamiento pueden llegar a su límite en poco tiempo ya que en algunos lugares están al 90% de su capacidad. Perforación, producción y almacenamiento parecen llegar a altos niveles de saturación en Estados Unidos. 

Cuello de botella

En medio de este contexto abundante de oro negro, la industria del 'fracking' en EE.UU. está entrando en un cuello de botella. Para el Center for American Progress de Washington, que se encarga de estudiar políticas energéticas, el impacto que está teniendo la caída del petróleo es que numerosas empresas están considerando no realizar nuevas perforaciones y bajar equipos activos de la industria.

Durante 2012, cuando el barril estaba alrededor de los 100 dólares, Estados Unidos logró una producción gigantesca que lo ubicó con la dependencia a la importación de crudo más baja en dos décadas. Según la consultora Ernst & Young, los 50 principales operadores de 'fracking' (fractura hidráulica) de Estados Unidos invirtieron solo en 2012 unos 186.000 millones de dólares.

El valor que requiere el 'shale oil' norteamericano para que sea rentable está entre los 60 y 70 dólares el barril y el precio actual es bastante inferior. Esto parece ser el nudo de la cuestión. No sucede lo mismo con la extracción convencional, que tiene menos costos de producción.

Otra característica del 'fracking' que juega en su contra es que sus pozos tienen un rápido declive. Se calcula que cada pozo que es explotado mediante la técnica del 'fracking' pierde en un año el 70% de productividad, lo que obliga a comenzar otra nueva perforación en el mismo yacimiento. Justamente lo que está comenzando a frenarse en Estados Unidos, producto de la caída del precio del petróleo, son las nuevas perforaciones.

La perforación de yacimientos no convencionales ('shale') es muy costosa y una de las preguntas es si un país como EE.UU., que es uno de los mayores consumidores de hidrocarburos del mundo, puede sostener durante más de un año precios bajos del barril con una industria recostada en altos costos.

La Administración de Información de Energía de Estados Unidos, distintas consultoras de ese país y los informes de la OPEP coinciden en que el 'fracking' puede ser insostenible y perder rentabilidad. El escenario está abierto.