El triunfo de Trump y la crisis china

Mario Hernandez

Compartimos una entrevista realizada a Guillermo Almeyra, editorialista internacional de La Jornada (México), donde repasa los acontecimientos internacionales mas destacados. 


Mario Hernandez.: La idea hoy es hacer un repaso de los principales acontecimientos a nivel internacional en 2016. ¿Cuáles fueron a su entender?

Guillermo Almeyra: Los dos más importantes a mi juicio fueron el triunfo de Trump, que algunos habíamos previsto pero pocos lo habían anunciado y lo que está sucediendo en China, una disminución de la actividad económica, una orientación hacia el mercado interno, hacia el mayor consumo para darle un nuevo impulso a la economía y, al mismo tiempo, una restricción muy fuerte de los derechos democráticos mientras hay un reforzamiento muy grande de las Fuerzas Armadas y de la actividad en el Mar de China, sobre todo en el archipiélago de Las Perlas. 
Son dos problemas graves porque están conectados, ya que uno de los objetivos de Trump es precisamente golpear a China, aislarla de Rusia y hacer provocaciones en el Mar de China, la última fue la presencia del submarino que capturaron los chinos y se lo devolvieron a EE. UU.

M.H.: Casualmente en una nota que escribí la semana pasada hacía referencia a una reunión que se hizo en Buenos Aires convocada por el Banco Ciudad, entre otras instituciones, en la que participó una experta en deuda de la Universidad de Harvard y también estuvo el economista Guillermo Calvo que creo predijo la crisis de México en los ´90, ambos sostuvieron algo que me llamó la atención, porque hablando de la situación argentina, de que no se recupera Brasil, del triunfo de Trump que no favorecería a las políticas económicas del gobierno argentino, señalaron que el tercer problema que tiene Argentina para su despegue económico es China porque este país se enfrentaría a una crisis económica inminente.

G.A.: En efecto, tanto el gobierno de Cristina Kirchner como el de Macri, ha continuado esperando bastante de China, ya que le fracasó la lluvia de dólares, entre otras cosas, porque la Reserva Federal subió la tasa de interés y ahora es más interesante invertir en EE. UU. que en Argentina.
En China hay una crisis que está viniendo, para quedarse en el mismo lugar necesita un crecimiento del 7% y no llega a tenerlo y si no lo recupera, si baja uno o dos puntos va a tener gravísimos problemas sociales y una serie de quiebras. 
Es cierto que China puede vender sus activos en EE. UU. o en Europa, porque tiene bonos del Tesoro estadounidense a montones, puede tomar medidas para estabilizarse, pero el éxito interno, sobre todo de la maniobra política de pasar de las exportaciones a la producción para el consumo, elevando el nivel de vida y la productividad, mecanizar el campo y, por lo tanto, crear centenares de millones de desocupados que tienen que ser absorbidos por la industria, ese reto no lo podría realizar.
Entonces hay un problema grave que es la incógnita china, sobre todo si el grupo oligárquico de pocas decenas de miles de multimillonarios hijos de líderes del Partido Comunista que dirigen el gobierno chino y el Partido, cometen algún error político sobre todo si cae en alguna provocación en el Mar de China o tienen algún problema con sus vecinos, eso podría estallar y reforzaría brutalmente a Trump, lo que daría un golpe muy duro a la Unión Europea, a la paz y a la Argentina también.

M.H.: Ayer estuve dialogando con Modesto Guerrero, le preguntaba por la situación venezolana, por la marcha de la Revolución Bolivariana y Modesto me contestó de manera terminante “la revolución bolivariana terminó”.

G.A.: Yo creo que la fase llamada Revolución Bolivariana en efecto terminó, lo que no terminó es la voluntad de acción, de cambio o de no retroceder demasiado al menos del pueblo venezolano. Eso no terminó. Maduro y la boliburguesía le dieron un golpe muy duro a los elementos básicos del chavismo, el apoyo popular y la auto organización fomentada desde el Estado. Incluso esta última parte fue aplastada. Y la oposición aprovecha la pésima situación económica que va a seguir, entre otras cosas porque el precio del petróleo no va a cambiar demasiado. Venezuela sigue siendo un país absolutamente dependiente de renta petrolera y está integrado en el mercado capitalista en esa situación. Entonces mientras la situación económica sea pésima, la política no va a mejorar, y la oposición va a ganar apoyo.
La revolución bolivariana en efecto terminó, como terminó la fase del Partido de los Trabajadores en Brasil o el kirchnerismo en Argentina. Hay que pasar a otra cosa, superior, mejor y más profunda.

En Alepo se juntaron todos los enemigos de EE. UU.

M.H.: Mucho se ha hablado de la terminación de la Batalla de Alepo en Siria. A partir de este hecho ¿qué escenario se abre para Medio Oriente?

G.A.: En primer lugar se ha reforzado muchísimo la intervención de Rusia, que ahora es una potencia en el Mediterráneo, tiene su base naval en Latakia en Siria, su flota en el Mediterráneo y no solamente en el Mar Negro, tiene bases de aviones en Irak y en Siria, y ha sido decisiva en la batalla de Alepo.
En Alepo se juntaron todos los enemigos de EE. UU., que había lanzado hace 28 años desde Irak una sangrienta guerra contra Irán, había separado a los chiítas de Irak de los iraníes y establecido una alianza sui generis entre el gobierno de Sadam y los sunitas de Arabia Saudita. Había tratado de separar al Baaz de Siria del Baaz iraquí.
Con su torpe intervención en Irak donde fue derrotado y con su intervención en Medio Oriente donde también ha sido derrotado, quienes se fortalecen son Irán y Rusia, Israel está más aislado que nunca, como lo muestra la declaración de la ONU sobre las colonias donde EE. UU. se abstuvo y quedó solamente Israel apoyando. El Baaz sirio se acercó a Irak y en Irak están gobernando los chiítas que junto con Irán están combatiendo en Siria, en conjunto con los kurdos. EE. UU. logró juntar a todos contra ellos.
Las oposiciones de extrema derecha fundamentalistas islámicas como el Estado Islámico sostenido por Qatar, Arabia Saudita y EE. UU. fracasaron, están siendo derrotados y las oposiciones de izquierda de las cuales nadie hablaba, han sido derrotadas porque eran las que estaban ocupando Alepo, que no estaba en manos del Estado Islámico, allí no tenía nada, tampoco los fundamentalistas islámicos. Los grupos dominantes de la oposición en Alepo del Este, la zona más industrial del país, eran los que se oponían a Sadam pero por la izquierda. Esos grupos han quedado debilitados, al extremo que hoy quien organiza una conferencia de paz en Afganistán es Rusia que despreció las conferencias de paz anteriores en Ginebra, a las cuales ni siquiera se refiere. Llama a la gente a jugar con las cartas y con el tablero de Rusia. Hay un cambio notable en la relación de fuerzas en Medio Oriente, Israel está tratando de hacer una contraofensiva, de hecho su única fuerza es militar y nuclear.

M.H.: Otro hecho que de alguna manera marcó el año 2016 en el terreno internacional fue el Brexit. ¿Qué consecuencias tendrá para la Unión Europea?

G.A.: Hay que ver si es duro o blando, hasta ahora no lo han definido, porque de ser duro significaría, por ejemplo, que todos los ciudadanos de la Unión Europea que estaban en Inglaterra de repente se quedan sin pensiones. Hay que ver si se llega a ese nivel. El hecho concreto es que Europa absorbió bien la separación del mercado inglés, pero el mercado inglés no. En una palabra, Inglaterra dejó de importar, como dijo su Ministro de Relaciones Exteriores, el champagne Prosecco italiano que es una cosa sin importancia, pero Europa dejó de importar los productos ingleses, que son más importantes para mantener el nivel de vida y la ocupación en Inglaterra.
Entonces, hay un proceso que en Inglaterra va a llevar a un aumento de la disgregación. Por ahora los independentistas están en el norte de Irlanda y en Escocia, pero dentro de poco van a estar también Gales, Inglaterra corre el riesgo de una implosión si aplica un Brexit duro. Y un Brexit blando no le va a resultar demasiado conveniente tampoco.

M.H.: ¿Considera que hay algún otro hecho que merezca ser tratado?

G.A.: Yo creo que hay un problema grave en la banca italiana, ha tenido que endeudarse en 20.000 millones de Euros que son un poco más de 21.000 millones de dólares, para sostener el Banco Monte dei Paschi di Siena que es el más antiguo del mundo. El Banco exigía solamente 5.000 millones pero ahora, según el Banco Central Europeo, la operación va a requerir cerca de 9.000 millones de dólares, quiere decir que tiene muy poco de reserva, el mismo Banco dice que tiene reserva para meses si no se solucionan las cosas. Entonces, va a correr el riesgo no solo de que el Estado italiano, que está en crisis política, entre en una crisis económica, porque la deuda italiana es casi comparable con la deuda griega en cuanto al PBI, sino también porque sería una crisis financiera bancaria y eso se extienda por Europa.
Los bancos españoles no han terminado de ser reflotados y el golpe italiano les quitaría poder a los bancos franceses y alemanes que han sido prestamistas. Ese es un problema, que se junte la crisis política con la financiera y económica en Italia. 
El otro problema es que en otras potencias como Japón, por ejemplo, donde hace 10 años que se muere más gente de la que nace y entonces envejece, hay menos mano de obra, los costos salariales son cada vez mayores, la economía es cada vez menos competitiva y se hace más financiera cuando antes era una eficaz economía productiva y tecnológica.
Esto está pasando en China también, está envejeciendo la población y los salarios están creciendo, son muchos más baratos los salarios en Tailandia o en Vietnam, entonces algunas de las transnacionales se están yendo a esos países. Hay toda una concatenación de hechos que llevan a una probable profundización de la crisis a fines de 2017.