Cristina Kirchner y una jugada magistral a lo Perón

Alfredo Silletta

A sólo sesenta días del cierre de listas en la provincia de Buenos Aires, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió emprender una gira el próximo mes por Grecia, Bélgica y el Reino Unido. Cristina será recibida por el primer ministro Alexis Tsipras, parlamentarios en Bruselas y una conferencia en la Universidad de Oxford.

Decía en el título que la ex mandataria cada día actúa como lo hacía el general Juan Domingo Perón. Tanto Perón como Cristina manejaron el gobierno con mano de hierro, era difícil plantear opiniones diferentes, sin más es bueno recordar a don Arturo Jauretche que desde el año ‘52 al ‘55 se retiró de la política por tener algunas diferencias con Perón, pero como gran patriota en el golpe del ‘55 se puso el revolver en la cintura y salió a defender al peronismo.

Tanto Mauricio Macri como el sector que apoya a Florencio Randazzo están esperando que hará la ex mandataria para decidir cómo jugará. Hay también presiones de sectores del kirchnerismo que le piden a Cristina que juegue en provincia porque es la candidata que más mide y la única que puede cerrar la unidad del peronismo, más allá de algunos sectores pequeños.

Perón en determinados momentos de su exilio se alejaba de la quinta 17 de octubre en Madrid o directamente no recibía a determinados dirigentes o enviaba distintas señales con otros invitados que llegaban a Madrid. Esas jugadas enloquecían más de una vez a la dictadura militar, especialmente a Agustín Lanusse y a la tropa propia. Recordemos la gran jugada de Perón cuando llegó en 1972 desde el exilio. Todos querían saber quién era el candidato a presidente y el general, en momentos que se tomaba el avión para ir de visita al Paraguay, le dejó un sobre a Juan Manuel Abal Medina con los nombres de Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima. Medida que enloqueció a la CGT de Ignacio Rucci que lo quería a Antonio Cafiero y a medio peronismo, pero era la fórmula acertada para enfrentar la dictadura militar después de 17 años de exilio.

Cristina, que desde hace un año y medio es acosada brutalmente por el gobierno, los medios hegemónicos y el partido judicial, mantiene su centralidad en la política nacional. Aprendió a sentarse con dirigentes con los que se había enfrentado duramente, como su ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández o Alberto Rodríguez Saa, gobernador de San Luis. También ha vuelto a reunirse con dirigentes del sindicalismo.

El irse del país por un par de semanas le permitirá mantener la centralidad de la política nacional y especialmente del peronismo sin decidir si será candidata o no. En caso de no serlo que nombres sugerirá para la conformación de las listas. Por ahora, la mayoría del peronismo en la provincia está de su lado, más allá de los bonaerenses, especialmente los humildes, y cuenta con el apoyo del PJ bonaerense, de Daniel Scioli, de la poderosa Matanza con Verónica Magario, con todo el grupo Fénix de intendentes y con la mitad del grupo Esmeralda como Martín Insaurralde y Mariano Cascallares, además de los intendentes más kirchneristas como Jorge Ferraresi, Patricio Mussi, Francisco “Paco” Durañona, Pablo Zurro y Mario Secco, entre otros.

La ex presidenta, pese a la derecha más recalcitrante, pese a los brutales ataques de los medios hegemónicos y una parte del partido Judicial, mantiene su centralidad. Quizás deberá decir como Perón cuando le preguntaron qué hará para volver y el general respondió:

“-Yo…? Nada en absoluto”

Se produjo un breve silencio y agregó:

-Todo lo harán mis enemigos”.