Guevara y Perón

¿Que dijo Perón de Ernesto Guevara?

Lic. Alberto J. Franzoia

No decimos nada nuevo si destacamos el rol fundamental desempeñado por el General Juan Domingo Perón como líder revolucionario en Argentina y con proyecciones hacia el tercer mundo. Revolucionario, no por socialista, sino porque desde su consecuente práctica para promover un capitalismo nacional en los años 40 y 50, desafiaba en aquel contexto histórico el statu quo semicolonial de un país que dominado por la oligarquía agro exportadora, sólo podía perpetuarse en el atraso de la dependencia hacia los centros imperialistas de los que esa clase social era, y es, un simple eslabón.


Pero más allá de sus méritos como conductor de una Argentina industrial, con justicia social ycomprometida con el futuro de la América Latina toda, nos interesa destacar en este artículo el reconocimiento de Perón hacia otro grande, que nacido en la misma patria chica, llevó su prédica socialista y práctica revolucionaria a otros paisajes de la Patria Latinoamericana: Ernesto "Che"Guevara.

Es un reconocimiento quizás menos frecuente que otros pero tan necesario como ellos, porque el egoísmo que con demasiada frecuencia reside en las zonas más oscuras de los humanos, suele llevar a algunos grandes hombres de la historia a desconocer la similar altura
de otros contemporáneos. Restar méritos, ningunear o, peor aún, descalificar a un par, son otras tantas artimañas de las que se vale la mezquindad para agigantar artificialmente la propia estatura. Por eso el 24 de marzo de 1967 Perón dio una magistral clase de política, pero no ya de conducción sino de humildad; esa que sólo pueden exhibir quienes están seguros de su propia altura, la que no se construye ignorando o menoscabando a un compañero de ruta. Ese día comunicaba en una carta inolvidable el profundo dolor que le causaba la desaparición de un auténtico revolucionario como fue Ernesto Guevara. Se podrán
analizar objetivamente los aciertos y errores políticos del "Che", pero quién puede dudar de su convicción ideológica, su entrega apasionada por la causa y esa ética inclaudicable al servicio de los pueblos oprimidos. Perón, que sabía distinguir con maestría lo principal de lo secundario, dejó un testimonio inapelable sobre las condiciones de este revolucionario inmenso que fue capaz de dar la vida por un sueño. Por eso escribió:

"Compañeros: 


Con profundo dolor he recibido la noticia de una irreparable perdida para la causa de los pueblos que luchan por su liberación.


Quienes hemos abrazado este ideal, nos sentimos hermanados con todos aquellos que en cualquier lugar del mundo y bajo cualquier bandera, luchan contra la injusticia, la miseria y la explotación. 


Nos sentimos hermanados con todos los que con valentía y decisión enfrentan la voracidad insaciable del imperialismo, que con la complicidad de las oligarquías apàtridas apuntaladas por militares títeres del pentágono mantienen a los pueblos oprimidos. 


Hoy ha caído en esa lucha, como un héroe, la figura joven mas extraordinaria que ha dado la revolución en Latinoamérica: ha muerto el Comandante Ernesto Che Guevara. 


Su muerte me desgarra el alma porque era uno de los nuestros, quizás el mejor: un ejemplo de conducta, desprendimiento, espíritu de sacrificio, renunciamiento. 


La profunda convicción en la justicia de la causa que abrazo, le dio la fuerza, el valor, el coraje que hoy lo eleva a la categoría de héroe y mártir. 


He leído algunos cables que pretenden presentarlo como enemigo del Peronismo. Nada más absurdo. Suponiendo fuera cierto que en 1951 haya estado ligado a un intento golpista, ¿qué edad tenia entonces?. Yo mismo, siendo un joven oficial, participé del golpe que derrocó al gobierno popular de Hipólito Irigoyen. Yo también en ese momento fui utilizado por la oligarquía. 


Lo importante es darse cuenta de esos errores y enmendarlos. ¡Vaya si el Che los enmendó!. 


En 1954, cuando en Guatemala lucha en defensa del gobierno de Jacobo Arbenz ante la prepotente intervención armada de los yanquis, yo personalmente di instrucciones a al cancillería para que le solucionaran la difícil situación que se le planteaba a ese valiente joven argentino; y fue así como salió hacia México. 


Su vida, su epopeya, es el ejemplo más puro en que se deben mirar nuestros jóvenes, los jóvenes de toda América Latina. No faltaran quienes pretendan empalidecer su figura. 


El imperialismo temeroso del enorme prestigio que ya había ganado en las masas populares; otros, los que no viven las realidades de nuestros pueblos sojuzgados. 


Ya me han llegado noticias de que el Partido Comunista Argentino, solapadamente, esta en campaña de desprestigio. No nos debe sorprender ya que siempre se ha caracterizado por marchar a contramano del proceso histórico nacional. Siempre ha estado en contra de los
movimientos nacionales y populares. De eso podemos dar fe los peronistas. 


La hora de los pueblos ha llegado y las revoluciones nacionales en Latinoamérica son un hecho irreversible.


El actual equilibrio será roto porque es infantil pensar que se pueden superar sin revolución las resistencias de las oligarquías y de los monopolios inversionistas del imperialismo. 


Las revoluciones socialistas se tienen que realizar; que cada uno haga la suya, no importa el sello que ella tenga. Por eso y para eso, deben conectarse entre sí todos los movimientos nacionales, en la misma forma en que son solidarios entre sí los usufructuarios del privilegio. 


La mayoría de los gobiernos de América latina no van a resolverlos problemas nacionales sencillamente porque no responden a los intereses nacionales. Ante esto, no creo que las expresiones revolucionarias verbales basten. 


Es necesario entrar a la acción revolucionaria, con base organizativa, con un programa estratégico y tácticas que hagan viable la concreción de la revolución. Y esta tarea, la deben llevar adelante quienes se sientan capaces. La lucha será dura, pero el triunfo definitivo será de los pueblos. 


Ellos tendrán la fuerza material circunstancialmente superior a la nuestra; pero nosotros contamos con la extraordinaria fuerza moral que nos da la convicción en la justicia de la causa que abrazamos y la razón histórica que nos asiste. 


El Peronismo, consecuente con su tradición y con su lucha, como Movimiento Nacional, Popular y Revolucionario, rinde su homenaje emocionado al idealista, al revolucionario, al Comandante Ernesto Che Guevara, guerrillero argentino muerto en acción empuñando las armas en pos del triunfo de las revoluciones nacionales en Latinoamérica." 


Juan Domingo Perón
Madrid, 24 de octubre de 1967

De estas líneas se pueden extraer algunas enseñanzas que mantienen plena vigencia. Perón no sólo reivindica la figura de Ernesto Guevara sino que, además, vierte algunos conceptos políticos esenciales para comprender la realidad de nuestra Paria Grande.



  1.  El imperialismo trata siempre de menoscabar a los conductores de los pueblos que luchan por su liberación.
  2.  Sectores de la izquierda eurocéntrica, como el PC, marchan permanentemente a contramano de los procesos nacionales y populares, resultando funcionales a esa acción imperialista.
  3.  Esto no invalida de ninguna manera el carácter socialista del próximo proceso revolucionario que vivirá América Latina, independientemente del sello que ella tenga.
  4.  Sólo con procesos revolucionarios se podrá acabar con los enemigos de nuestra patria: las oligarquías nativas, los monopolios imperialistas y aquellos "militares títeres del pentágono".
  5. El peronismo, como parte integrante de dichos procesos es nacional, popular y revolucionario (o de lo contrario no será nada).

Retomando el planteo de Perón, y atentos a cierta retórica reiterada, resulta importante destacar que, no vasta con ser "nacionalista" ni tampoco con desarrollar discursos revolucionarios "auténticamente de izquierda". Es verdad que sólo se puede ser popular defendiendo los intereses de la nación; pero no es menos cierto que, por otra parte, sólo se puede ser decididamente nacional compenetrado con las luchas populares. La relación entre los términos es, una vez más, dialéctica. Y para que ambas cuestiones sean realizables, a su vez, el movimiento debe estar dispuesto a consumar una auténtica revolución contra el statu quo semicolonial. Una revolución que vaya más allá de las palabras y de las prácticas titubeantes.


Lo NACIONAL no puede quedar reducido a la esterilidad de un "virtuoso espiritualismo" de la más rancia tradición que brota de la bucólica estancia, el imperturbable ingenio, o el paquete departamento cito en un recoleto barrio de la gran metrópoli. Tampoco lo POPULAR pude ser el producto de una vanguardia de izquierda aislada, que define "estrategias y tácticas populares" en la mesa de un café. La síntesis de ambos conceptos sólo se realiza como revolución que crece desde las entrañas de las mayorías excluidas, en las calles, fábricas, cosechas, oficinas o piquetes. La patria se manifiesta concretamente a través de las luchas del pueblo que la construye cada día con su esfuerzo. De allí que tanto el nacionalismo declamado por ciertas elites ajenas a dichas luchas, como aquella revolución socialista que presenta un texto tan exacerbado como huérfano de contexto, sólo pude perpetuarse como cáscara reseca sin fruto.

Los procesos transformadores que con diversa fortuna vienen jalonando la historia de la Patria Grande, y que hoy reverdecen, encontraron en Ernesto "Che" Guevara una figura notable, un verdadero representante de la causa nacional y popular que no casualmente es referente de dos revolucionaros actuales de nuestra tierra: Hugo Chávez y Evo Morales., Compenetrados con el discurso de Perón, lo seguimos reivindicando con la pena de no tenerlo y la inmensa felicidad de saber que su lucha vive en nuestro pueblo:


"Hoy ha caído en esa lucha, como un héroe, la figura joven más extraordinaria que ha dado la revolución en Latinoamérica: ha muerto el Comandante Ernesto Che Guevara. 


Su muerte me desgarra el alma porque era uno de los nuestros, quizás el mejor: un ejemplo de conducta, desprendimiento, espíritu de sacrificio, renunciamiento. 


La profunda convicción en la justicia de la causa que abrazo, le dio la fuerza, el valor, el coraje que hoy lo eleva a la categoría de héroe y mártir." "...La lucha será dura, pero el triunfo definitivo será de los pueblos."

La Plata, marzo de 2006


* Publicado simultáneamente en "Reconquista popular" y "Conozcamos la historia"



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Opiniones de Perón sobre el Che

Por Pacho O’Donnell
para Pagina 12
publicado el 8 de octubre de 2011


Perón y el Che tenían el mismo enemigo, el imperialismo capitalista con rostro norteamericano. Pero disentían en la metodología y la estrategia: Perón era esencialmente un político dotado y había incorporado a su proyecto a la mayoría de los sectores del trabajo argentinos en una amplia alianza policlasista con el objetivo de alcanzar sin mayor violencia la meta de una patria económicamente autónoma y políticamente independiente. El Che, en cambio, proponía una revolución socialista tan violenta como su enemigo a partir de su teoría del “foco”, es decir la instalación de estallidos insurreccionales limitados que promoverían una reacción en cadena que multiplicarían su poder de acción sin necesidad de trabajo de base previo. “Crear dos, tres... muchos Vietnam es la consigna” (Mensaje a la Tricontinental).



A pesar de sus diferencias, ambos líderes se respetaron y en las investigaciones para mi biografía del Che constaté que éste colaboró con dinero, siendo ministro en La Habana, para financiar el primer intento trunco de Perón de regresar del exilio.



Enterado del asesinato del Che en La Higuera, Perón escribió desde la Quinta de Puerta de Hierro: “Compañeros, con profundo dolor he recibido la noticia de una irreparable pérdida para la causa de los pueblos que luchan por su liberación. (...) Hoy ha caído en esa lucha, como un héroe, la figura joven más extraordinaria que ha dado la revolución en Latinoamérica: ha muerto el Comandante Ernesto Che Guevara. Su muerte me desgarra el alma porque era uno de los nuestros, quizás el mejor: un ejemplo de conducta, desprendimiento, espíritu de sacrificio, renunciamiento. La profunda convicción en la justicia de la causa que abrazó, le dio la fuerza, el valor, el coraje que hoy lo eleva a la categoría de héroe y mártir”.



“He leído algunos cables que pretenden presentarlo como enemigo del Peronismo. Nada más absurdo. Suponiendo fuera cierto que en 1951 haya estado ligado a un intento golpista, ¿que edad tenía entonces? Yo mismo, siendo un joven oficial, participé del golpe que derrocó al gobierno popular de Hipólito Yrigoyen.” A continuación una frase ejemplar: “Yo también en ese momento fui utilizado por la oligarquía”.



“ (...) Las revoluciones socialistas se tienen que realizar; que cada uno haga la suya, no importa el sello que ella tenga. Por eso y para eso, deben conectarse entre sí todos los movimientos nacionales, en la misma forma en que son solidarios entre sí los usufructuarios del privilegio.” Firmaba Juan Domingo Perón, 24 Octubre 1967.



Pero en cartas privadas Perón deslizó algunas críticas sobre la estrategia guevarista. Así lo planteó a Ricardo Rojo, en respuesta al envío del libro Mi amigo el Che:



“(...) Sin cuanto usted nos informa de su paso por el Congo y muchas otras circunstancias, no sería fácil comprender que un hombre ya fogueado y experimentado en la guerra de guerrilla se haya encontrado en Bolivia en una situación tan precaria de medios y preparación. La ‘guerra de guerrillas’, al contrario de lo que algunos creen, es más vieja que ‘mear en los portones’, pues se practicaba en gran escala ya en la época de Darío II. Desde entonces, hasta la II Guerra Mundial de 1938-1945, no ha dejado de ser en algunos sectores y circunstancias, la forma de luchar.”



“Pero, como forma atípica de guerra, tiene sus exigencias originales, según sean las condiciones que la situación presenta. La empresa de Ernesto Guevara era, a la vez que temeraria, casi suicida.”



Lo mismo le había dicho al Che, según me contó un testigo de parte de la reunión, Enrique Pavón Pereyra, cuando Guevara visitó a Perón en Madrid. Aunque seguramente para no ahondar en discusiones políticas lo relacionó con el asma: “Disculpe mi comandante que le sea franco, pero usted en Bolivia no va a sobrevivir. Suspenda ese plan. Busque otras variantes”. Y remató: “No se suicide”.



La carta a Rojo continuaba: “(...) El Che tuvo que desarrollar sus tremendas operaciones, sin más medios que su extraordinario valor personal y la firme decisión de vencer que le animaba como hombre de una causa. Sin embargo, cuando se opera contra fuerzas regulares especialmente preparadas para esa clase de lucha, tales virtudes no son suficientes; es preciso, por lo menos, contar con algo seguro en cuanto a fuerzas y medios de subsistir en medio tan inhóspito”.



También se refirió Perón a Guevara en una carta a su amigo y camarada mayor Pablo Vicente del 23 de agosto de 1966, donde comenta la visita del Che en Madrid para buscar su ayuda para la campaña en la que perdería la vida, enterado ya de la defección del Partido Comunista Boliviano (PCB):



“Le sorprenderá saber quién me vino a ver hace poco: el Che Guevara (...) Me venía a ver desde Checoslovaquia y Rusia me dijo. Se me apareció disfrazado de ‘cura’ con una barba larga y la sotana” (vestía así para evitar ser reconocido y también para no crearle problemas a Perón, ya que a Franco le disgustaba que fuera visitado por políticos, más aún cuando eran de izquierda, como fue el caso de Salvador Allende, entonces senador, que casi provocó su expulsión de España).



“Tiene una visión muy interesante de las cosas y del mundo actual pero participa de la idea de la ‘revolución permanente de los pueblos’, un utópico inmaduro –pero entre nosotros– me alegra que sea así porque a los ‘yankees’ les está dando flor de dolor de cabeza.”



“Personalmente creo que es un individuo brillante pero del lado equivocado. Tiene una conversación muy interesante y una obsesión por el comunismo muy marcada. Pretende reunir fuerzas no sé de dónde para ‘liberar’ nuestros pueblos americanos. Advertí en seguida que tiene clara su meta y es capaz de cualquier cosa.”


Y para terminar, un pronóstico que la imbatible alianza del ejército boliviano, la CIA y los “boinas verdes” confirmaron: “Este muchacho va a terminar muy mal según creo. Como ve, mayor, ya ve usted que hay de todo bajo las viñas del Señor”.

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