Venezuela “Magnetto debería ser candidato”
Ernesto Espeche
APAS
En diálogo con APAS, el embajador argentino en Venezuela, Carlos Cheppi, se detalló los alcances del proyecto de integración regional. Aseguró que los acuerdos comerciales tienen un fuerte contenido político; y analizó el impacto del triunfo de Hugo Chávez y la licuación de la derecha política en el accionar mediático opositor.
El embajador de Argentina en Venezuela desde 2011, Carlos
Cheppi, es un hombre que conoce el pulso político y, a la vez, comprende las
variables técnicas que intervienen en las relaciones económicas
internacionales. Fue vicepresidente y presidente del Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria (INTA) entre 2003 y 2008. Es referente del kirchnerismo
en temas relacionados con el desarrollo agroindustrial, área fundamental en el
crecimiento y la potencialidad de las relaciones entre el gobierno de Hugo Chávez
y el de Cristina Fernández.
El encuentro de APAS con el Embajador se dio en el marco
de la misión comercial del gobierno de la provincia de Mendoza -en el Oeste
argentino- realizada el 25 de octubre pasado en Caracas.
Al ser consultado
sobre el sentido de la integración regional vigente, Cheppi resaltó que “tiene
implícito un incremento del intercambio comercial, pero no sólo eso”. Destacó
que “es importante el modo en que las pequeñas y medianas empresas (Pymes)
argentinas -en general con buen desarrollo tecnológico- se insertan en este
proceso”. Venezuela “tiene un desarrollo industrial mínimo todavía” pero
también “una fuerte decisión política de ampliarlo”. En ese contexto, “las
Pymes tienen una gran potencialidad no solo para vender sus productos sino,
además, para integrarse en ese proceso con empresas venezolanas privadas y con
el mismo Estado, y desde ese lugar internacionalizarse”.
Con este tipo de
complementariedad “además de abastecer al mercado venezolano se llega a otros
mercados” como los que abre la relación muy cercana de Venezuela “con el Caribe
y Centroamérica”. Se trata, entonces, de instalarse en ese mercado para
producir desde allí y achicar distancias, de “incrementar el comercio y con
ello la integración empresaria”.
Respecto de las
dimensiones por fuera de lo estrictamente comercial -las dimensiones política y
cultural- Cheppi afirmó que los acuerdos comerciales “no podrían hacerse sin
decisión política”. De hecho, recordó, en el año 2003 “cuando asumió Néstor
Kirchner” en la presidencia argentina, “el intercambio con Venezuela no llegaba
a 60 millones de dólares” y en la actualidad ronda los “2 mil millones de
dólares” con perspectivas de alcanzar en el corto plazo los “3 mil o 3 mil 500
millones de dólares”.
Hubo, comentó el diplomático,
una decisión política de incorporar a Venezuela como miembro pleno del Mercado
Común del Sur (Mercosur) en junio pasado. Ello, a su vez, posibilita que cerca
de “12 mil millones de dólares” que ese país importa desde mercados extra
Mercosur puedan orientarse hacia dentro del bloque, explicó el Embajador.
Al mismo tiempo,
esa direccionalidad política de los recursos económicos significan, en los
países vinculados, por ejemplo, mayor empleo. Por eso, el funcionario resaltó
que se trata no solo de compra y venta, sino también de integrar los procesos
de desarrollo productivo.
Sobre la victoria
de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales del pasado 7 de octubre, Carlos
Cheppi valoró que es “no solo la continuidad de un proyecto nacional y popular
en Venezuela, sino que asegura el apoyo” a los procesos similares que se dan en
Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay o Brasil”. La Revolución bolivariana
aporta un “mirada muy clara a las instancias de integración como es la Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur) y la relación entre toda la América Latina y el Caribe.
Venezuela, recordó
Cheppi, constituye “la principal reserva de petróleo del mundo certificada”.
Por casi 100 años ese recurso no estuvo en poder del pueblo venezolanos, pero
hoy sí, y por eso atacan Chávez. El mandatario bolivariano retomó la soberanía
del recurso con una visión estratégica nacional pero también bajo la
perspectiva de la integración regional.
En la última
década, las derechas regionales se han posicionado y valorado los gobiernos
populares según la relación que estos mantienen con el presidente Hugo Chávez.
Sobre ese fenómeno, el Embajador argentino opinó que “los sectores de
privilegio en nuestros países han generado políticos locales asociados a esos
poderes” que pretenden “romper a Chávez”. Primero, porque comanda la principal
reserva de petróleo y, segundo, porque mantiene “una política independiente” de
los intereses imperialistas, “como la tuvo Néstor Kirchner y la sostiene
Cristina Fernández”.
La soberanía política
y la independencia económica es algo que las derechas nunca le perdonaron a
“los movimientos nacionales y populares”, pasó hace décadas con “Juan Domingo
Perón” y, luego de largas décadas, se repite con la llegada de Kirchner al
poder, “volvemos a la misma lógica de 1945” .
Sin embargo, a
diferencia de lo que sucedió a mediados del siglo pasado, hoy las derechas
latinoamericanas “están lideradas por los medios de comunicación, que a su vez
representan a las corporaciones económicas”, explicó Cheppi a APAS. Luego agregó que,
por lo tanto, “las derechas no están haciendo política, la está haciendo los
monopolios mediáticos”. Por ese motivo, aclaró, “no son alternativa de poder,
porque los junta un interés económico que pretende desestabilizar a los gobierno
populares. Mientras no hagan política esas derechas, no va a acceder al poder”.
El diplomático,
para clarificar esa situación, citó el caso de Colombia en el cual la derecha
gobierna, pero se trata de una derecha a la cual los medios de comunicación “no
le hacen la agenda”, tiene la propia, y desde ahí, en todo caso, “logran apoyo
en la población”.
En cambio, aclaró,
en los casos como el de Argentina o Venezuela, mientras no haga política el
sector dirigente de la derecha, habrá que “pelear y rebatir cosas todos los
días, pero les vamos a seguir ganando porque no son opción de poder”.
Bajo este modo de
intervención, el accionar de la derecha no se traduce en representación
política: “Héctor Magnetto (CEO del Grupo Clarín de Argentina) debería ser
candidato, si quiere jugar en serio” pero “usa a ciertos personajes” que no
resuelven el problema de la representación de ese sector político-ideológico.