Venezuela ya es Mercosur

Emilio Meynet
APAS


Se sumó a la lista conformada por Brasil, Argentina y Paraguay. Después de 6 años como miembro provisional, el país caribeño formalizó su entrada a un bloque regional al cual le brindará mucho de su potencial económico, sobre todo en materia energética. Cristina Fernández sostiene que es hora de crear los instrumentos y las instituciones que tornen indestructible a este nuevo polo de poder.


Después de idas y venidas durante años que no sacaba de un status secundario al país caribeño, el bloque sudamericano conocido como Mercado Común del Sur (Mercosur) admitió finalmente a la República Bolivariana de Venezuela como su quinto miembro integral. Se suma así a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

El bloque fundado en 1991 -aunque el diálogo se había establecido en tiempos de la presidencia de Raúl Alfonsín- debió sortear varios obstáculos diplomáticos para lograr la entrada de la nación presidida por Hugo Chávez.

Su primera aceptación como miembro provisional fue en el año 2006, pero no lograba aceptación plena por parte de la dirigencia política de los cuatro países fundadores, sobre todo del senado paraguayo.

Tanto Argentina, como Uruguay y Brasil -el país más poderoso económicamente del bloque- lograron desarticular esas objeciones. Paraguay no superó esa barrera, y tras el derrocamiento de Lugo quedó suspendida del bloque, por contar con un representante no electo por la vía democrática, sino emanado del golpe de Estado al presidente Fernando Lugo. Además los congresales que tanto trabaron la incorporación de Venezuela, fueron mayoritariamente cómplices del derrocamiento.

La incorporación del gran país caribeño puede leerse como una nueva demostración de fortaleza política por parte de los presidentes que apuestan a la unidad continental. Mientras las derechas latinoamericanas, en sus diversas vertientes, intentan aislar a Chávez y atomizar a las economías más fuertes de la región - a veces, incluso, utilizando maniobras innovadoras, pero con el viejo sello de facto-; se responde con unión, con palmadas en las espaldas y con una sesión histórica del viejo bloque.

Y las repercusiones no tardaron en hacerse ver: “El Mercado Común del Sur (Mercosur) cuenta con una fuerte y estructurada dimensión energética con el ingreso de Venezuela al bloque” aseguró la integrante de la Comisión Presidencial para el Mercosur, Isabel Delgado, al referir que la ausencia de este factor ha sido determinante en la crisis que vive la Unión Europea.

Ahora el ingreso del socio bolivariano le permite a este bloque regional tener unapoblación de 270 millones de habitantes, concentrar la tercera parte del PBI de América del Sur, y unir la ecuación energética, minera y agroalimentaria.

Refiriéndose a la potencialidad de Venezuela en petróleo y el desarrollo que implicaría para el Mercosur, el mandatario venezolano que buscará ser relecto en octubre próximo, adelantó que su país impulsa "la creación de 8 polos petroquímicos, dado que ya hemos certificado una reserva cercana a 200 trillones de pies cúbicos de gas, que nos va ubicar en un quinto o cuarto lugar en el mundo y también estamos desarrollando el más grande proyecto petrolero del mundo en la Faja Petrolífera del Orinoco".

Según los números que arroja una nota publicada en sitio web de Radio Nacional de Venezuela, esa Nación cuenta con reservas probadas de gas de 195 trillones de pies cúbicos, con una importante perspectiva de crecimiento, pese a no haberse determinado la cantidad de gas presente en el faja petrolífera ya nombrada.

Para fines del año 2011, las reservas confirmadas de petróleo se ubicaron en 296.500 millones de barriles, representando el 18 por ciento de los recursos mundiales, superando a Arabia Saudita y Canadá. Esos países contabilizan 265.400 millones (16 por ciento), y 175.200 millones de barriles (11 por ciento), respectivamente.

Luego de festejar el ingreso de su país al “trade-bloq”, como le gusta denominarlo al New York Times, Chávez invitó a las empresas de las naciones del Mercosur "a participar en la producción de viviendas para el pueblo venezolano, con una meta de 3 millones de unidades familiares". También instó a "trabajar, de forma conjunta con el Estado, para impulsar otros proyectos sociales, industriales y agrícolas para el desarrollo del país".

El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, agregó que desde la adhesión el comercio se multiplicó dentro de un intercambio que supera los 28 mil millones de dólares. En cuanto a la relación energética y creación de nuevos mecanismos de financiamiento y de comercio, compensando con Uruguay, Paraguay y Argentina, esta cifra se eleva aún más.

Asimismo, el país le ha dado preferencias plenas arancelarias para Paraguay y Uruguay, tal como lo contempla el Protocolo de Adhesión. "Ya somos Mercosur en todos los sentidos, no sólo en el esfuerzo, sino en los logros y avances", apuntó Chávez.

El canciller, “persona no grata” según las declaraciones de los dirigentes golpistas del Paraguay, señaló que Venezuela forma parte de una gran nación, hermanados en lo político. "Avanzando en la construcción de una zona económica que hoy por primera vez, después de 200 años de independencia, tiene realizaciones concretas", remató.

Y fiel a su estilo, la declaración superadora y más ambiciosa, la formuló la presidenta Argentina, Cristina Fernández, que remarcó que “este espacio (el Mercosur) se constituye después de Estados Unidos, China, Japón y Alemania, en la mayor economía del mundo. Nos exige crear, más temprano que tarde, los instrumentos y las instituciones que tornen indestructible este nuevo polo de poder”.

En esa misma línea, la presidenta pro-témpore, la brasileña Dilma Roussef, enfatizó que Venezuela "tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, pero necesita avanzar en su industrialización", por lo cual "es muy importante" la integración del país caribeño.

Más allá de las trabas discursivas que esgrimen los medios anti-unidad, al afirmar que en un contexto de represión financiera como se vive en el continente nadie va a querer invertir en Venezuela, un país donde es imposible “repatriar dividendos” -olvidándose de las inversiones que inyectará General Motors o Renault por ejemplo-; la reflexión que quedará para la historia es la de Hugo Chávez cuando aseguró que esta decisión histórica, a su juicio, “tiene que ser celebrada por todo el pueblo, es un proceso estratégico para el país (…) nos pone en nuestra dimensión histórica de integración latinoamericana, desde el punto de vista bolivariano, de la soberanía de nuestras naciones, del desarrollo para las naciones.