Ya se habla de una base militar de EE.UU y un Plan Perú
Indira Carpio Olivo y Ernesto J Navarro
Entrevista /Congresista peruano Javier Díez Canseco (1)
El sostén de Humala son los partidos que debieron ser su oposición. Fujimoristas retoman peso en el manejo de las políticas públicas. Ollanta Humala se aleja de sus promesas de cambio y de Unasur. Represión a quienes lo cuestionan.
El giro de Ollanta Humala a la derecha parece irreversible. Su acercamiento a los gobiernos neoliberales, el alejamiento de las promesas electorales de cambio y la posible presencia más activa de militares de Estados Unidos, prefiguran un panorama nada alentador para los que votaron por una “nueva opción” en este país andino.
“La velocidad con que se ha deteriorado el gobierno de Humala en Perú, “a diez meses de gestión, es impresionante” (2). Estas son palabras del Congresista, hasta hace 10 días miembro del partido Gana Perú, Javier Diez Canseco.
En entrevista para el programa La Brújula del Sur (3) dijo: “Comienza a hablarse de una Base militar, presencia militar norteamericana más activa en Perú, como la hay en Chile, como la hay en Uruguay. Hay quienes hoy, en mi país, hablan de un Plan Perú, similar al de Colombia y existen sectores conservadores que trabajan para eso”.
Para el congresista socialista, unos de los referentes de la izquierda peruana, los problemas iniciaron cuando “Humala impuso ministros conservadores y de derecha, contrarios a los compromisos de la Gran Transformación y la Hoja de Ruta (plan de gobierno) y se agudizaron con ello las crisis de Apurímac y Cajamarca”.
“El fujimorismo se ha visto fortalecido con éste gobierno en cuanto al manejo de la cuestión pública”, dice.
Diez Canseco explica que el deterioro se debe a que “el sostén del gobierno, de alguna u otra manera, han sido los sectores que teóricamente debían representar la oposición a Ollanta Humala. Es decir, sus medidas vienen con el apoyo de representantes del fujimorismo y del anterior gobierno del Apra (Alan García), gobiernos muy marcados por las denuncias de corrupción”.
El balance que hace es preocupante: “12 muertos en conflictos sociales, decenas de heridos (civiles y policías), varias zonas en estado de emergencia o por estarlo (con recorte de derechos democráticos) y gobiernos municipales o regionales hostigados, o simplemente intervenidos ilegalmente por el Ejecutivo que abre y cierra el caño presupuestal a su antojo, mientras se judicializa y detiene a quienes demandan soluciones y no reciben respuesta. También es terreno fértil para el violentismo”.
Y mientras…
Humala se va reunirse con el Parlamento Europeo. Allá lee su cartilla, "el Perú es un país que respeta lo que firma", refiriéndose al Tratado de Libre Comercio que rubricaron con Colombia y la Unión Europea, y se llena la boca diciendo que su gobierno respeta los derechos humanos de sus ciudadanos.
Habló de sí mismo en tercera persona: “Ollanta Humala tiene 10 meses de Presidente y siempre tuvo un discurso crítico a los TLC. Pero hoy, como Presidente, tengo que respetar las políticas de Estado, y lo tenemos que hacer bien, por eso creo firmemente que la suscripción de este acuerdo los va a beneficiar a ustedes y a nosotros”.
¿A quién se refiere este presidente cuando dice nosotros?.
Diez Canseco nos responde: “Este es otro ejemplo de promesas incumplidas por Ollanta Humala. No revisó las políticas, ni los contratos de concesiones de explotación de recursos naturales que resultan lesivos a los intereses peruanos. No cumplió en buscar el fortalecimiento de Unasur y por el contrario firma el Chile la Alianza del Pacífico que incluye a México, Colombia”.
Decepción
En Perú se viene repitiendo un fenómeno desde la caída de Fujimori. Cerca del 40% de los votantes apuestan por candidatos que se presentan como propuestas de cambio y que reniegan de los partidos tradicionales. Sobre esa ola se colgó Ollanta Humala.
“A principio el gobierno comenzó tímidamente con algunas propuestas de cambio, pero paulatinamente fue incorporando practicas de claro continuismo del modelo neoliberal. Incluyo en el gabinete a gente que no representaba a quienes votaron por él”, dijo Diez Canseco.
Represión
Recientemente, el juez de la sala superior penal de Ica (Departamento ubicado en la parte sur-central de este país, frente al océano Pacífico), Erasmo Coaguilade, anunció la suspensión de la prisión preventiva que sufría el alcalde de Espinar, Oscar Mollohuanca, detenido por orden del gobierno de Ollanta, acusado de financiar las protestas en contra de la mega minería.
El alcalde fue “sembrado” según denunció para la Brújula del sur, el líder del movimiento ecologista de izquierda Tierra y Libertad, Marco Arana (4).
Pero los reclamos al gobierno de Humala no sólo vienen de los indignados por su giro a la derecha. El martes hubo fuertes críticas contra el oficialismo debido a que un fiscal ordenó “pinchar” el teléfono del congresista Luis Galarreta, presidente de la comisión de Economía.
También el presidente del Gobierno de Cajamarca, Gregorio Santos, es investigado de oficio por una fiscalía de Lambayeque por supuesto delito de apología a la rebelión. El origen de la investigación está en unas declaraciones de Santos en las que afirmó: “¿Qué se hace cuando un presidente (Humala) no cumple sus promesas?”. Sus seguidores clamaron: “¡Lo sacan!”.
La guinda la puso el primer ministro Oscar Valdés (5), quien declaró el lunes: “Lo que todos los peruanos debemos esperar es que nuestro presidente, una vez elegido, ya debe olvidarse de sus promesas electorales. Debe gobernar para el 100% de los peruanos”.
Un día más tarde negó haber dicho eso (6).
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Si desea escuchar la entrevista completa al diputado peruano Javier Diez Canseco, el AUDIO aquí:
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