Teófilo Stevenson y el rídiculo ‘obituario político’ de los medios internacionales


Vincenzo Basile
Capitulo Cubano/ Cubainformación



El absurdo no encuentra limitaciones. La ridiculez no conoce vergüenza. La muerte del boxeador cubano Teófilo Stevenson -el sencillo y eterno deportista amateur que rechazó ricas ofertas profesionales- acogida con mucho pésame por la comunidad deportiva internacional, se ha convertito en un pretexto, para los periodistas de muchos medios, para llevar adelante su habitual campaña anticubana.

Muchos insípidos artículos internacionales representan un triste, mezquino y estéril intento de los periodistas de sacar política donde no hay, con un resultado evidentemente insignificante.

El extremo absurdo lo llegaba a tocar el diario conservador español ABC que titulaba: “Teófilo Stevenson, la leyenda del boxeo cubano que prefirió ser «rojo que rico»” y añadía que “muere el hombre que pudo retar a Alí y Frazier a cambio de una millonaria bolsa de dólares y eligió ser fiel al régimen de Castro”. Otro diario español, El País, subrayaba que “su excepcional carrera deportiva corrió en paralelo a su adscripción incondicional al régimen cubano de Fidel Castro” y calificaba al boxeador como “consecuente con sus ideas y proselitista del régimen cubano toda su vida”.

Escribía ABC que “El «enemigo americano» le puso muchos cheques en blanco a lo largo de su vida” pero “cualquiera de las ofertas que recibió exigía abandonar Cuba” y el hecho de que Teófilo no quiso emigrar por amor a su patria, rechazando ofertas millonarias en Estados Unidos y afirmando “Prefiero el cariño de 8 millones de cubanos” se convertía para el diario español en “Stevenson se quedó con el régimen, con su «amigo» Fidel Castro, con su familia. «Antes rojo que rico»”.

El diario digial anticubano Cubanet, enseñando su tradicional incapacidad analítica, escribía: “Su extracción humilde fue manipulada sentimentalmente para utilizarlo a fin de justificar la política del gobierno cubano de impedir a los deportistas contratarse en el extranjero. Su declaración de que “no cambiaría un pedazo de la tierra de Cuba por todo el dinero que podrían darme”, ha sido enarbolada como ejemplo de dignidad patriótica y desinterés material. Seguramente, él habría tenido una vida más plena, si no hubiera llevado esas pesadas cargas” y concluía afirmando que “no vale encumbrar a los muertos, que fueron relegados en vida. Probablemente, a partir de ahora, Stevenson será mentado mucho más, pero otras glorias del deporte cubano aun continuarán siendo excluidas injustamente en su Patria”.Así ABC comentaba esta foto de Stevenson con Fidel Castro: “Teófilo Stevenson tenía en su casa una foto. Fidel Castro levantaba la mano enguantada del boxeador triunfante. El dictador se apropiaba de su éxito”.

Concluía el mismo artículo: “El mejor boxeador amateur de la historia forma parte de una escuela prolífica y mimada por el régimen. La dictadura castrista ha cuidado mucho que los boxeadores no escaparan a Estados Unidos, al olor de las bolsas del deporte profesional. Con Stevenson lo tuvo fácil. Siempre decía que su religión era Cuba”. Como siempre la repetición de los tópicos es el telón de fondo de esos medios que convierten a una decisión humana y entrañable de un deportivo en una patraña de un ‘régimen’.

En esos casos los comentarios son innecesarios. La ironía sería fuera de lugar. La simple reproducción de unas pocas líneas, de unos cuantos textos, es suficientes para entender -una vez más- la completa falta de ética periodística de esos diarios y el continuo intento manipulativo que los acompaña.