Eva Peron: Su familia
La ley argentina establecía calificaciones infames para los hijos si sus padres no constituian matrimonio legal. Ese era el caso de Evita, aqui de 15 años. |
Publicado por anaazull
http://nosenacemujer.blogspot.com/2007/12/eva-peron_22.html
"No se nace mujer, llega una a serlo" (Simone de Beauvoir )
EVA PERON, SU FAMILIA.
Juan Duarte (1872-1926), conocido como el Vasco por los vecinos, era un estanciero e importante político conservador de Chivilcoy, una ciudad cercana a Los Toldos.
Algunos estudiosos consideran que era un descendiente de inmigrantes franceses de apellido D'Huarte, Uhart o Douart.
En la primera década del siglo XX, Juan Duarte fue uno de los beneficiados con las maniobras fraudulentas que comenzó a implementar el gobierno para quitarle la tierra a la Comunidad Mapuche de Coliqueo en Los Toldos, apropiándose de la estancia en la que nació Eva.
Juana Ibarguren (1894-1971) era hija de la puestera criolla Petrona Núñez y del carrero Joaquín Ibarguren.
Aparentemente tenía poca relación con el pueblo, ubicado a 20 km, y por eso se sabe poco de ella, pero debido a la cercanía de su casa con la toldería de Coliqueo tenía estrecho contacto con la Comunidad Mapuche de Los Toldos.
En todos los partos de sus hijos fue asistida por una comadrona india que se llamaba Juana Rawson de Guayquil.
Juan Duarte, el padre de Eva, mantenía dos familias, una legítima en Chivilcoy con su esposa legal Estela Grisolía y otra ilegítima, en Los Toldos, con Juana Ibarguren.
Se trataba de una costumbre generalizada en el campo, para los hombres de clase alta, antes de los años '40 que aún es frecuente en algunas zonas rurales del país.
Juntos tuvieron cinco hijos, pero Juan Duarte no reconoció a ninguno de ellos:
Blanca (1908-2005)
Elisa (1910-1962)
Juan Ramón, Juancito (1914-9 de abril de 1953)
Erminda Luján (1916- )
Eva María (1919-1952)
Eva viviría en el campo hasta 1926, fecha en la que el padre falleció y la familia quedó desprotegida completamente, debiendo abandonar la estancia en la que vivían.
Estas circunstancias de su niñez, en las condiciones de discriminación de los primeros años del siglo XX, marcaron profundamente a Eva.
En aquella época la ley argentina establecía una serie de calificaciones infames para las personas si sus padres no habían contraído matrimonio legal, genéricamente llamados hijos ilegítimos.
Una de esas calificaciones era la de hijo adulterino, circunstancia que se hacía constar en la partida de nacimiento de los niños.
Ese era el caso de Evita, quien en 1945 logró que se destruyera su partida de nacimiento original para eliminar esa tacha infamante.
Una vez en el gobierno, el peronismo en general y Evita en particular, impulsarían avanzadas leyes antidiscriminatorias para igualar a las mujeres con los varones y a los niños entre sí, sin importar la naturaleza de las relaciones entre sus padres, proyectos que fueron muy resistidos por la oposición, la Iglesia y las Fuerzas Armadas.
Finalmente en 1954, dos años después de su muerte, el peronismo logró sancionar una ley eliminando las discriminaciones más infamantes (hijos adulterinos, sacrílegos, mánceres, naturales, etc.), aunque manteniendo la diferencia entre hijos legítimos e ilegítimos.
El propio Perón, con quien se casaría, había sido registrado como hijo ilegítimo.