El Motín de la India de 1857

publicado el 20 de septiembre de 2015

La Rebelión de 1857 es conocida también como “El Motín de los Cipayos”, porque comenzó de esa manera, pero inmediatamente se extendió a una rebelión en toda regla. Esta rebelión, que comenzó de forma violenta y fue severamente apastada, supuso una amenaza considerable para el poder británico en toda la región, y su fin supuso grandes cambios políticos para la India.



La Honorable Compañía De Las Indias Orientales. ( La John Company, La Compañía Bahadur).

La Compañía Británica de las Indias Orientales creó un imperio en la India entre el siglo XVIII y el XIX, vagamente sometido a la autoridad suprema del Rey de Inglaterra. En varias victoriosas campañas obtenidas en condiciones de amplia inferioridad, los ejércitos de la “John Company”, decisivamente reforzados por sus Cipayos y los Regimientos del Rey, obtuvieron el control sobre el Sind, el reino Sikh del Pujab, y la mayor parte de Bengala. Todo este inmenso dominio estaba sometido a la autoridad de un Gobernador General, elegido en un equilibrio de consenso entre el gobierno británico y la compañía.

La compañía había sido creada por un conjunto de mercaderes ingleses durante el siglo XVI para emprender un comercio regular de especias entre Europa y las Indias Orientales (Indonesia y Malasia). Pero debido a la ocupación holandesa de la zona se habían visto obligados a establecerse en la India, un territorio aún libre. Aunque el comercio había sido su vocación principal, pronto habían entrado de lleno en un proceso de consolidación territorial que les había proporcionado ventajas económicas alternativas mucho más interesantes en forma de impuestos y explotación de materias primas. Igualmente, habían suprimido todas las limitaciones a la importación de productos británicos, convirtiendo sus territorios en un mercado cautivo para Inglaterra.

La India suponía una fuente enorme de jugosos ingresos, y para sostener los mismos, aparte de los regimientos europeos, la compañía contrató unas masivas fuerzas armadas de más de 200.000 cipayos nativos, encuadrada por unos 40.000 oficiales, suboficiales y especialistas europeos. Este ejército, y su coste económico, había hecho que la compañía entrase en una dinámica de dominio: Disponiendo de semejante fuerza armada a su cargo, la compañía estaba dispuesta a emplearlo en aumentar sus territorios, y por tanto, sus ingresos.

La Era De Lord Dalhousie. 1848-1856

James Andrew Broun Ramsay. 10º Conde, y luego primer Marqués de Dalhousie. Miembro de la más rancia aristocracia escocesa, escaño de la cámara de los comunes a los 25, y a los 35 elegido el Gobernador General más joven de la India británica. Dalhouse era un hombre joven, instruido, y que mantuvo su cargo durante casi 10 años, en los que trató de cambiar la India Británica en todo lo que estuvo a su alcance.

Dalhousie estuvo al mando durante dos campañas coloniales plenamente exitosas para los británicos: Las guerras Sijh y la segunda guerra Birmana, que supusieron no solo grandes anexiones sino también un rico botín. En la primera, los oficiales de la compañía desencadenaron una guerra con motivos muy vagos, venciendo a un ejército asiático equipado a la europea. En reconocimiento de que habían actuado sin ordenes, tras la victoria enviaron un corto mensaje a Dalhouse: “Hemos pecado”. Sin embargo nadie juzga a los generales victoriosos. En Birmania, se trató de una campaña de castigo, que terminó con la anexión de la zona de Rangún.

El gobierno de Dalhouse estuvo marcado tanto por un continuado progreso económico y cultural, como por la política de la anexión de los principados sin herederos directos, apoyada en la “Doctrina del Lapso”. Con el tiempo, se acusaría a esta política de haber sido una de las causantes de la inquietud en la India que condujo al motín. Esta acusación se veía reforzada por el hecho de que Lord Dalhouise muriese en 1860 y no pudiese defenderse, pero carece de base. Los principales componentes de los motines eran cipayos con largos periodos de servicio a sus espaldas, a los que el cambio de líder de algunos principados debió afectar bastante poco.

Dalhouse fué un gobernador ampliamente interesado en la mejora de las condiciones de vidas de los indios, e incluso trató, infructuosamente, de que la Compañía le autorizase a incluir a los nativos en las altas estructuras del gobierno. Aunque los fakires lo denominaron “demonio cristiano”, el ferrocarril que Dalhouse empezó a introducir fue el primer paso para facilitar una distribución rápida de alimentos que terminó con las hambrunas crónicas del subcontinente.

El Ejército Cipayo.  (Del persa Sepohi/Sipahi=Soldado). 

La compañía dividía sus actuaciones en 3 zonas concretas: Bombay, Madrás y Bengala, siendo esta última la más importante y extensa, y la que empleaba a la mayor cantidad de soldados nativos. En 1857, la Compañía ya tenía bajo sus banderas a 233.000 cipayos, una cantidad de tropas descomunal, frente a solo unos 33.000 europeos ( Recordemos que la Grandée Armée disponía “solo” de 250.000 hombres).Las campañas de Crimea y de China habían obligado a guarecer muchas posiciones solo con soldados nativos, pero se consideraban tropas fiables, encuadradas por oficiales europeos ( ya casi todos británicos) que recibían formación en una academia privada en Inglaterra al margen del ejército de la Reina.

La recluta se producía entre todos los habitantes nativos de la india, y se veía facilitada por la existencia de castas de origen religioso como los Brahmanes, que solo podían subsistir dedicándose a la guerra o la religión. Servir como cipayos era su única alternativa a la inanición, pero estaban sometidos a muchas limitaciones de tipo religioso: Durante la guerra contra Birmania, varios regimientos formados por Brahmanes tuvieron que ser disueltos debido a la prohibición absoluta de la casta brahmanica de atravesar los mares abiertos.No obstante, fué un suceso considerado sin relevancia, ya que la compañía también reclutaba Sikhs, Musulmanes y Budistas Nepalíes, que no dieron ningún problema de ese tipo. Durante el conflicto, musulmanes e hindúes formarían las fuerzas rebeldes, mientras que los Sikhs y los Gurkhas combatirían del lado británico. El sur de la india, dominado por Príncipes Hindúes, no mostró ningún interés en alterar el status quo. Serían generosamente compensados por los británicos tras la pacificación.

El efecto de la rebelión fué el siguiente:
  • En el ejército de Bengala: De 124 Unidades Nativas, 59 se amotinaron, y 37 perdieron efectivos que se unieron al motín y fueron desarmadas y disueltos. De 88 unidades de artillería y caballería, 50 se amotinaron y 33 fueron disueltas.
  • Las fuerzas irregulares de Oudh ( 14 regimientos) se amotinaron en bloque.
  • Fuerzas de Árabes y Afganos mercenarios contratadas por los notables favorables a la rebelión. ( Los mercenarios árabes solían llegar regularmente vía marítima para buscar trabajo en los ejércitos de los príncipes soberanos).

Esto suponía una superioridad numérica de 6 a 1 contra los británicos, pero estas fuerzas carecían por completo de mando por encima del nivel de batallón. No obstante, esta proporción era general, siendo muy superior en algunos casos concretos ( Lucknow o Cawnpore).

El Ejército De La Compañía De Las Indias Orientales

Fuerzas europeas de la compañía: 3 brigadas de Artillería a caballo, 6 batallones de artillería y 11 baterías de campaña, con 3 batallones de infantería. Madrás y Bombay disponían de fuerzas equivalentes.

Los Regimientos de la Reina: 18 batallones reales servían en la India en 1857, y podían ser inmediatamente reforzados por el 14º de Dragones, el 64º de Infantería y el 78º de Highlanders que habían combatido en Persia. Durante el conflicto, pero tras las acciones iniciales, fué posible disponer de más fuerzas procedentes del contingente destacado en China.

Las Causas De La Crisis. 

Teniendo en cuenta que fue el único intento organizado de los nativos de la India de expulsar a sus colonizadores, el motín de la India ha recibido mucha atención por los historiadores indios, que lo recubrieron de todo tipo de leyendas patrióticas, fraseología heroica y criticas anti-británicas convirtiéndolo en “La primera guerra de Independencia de la India”. Ninguno de los motivos que se han venido exponiendo como causantes del motín puede aceptarse plenamente (Grasa animal usada en las balas del Lee-Enfield, desprecio británico por sus soldados asiáticos, intentos de imponer el cristianismo, ansia de libertad…), y hay que verlo como lo que fue, un motín salvaje, carente de preparación, en el que sus integrantes buscaron solo el beneficio personal alentados por todo tipo de ilusiones irreales. A favor de esta postura está el hecho de que muchos regimientos nativos no solo no se amotinaron, si no que encima permanecieron fieles siendo vitales en las operaciones de pacificación. Solo una vez que las tropas se amotinaron, notables nativos aprovecharon la situación para tratar de acabar con el poder británico contra el que sí tenían todo tipo de reclamaciones por la perdida de poder que el dominio de la compañía implicó.

Aunque sea relativamente insatisfactorio catalogar el motín como un episodio de violencia insensata, resulta mucho más razonable que considerarlo el resultado de la implantación de una nueva munición ( que los nativos utilizaron posteriormente y sin problemas a favor y en contra de los británicos).

Estalla El Motín. 1857. Meerut

El primer conato de rebelión lo protagonizó el 19º Regimiento de Infantería Nativa de Bengala, mostrando resistencia pasiva al empleo de la nueva munición. El problema se resolvió sin violencia por ninguna de las partes, retirando las nuevas armas. Esto demostraba que ambas partes podían enfrentarse sin excesivas complicaciones al asunto de la munición “pecaminosa”.

En cambio fue un hecho mucho más grave el suceso de Barrackpore: Un soldado cipayo del 34º de Infantería Nativa asesinó a un sargento británico que trataba de terminar con el escándalo que el soldado, alterado por motivos desconocidos, estaba causando. Tras el crimen, otro soldado cipayo se negó a detener al culpable. Finalmente, ambos fueron detenidos y ejecutados ante el regimiento formado. A pesar de que el incidente fue completamente resuelto, las autoridades británicas consideraron necesario disolver el regimiento como ejemplo. Sin embargo, en lugar de expulsarlos del ejército, los distribuyeron en otros regimientos operativos, lo que fué un error de amplias consecuencias. No solo se había tratado de modo injusto a un regimiento del todo fiable, si no que además se distribuyó a los integrantes en otras unidades también fieles, para que hiciesen correr un caudal de reclamaciones contra los británicos. Esto creó un caldo de cultivo, en el que indudablemente toda acusación, cierta o incierta contra los blancos, gozó de un interesado auditorio. Nadie tuvo en cuenta entonces, que la prohibición de azotar a los cipayos ( privilegio con el que no contaban los europeos) no dejaba muchas opciones a los oficiales a la hora de dictar castigos.

La crisis estalló finalmente el 9 de Mayo de aquel año de 1857. 85 jinetes de 90, del 3º de Caballería Ligera Nativa se negaron a usar las nuevas carabinas, a pesar de que su coronel les ofreció la posibilidad de romper los cartuchos con los dedos.Naturalmente se les trató como sediciosos, y fueron detenidos, expulsados con deshonor del ejército y condenados a 10 años de trabajos forzados por un consejo de guerra formado por oficiales nativos. Un castigo que enfureció a los compañeros de estos hombres.

Al día siguiente varios cipayos fueron instigados por la población civil al motín en defensa de sus hermanos, decidiéndose a actuar debido al rumor de que las tropas europeas iban a desarmar a todos los nativos.El 11º y el 20º de Infanteria Nativa se amotinaron, liberando a los prisioneros del 3º en Meerut, junto a una gran cantidad de presos comunes que les incitaron a una matanza general de todos los europeos que encontraron en la zona. Fué una masacre indiscriminada, en la que se ejecutó sin piedad a las esposas e hijas de los británicos. Sin embargo Meerut era una posición fuertemente guarnecida por tropas europeas, más de 2.000 soldados con 12 piezas de artillería, que expulsaron a los cipayos, pero que fueron incapaces de perseguirles de un modo eficaz. El 60º de infanteria británica, la fuerza principal, perdió un tiempo precioso cambiándose de uniforme, y formando antes de contra-atacar.

Meerut estaba bajo el mando del general Hewitt, un oficial cercano a la senilidad que fué incapaz de controlar la situación. En lugar de advertir a las guarniciones próximas, trataron de resolver el problema por si mismos, lo que permitió a los amotinados alcanzar Delhi.

Delhi

Delhi era la antigua capital del imperio mogol, y además carecía de guarnición europea. Solo el 54º de Infantería nativa ofreció una resistencia simbólica alentado por sus oficiales europeos, pero mostró nula capacidad combativa. Los europeos fueron rápidamente ejecutados entre terribles tormentos, tomándose solo algunos prisioneros.

Los amotinados encontraron al emperador Mogol: Bahadur Sha Zafar. El motín ya contaba con una cabeza visible, y un programa: La expulsión de los blancos. Esto fue una desgracia para los británicos, por que el motín pasaba de ser una rebelión de soldados sediciosos, para convertirse en una guerra nacional de liberación. Sin embargo, eran demasiados los poderes enfrentados por el dominio territorial de la India como para que se pudiese formar un frente unido. Esta división que ya hemos señalado, permitió a los británicos limitar el área de operaciones, y concentrar en ella sus escasos recursos.

Los exploradores británicos de Meerut alcanzaron las alturas próximas a Delhi. Poco después, una enorme explosión se elevó sobre la puerta de Kashmir. Había sido obra del Teniente Willoughby. Allí habían resistido 5 horas un grupo de 9 oficiales europeos, que habían decidido volarla antes que rendirse, debilitando de ese modo las defensas de la ciudad. Con toda seriedad, consideraron necesario sacrificar sus vidas antes que permitir que los amotinados se apropiasen de la posición y de la enorme cantidad de pólvora que protegía. 6 de ellos consiguieron escapar tras la explosión, mientras que 5, incluyendo los 3 muertos, recibieron la Cruz Victoria.

Rápidamente las escasas fuerzas de Meerut recibieron la noticia de que debían ser reforzadas por la guarnición de Ambala. Las ordenes eran reconquistar Delhi tan pronto como fuese posible. Sin embargo, mover el grueso de las tropas hacia Delhi implicaba dificultades de gran calado. Más de 15 días después, las tropas apenas habían empezado a concentrarse para el asedio, bajo el mando accidental del anciano Sir Barnard, jefe de estado de Lord Ranglan en Crimea. Varios días después, las dos fuerzas de bloqueo se reunieron a unos 7 kilometros de Delhi, donde los amotinados ya habían reforzados sus posiciones, defendidas por 30.000 cipayos.

El 7 de Junio los británicos fueron capaces de ocupar rápidamente las alturas próximas a Delhi, de donde expulsaron sin problemas a las débiles fuerzas rebeldes. Sin embargo, absurdamente, Sir Barnard ordenó incendiar las obras defensivas construidas por los cipayos por considerarlas inútiles. Una decisión que sus hombres tendrían que lamentar, al encontrarse sin protección para el sol en el insoportable verano de Bengala. La fuerza británicas estaba formada por el 60º de Rifles, el 75º de Highlanders, y el 1º y 2º de fusileros de Bengala. Se les denominó popularmente “El ejército de la venganza”.

Los británicos ocuparon rápidamente todas las posiciones que quedaban fuera del recinto fortificado de Delhi, con la excepción de la casa Metcalf y el Castillo de Ludlow, en realidad dos grandes mansiones británicas. Tras ellas, se elevaban las fortificaciones de Delhi, poderosas murallas con numerosos bastiones, diseñadas y construidas ya en tiempos de la artillería de sitio. Por si fuera poco, 114 piezas protegían el perímetro, frente a las 38 piezas de campaña, y no de sitio, de los 3.000 soldados de la Compañía. Con un fuerza tan limitada a su mando, Barnard decidió sitiar la plaza, aunque las presiones superiores le obligaron a atacar la fortaleza durante la noche el 12 al 13 de junio. Sin embargo, la decidida oposición del Brigadier Graves disuadió a Barnard de semejante error. En palabras de Graves, tomar la ciudad no suponía ningún problema para sus hombres, pero ocuparla y sostenerla frente a los cipayos, sería imposible. Los británicos no tuvieron otro remedio que mantener su sitio, y soportar sin protección el insoportable calor de Delhi.

Cipayos amotinados
Cipayos amotinados

Los cadáveres de humanos y animales fruto de la furia de los cipayos, corrompidos por el espantoso calor, trajeron una terrible plaga de moscas que hizo aún más duro soportar el calor, y que condujeron inevitablemente a un brote de cólera. Una de las primeras victimas fué el General Barnard, que debido a su avanzada edad murió a las pocas horas. Su sucesor fué el General T. Reed, que decidió ampliar las posiciones de sitio para aliviar en algo el problema del cólera, aunque eso no le salvó de la muerte por enfermedad, pasando el mando a Archdale Wilson, que fué nombrado Mayor General al efecto.

Los cipayos habian mostrado poco interés por las obras británicas, y no habían reaccionado decisivamente tras perder las posiciones de Ludlow y Metcalf, pero el 23 de Junio abandonaron sus posiciones en masa. Los fakires les habían convencido de que aquel día, el centenario de la decisiva victoria de Clive de la India en Plassey, se terminaría el dominio británico. Una columna de 7.000 hombres, fuertemente apoyada por la artillería, se lanzó contra el flanco británico. Allí, el 60º de Rifles, apoyado por los recién llegados Guias del Punjab y los Gurkhas, combatieron en amplia inferioridad en los suburbios semi-edificados. La limitada fuerza anglo-gurkha mantuvo sus posiciones con fiereza, arrojando sobre los cipayos un fuego sostenido que les obligó a retirarse. El efecto de esta victoria británica obtenida en inferioridad de condiciones, tuvo un efecto masivo en la moral de ambos bandos…Pero en sentidos opuestos.
La situación mejoró decisivamente en Julio. Los refuerzos permitieron alcanzar casi los 7.000 rifles, pero por desgracia se perdieron casi 500 hombres en las semanas siguientes, por enfermedad o fuego enemigo. Llegó la temporada de las lluvias, y con ellas los esperados refuerzos, la columna móvil de 4.000 hombres del Brigadier Nicholson procedente de Lahore. Eran fuerzas del Punjab, remanentes de las fuerzas que habían permanecido de guarnición en el viejo reino Sikh, formadas por fieles Sikhs y Pasthunes que no tenían nada que ver con los Bengalies. La primera fuerza en llegar a Delhi fué el cuerpo de guías, formado mayoritariamente por musulmanes que habían realizado la marcha bajo el sol abrasador en pleno mes de Ramadán, cumpliendo con el precepto de no tomar comida o bebida durante el día. Nada más llegar al campamento británica, y sin descansar, entraron en acción junto al 60º de Rifles, resultando decisivos en la victoria británica.
El 24 de Agosto, los amotinados decidieron interceptar el tren de sitio de Nicholson, enviando para ello una columna de varios miles de hombres. Nicholson, a la vista de la situación, escogió a sus tropas más móviles, y partió para interceptar la fuerza enemiga.
La Batalla De Najarfargh. 
El propio Nicholson se puso al frente de la fuerza, animando a los soldados y ordenándoles que esperasen a hacer fuego hasta estar delante de las posiciones enemigas, cargando después a la bayoneta. La disciplina y valor de las tropas europeas se puso entonces manifiesto, formando en líneas perfectas, como en un desfile, a despecho del fuego enemigo, pero apoyados por su artillería. Solo cuando estaban a menos de 50 metros de las posiciones enemigas, los 2 regimientos británicos lanzaron una descarga concentrada, y con un terrible grito de guerra, se lanzaron a la carga sobre los cipayos. La resistencia fué enconada durante unos pocos minutos, y después los defensores se lanzaron a la fuga, dejando 9 piezas de artillería en manos de los atacantes. La artillería a caballo se encargó de la persecución, montando y desmontando sus piezas, acabando con la vida de centenares de rebeldes hasta que la noche hizo imposible la persecución. Las tropas de infantería, por su parte, descansaron en la posición capturada, agotadas por el combate y la marcha forzada. Por lo tanto, una unidad nativa leal, los Rifles del Punjab, recibieron la orden de tomar un pueblo cercano ocupado por rebeldes. Allí la resistencia de los amotinados fué enconada, muriendo el mismo comandante de los punjabies, Lumsden, al frente de sus hombres. A la vista de esa resistencia se envió a un batallón europeo a apoyar el ataque, sin resultados decisivos. Los rebeldes, comprendiendo que al llegar el día toda la fuerza británica cargaría sobre la posición, la abandonaron amparados por la noche. A un precio de 35 muertos y doble número de heridos, los ingleses habían logrado una victoria completa que aseguró la llegada del tren de sitio el día 4 de septiembre. 60 piezas con 600 cargas, protegidas por 200 hombres del 8º de infantería.Con aquellas fuerzas aumentó la presión de Nicholson sobre su superior para lanzar un asalto definitivo.Wilson aceptó por fin. Disponía ya de 9.000 hombres, 3.000 de ellos europeos, y el resto Sikhs, Punjabies y Gurkhas. Una fuerza de calidad ampliamente superior a los desorganizados amotinados.
El Asalto A Delhi
Para el 11 de Septiembre todas las piezas estaban en posición frente a Delhi. En solo dos días de fuego continuado, se habían logrado 2 brechas: Una junto a la puerta de Kashmir y otra a en Bastión del Agua. Aunque no habían logrado derruir las fuertes murallas, se habían logrado derrumbes parciales que habían dejado practicables rampas de cascotes. Se consideró que la ascensión por las rampas de material derruido era practicable, y se entregaron las ordenes para un asalto en dos direcciones a través de la brecha, mediante 5 columnas de asalto, que debían converger sobre el palacio del Gran Mogol en el interior de Delhi.
Delhi antes del asalto 
Delhi antes del asalto

Columna Nº 1: 1.000 hombres al mando de Nicholson, con sus veteranos. Tomarian la brecha de la puerta Kashmir y ocuparían los bastiones cercanos. Se componía del 75º Lígero, el 1º de Rifles de Bengala (Los regimientos de rifles de Bengala eran unidades europeas reclutadas por la Compañía entre los Irlandeses católicos) y el 2º de Infantería del Punjab ( Los rifles de Greene).
Columna Nº 2: 850 hombres del 61 de Infanteria, al mando del Brigadier Jones, ocuparían la brecha del bation del Agua y las defensas cercanas. El 8º Ligero, el 2º de Fusileros de Bengala, y el 4º de Sikhs.
Columna Nº 3: 950 hombres al mando del veterano Coronel George Campbell atacarían directamente la puerta Kashmir en apoyo de la columna Nº 1. El 52º Ligero, El batallón Gurkha Kumaon y el 1º de Infantería del Punja ( Los rifles de Coke).
Columna Nº 4: 860 hombres bajo el mando del Mayor Reid, apoyados por 200 Sikhs enviados por el Maharajah de Kashmir. Su misión sería entrar por la puerta Kashmir una vez que Cambell la despejase, y ocupar los objetivos urbanos. El batallón Sirmur de Gurkhas, los guías del punjab y algunos piquetes de unidades varias.
Columna Nº 5: 1.000 hombres al mando de Lonfield. El 61º ligero, el 4º del Pujab y el Batallón Baluch.
Los hombres del 60º de Rifles precedieron a las columnas como tiradores de vanguardia.
Bajo la cobertura del fuego de todas las piezas británicas, las columnas comenzaron a tomar las posiciones de despliegue. De acuerdo con Jones, Nicholson dió la orden de ataque general. Casi 5.000 británicos y nativos leales, bajo un intenso fuego de fusilería, se lanzaron contra la ciudad que aquella misma noche había sido ocupada parcialmente, al precio de 1.200 bajas, Nicholson incluido.Moriría algunos días después, tras conocer que sus hombres habían ocupado el palacio del Gran Mogol, terminando así con la resistencia organizada en Delhi.
Las 3 primeras columnas bajo el mando de Nicholson habían soportado lo peor de la resistencia enemiga avanzando concentradas contra el antiguo palacio de recreo de los emperadores mogoles, esto permitió paralelamente que la puerta de Kashmir pudiese ser tomada de un modo menos costoso para los británicos. En cualquier caso, la resistencia de los cipayos al amparo de los edificios, que debieron ser tomados uno tras otro en una suerte de Stalingrado del siglo XIX, justifica el elevadísimo número de bajas británicas.

Captura de Delhi

Tras la victoria, se formó una columna de 2.790 soldados bajo el Coronel Greathead para marchar por la ruta de Lahore y restablecer el poder británico entre Delhi y Cawpore. El 9 de Octubre Greathed recibió una llamada de auxilio de la guarnición británica de Agra. Avanzando hacía allí, fué sorprendido por los rebeldes, pero logró ponerlos en fuga con pocas bajas y liberar la posición asediada. Tras su victoría, entregó el mando al Mayor-General Hope Grant, que con refuerzos de Delhi recibió la orden de dirigirse a Cawpore y esperar al nuevo Comandante en Jefe, Sir Colin Campbell.

Cawnpore. “El espiritu británico se mantiene, pero no podrá mantenerse para siempre”

Posiblemente a muchos los luctuosos sucesos de Cawnpore les resulten extrañamente familiares. No es para menos, ya que la historia se incorporó al guión de “La carga de la brigada ligera” para dar un poco más de profundidad psicológica a la acción de los 600.

Cawnpore era el cuartel general del comandante militar de la provicia de Oudh. Era un punto fundamental, donde el Ganges se cruzaba con las dos grandes rutas terrestres de la zona, hacía Bengala y hacía Jhansi.

Oudh fué anexionada en 1856 por Dalhouise, y se consideró uno de los momentos más impopulares del gobernador, ya que lo había hecho sin más razones, a juicio de los nobles del territorio, que el afán de tierras de la compañía. Oudh era una zona dominada por la élite musulmana, y creó un poso de resentimiento muy fuerte en esta comunidad contra la supuesta arbitrariedad de Dalhouise. Como en muchos otros lugares, el componente europeo entre la guarnición de Cawpore ( Kanpur) era muy limitado. Solo 300 soldados europeos, frente a 3.000 nativos, de los 1º,53º y 56º regimientos Nativos de Bengala, y el 2º de Caballería Nativa de Bengala. Todos servían al mando del General Wheeler, un anciano con 54 años de servicio en la India, considerado generalmente como el oficial más capacitado de la compañía. Por si fuera poco, estaba casado con una mujer de la nobleza nativa, lo que le permitía un conocimiento profundo de los nativos del que carecían sus camaradas. Por desgracia, sobrestimó esta capacidad en el caso de Nana Sahib.

Cerca, en Bithur, Nana Sahib destilaba su odio contra los ingleses, ya que había recibido diversos agravios del gobierno de la compañía, privándole de su status privilegiado. Aunque en un principio los cipayos de Cawpore no se alteraron por las noticias de Delhi, el sagaz Wheeler tomó todas las medidas posibles para proteger a los europeos a su mando de una posible rebelión. Era un momento peligroso, ya que las tropas europeas habían sido enviadas a sofocar los disturbios del 7º de Irregulares Nativo, dejando a la guarnición en una situación muy difícil.

A pesar de que existían posiciones más fuertes, Wheeler eligió con buen criterio un conjunto de barracones militares próximos al río, que era la vía de comunicación más accesible para un eventual refuerzo. Inmediatamente comenzó la construcción de un parapeto y de posiciones para la artillería. Por desgracia, el estado de alteración entre los nativos hizo imposible conseguir suficientes trabajadores, por lo que el parapeto no consiguió la suficiente altura. Del mismo modo, faltaba el agua potable, y no consiguió trasladarla en suficiente cantidad dentro del área defensiva.

A finales de Mayo, Wheeler decidió que no podía retrasar más tiempo el traslado de los civiles, por lo que dio ordenes en esa dirección y envió un mensaje a Henry Lawrence en Lucknow en demanda de refuerzos. Lawrence solo pudo enviarle 84 hombres del 32º ligero, un regimiento de la reina, y 2 escuadrones de irregulares, de lealtad dudosa que se amotinaron y huyeron tras asesinar a su comandante nada más comenzar el asedio.Muchos civiles, pocas tropas, defensas incompletas y alimentos insuficientes. Las perspectivas no eran buenas, y disponer solo de 6 cañones no las mejoraba. 60 artilleros, los 84 del 32º, y unos 200 oficiales europeos de los regimientos amotinados eran toda la fuerza con que se podía contar. Con esas fuerzas había que proteger a 330 civiles europeos de los miles de amotinados. Por desgracia Wheeler cometió un error, seguir confiando en el taimado Nana Sahib. Tanto fue así, que cuando 100 hombres del 84º de infantería Real alcanzaron la posición, envió la mitad a Lucknow confiando en las informaciones de Nana Sahib sobre unos míticos refuerzos que se aproximaban.

La situación se descontroló cuando el 4 de Junio el 2º de Caballería y el 1º de Infantería de Bengala se amotinaron y se unieron a Nana Sahib, que logró convencer a los otros dos regimientos, aún leales, de unirse a él. Aunque su primera decisión fue marchar en dirección a Delhi, Nana Sahib logró convencerlos de que terminasen primero con las fuerzas de Wheeler. No obstante, en una política de calculada ambigüedad, Nana informó al General Wheeler de que los cipayos iban a lanzar un ataque a sus posiciones. Confirmando esto, los amotinados rodearon la posición y comenzaron a bombardearla, mostrando el error de Wheeler al no haber destruido las piezas de los cipayos.

Del 6 al 25 de junio se mantuvo un fuego constante sobre la posición europea, donde la falta de suministros, el exceso de refugiados y el fuego enemigo convirtieron la vida en un autentico infierno que el sol de Bengala no mejoró en absoluto. A pesar de que los francotiradores nativos mantenían la posición bajo fuego continuo, y que la artillería había derruido los mal construidos bastiones, dice mucho del respeto de los cipayos hacia la capacidad combativa de los europeos que se negasen a asaltar las posiciones a pesar de superar a los defensores por más de 20 a 1. El día 23, coincidiendo con el famoso aniversario de Plassey, lanzaron un ataque descoordinado que fué repelido por el coordinado fuego de la menguada guarnición. Wheeler envió una carta desesperada a Lucknow el día 24: “El espíritu británico se mantiene, pero no podrá mantenerse para siempre.No tenemos medicinas, alimentos ni municiones. No permita que muramos como ratas en una jaula”.

3-india-sepoy-mutiny-1857-grangerEl día 25 de Junio la munición estaba a punto de terminarse, y no había ninguna señal de ayuda en el horizonte. Nana Sahib se introdujo entonces en la posición europea, acompañado de una mujer mestiza. Traían una propuesta de paz: “Todos los que no estén implicados en los actos de Lord Dalhouise y estén dispuestos a dejar las armas recibirán permiso para llegar a salvo a Allahabad”. Wheeler, que confiaba en Nana Sahib pero no en los amotinados, se opuso a la rendición. Pero el resto de oficiales consideraban que aunque su honor como soldados británicos les exigía entregar su vida en defensa de su bandera, la vida de las mujeres y los niños era una responsabilidad que no podían olvidar. Al final, en un compromiso totalmente de acuerdo con las tradiciones europeas, los ingleses aceptaron entregar la posición, el dinero de la compañía y las piezas de artillería, pero conservar sus armas individuales y 60 cartuchos por hombre. Se les entregarían barcas y alimentos para descender por el Ganges hasta las posiciones británicas. El error de los británicos fue olvidar que no estaban en Europa sino en Bengala.

A las 7 de la mañana del 27 de Junio, la fuerza británica abandonó la posición, formando con los civiles dentro de sus líneas, y protegidos por la escolta personal de Nana Sahib. Sin embargo, cuando se acercaban al Ganges, estos hombres dieron la orden de abrir fuego contra los británicos. Los europeos ya habían embarcado en las barcas, desde donde no pudieron reorganizarse para ofrecer un frente cohesionado. Por si fuera poco, muchas de las barcas habían sido empapadas con aceite, siendo incendiadas después. Con la munición empapada, y separados unos de otros en el río, los británicos ofrecieron una última resistencia tan heroica como inútil.Solo 4 soldados consiguieron escapar para contar su historia, muriendo dos de ellos en las posteriores batallas del motín.

Los civiles que trataron de escapar no tuvieron mejor suerte, y fueron tiroteados y alanceados mientras intentaban llegar a nado a la otra orilla.Un puñado de mujeres y niños fueron recluidos en una pequeña casa, la Bibirgah (harén), pero cuando llegaron las noticias de que los ingleses se aproximaban de nuevo, todos ellos fueron asesinados y descuartizados. Aunque no hay pruebas de ello, algunos testimonios de la época afirman que las mujeres fueron violentadas por los cabecillas nativos.

El Viento Del Diablo. “La venganza de los ingleses perseguiría a los amotinados en esta vida y en la otra” 

Las fuerzas que se acercaban eran las tropas de los fusileros de Madrás ( europeos) que llegaban de Allallahabad bajo el mando del General Havelock. Eran fuerzas que habían participado en la reciente guerra contra Persia, y que atravesaron Oudh derrotando a fuerzas aisladas de amotinados. Los cipayos ofrecieron una resistencia simbólica,tras la cual los británicos tomaron la ciudad. Rápidamente encontraron la prisión de los civiles, y la impresión que causó en los soldados británicos aquel espectáculo espantoso fue enorme.

Uno de los oficiales escribió traumatizado: “La sangre de aquellos inocentes empapó por completo las suelas de mis botas”. Aquello terminó de enloquecer a los europeos, puesto que los amotinados ni siquiera se habían molestado en limpiar el lugar de la masacre. Consecuente con los sentimientos de sus hombres, el Teniente Coronel James George Smith Neill ordenó que cada amotinado capturado sería enviado a la casa y obligado a limpiar un trozo de la misma, tras lo cual sería inmediatamente ahorcado. Pero como se consideró que ser ahorcados era un tratamiento demasiado humano para los amotinados, a muchos se les obligó a limpiar los restos humanos con la lengua, y cuando fuese posible serían atados a la boca de un cañon y despedazados con el consiguiente disparo. Los civiles de la zona denominaron a aquel castigo: “El viento del diablo”. En palabras de un testigo: “Un hombre desaparecía así en una nube de fragmentos sanguinolentos y humo”.
El viento del diablo

Era un castigo no solo impresionante sino también meditado. Ningún hindú podría reencarnarse después de que sus restos fuesen esparcidos de esa forma. La venganza de los ingleses les perseguiría en esta vida y en la otra,y para asegurarse de ello ,muchos prisioneros fueron alimentados a la fuerza con cerdo y buey, privándoles así de su casta. Neill dirigió una campaña de represión sanguinaria, incendiando varios pueblos de las proximidades, pero no fué nunca juzgado ya que murió como un héroe en la lucha en torno a Lucknow. Como en el caso de Dalhouse, a Neill se le hizo cargar con la responsabilidad por los excesos de la represión, ya que no podía defenderse de la acusación. Havelock moriría más tarde de disentería, pero en el reparto de los papeles, y a pesar de ser su superior, Havelock ya tenía asignado el de héroe. Pero la responsabilidad fué mucho más general. El Times exigía diariamente la ejecución de todos los cipayos capturados, y la Bibirgah se mantuvo relativamente intacta para ser mostrada a los reclutas recién llegados de Inglaterra y borrar de su alma todo rastro de piedad durante las operaciones de pacificación que se extenderían durante 1858 y 1859.

Tras limpiar Cawnpore, Havelock y sus fuerzas siguieron a marchas forzadas hacia Lucknow. A pesar de las imágenes espantosas que habían tenido que presenciar en Cawnpore, y de la desesperación por evitar a sus compatriotas de Lucknow un destino parecido, la fuerza de Havelock se había visto reducida por la enfermedad y el combate hasta un punto en que no era capaz de romper las nutridas líneas de asedio de los cipayos. Fue necesario esperar hasta el 15 de septiembre para lanzar el ataque decisivo sobre Lucknow. Havelock era un oficial de gran experiencia y una sólida formación, su marcha a través de Oudh desde la frontera con Persia había sido toda una proeza en sí misma, pero incluso sus soldados tenían un límite.

Hay que tener en cuenta que solo en trasladar sus 1.500 hombres a través del Ganges, tuvo que emplear 6 días, tiempo de sobra para que los amotinados concentrasen una amplia fuerza de bloqueo. Havelock fué capaz de derrotarles decisivamente en Unao, pero al precio de la mitad de sus hombres. Reducido a solo 850 rifles, era imposible plantearse siquiera liberar Lucknow. Neill, “la galante capa azul” escribió diversas cartas insultantes a su superior, acusándole de comportamiento timorato. Havelock recibió mientras tanto 257 hombres de refuerzo y algo de artillería a través del Ganges, y trató de avanzar de nuevo. Pero igual que en la ocasión anterior, tuvo que volver a enfrentarse a una nueva fuerza de bloqueo en Unao, a la que nuevamente derrotó, pero también a un coste demasiado elevado.

Ya que no podía liberar Lucknow, se mantuvo al norte del Ganges, patrullando para evitar que los rebeldes se concentrasen de nuevo, y con ello impedirles reforzar los asaltos contra los asediados de Lucknow. No obstante, el 11 de Agosto, el ahora desesperado Neill le informó de que la posición en Cawpore estaba amenazada. Con gran sagacidad, Havelock se dirigió rápidamente contra Unao, derrotando de nuevo a los cipayos, y cruzando de nuevo el Ganges, quemando tras de sí el puente que había construido en los días anteriores. El 16 de Agosto, Havelock se enfrentó a la fuerza enemiga en Bithur, aplastándola decisivamente. Sin embargo, su incapacidad para salir de la zona en auxilio de Lucknow convenció a muchos de los nativos de elegir el bando rebelde.

Lucknow. Antes De La Tormenta

La provincia de Oudh, como hemos comentado, era un polvorín de inestabilidad desde la deposición de su rey y la anexión por la compañía. Las reformas modernizadoras introducidas desde entonces, habían levantado una ola de indignación entre la población, y los viejos cortesanos atizaban ese descontento. Y esto era algo a tener muy en cuenta, cuando aproximadamente dos tercios del ejército de la Presidencia de Bengala se reclutaba en la zona.

Sir Henry Lawrence, el comisario en jefe para la provincia de Oudh, trató por todos los medios de calmar los ánimos. A la vez ordenó que se construyese una fortificación de campaña, de forma pentagonal, alrededor de su residencia, aprovechando varios edificios administrativos. Allí debía concentrarse la guarnición de la zona. La primera amenaza procedió del 7º de Irregulares de Oudh ( al que ya hemos mencionado antes), que se negó aceptar los cartuchos engrasados y fue disuelto por la fuerza.

Las noticia del motín de Meerut llegó el 14 de Mayo, y la de la caida de Delhi el día 15. Lawrence fue informado, y de inmediato asumió todos los poderes tanto civiles como militares. No obstante hasta el 30 de Mayo no se produjeron alteraciones de importancia. Ese día Lawrence fue informado por un nativo que el motín empezaría a las 9 de la noche, por lo que pudo avisar a sus tropas y evitar la consiguiente masacre. Con su mejor organización y disciplina, las tropas europeas no tuvieron ningún problema para expulsar a los amotinados, que no ofrecieron resistencia.

Durante el mes de junio, la situación se mantuvo en calma, y continuó la labor de fortificación. No obstante, Lawrence se negó a derruir las mezquitas y los templos próximos al perímetro, por miedo a causar una explosión prematura de los rebeldes. Sin embargo, ese fue un error que hubo que pagar muy caro posteriormente cuando los francotiradores enemigos usasen esos edificios para disparar por encima de las fortificaciones.

A finales del mes la guarnición recibió la noticia de que Cawnpore había caído, y Lawrence comprendió que esas fuerzas avanzarían ahora contra Lucknow. Ordenó por tanto que todos los europeos, civiles y militares, se trasladasen de inmediato dentro del perímetro fortificado de la residencia. El 29 de junio Lawrence decidió dirigir un ataque contra una fuerza de rebeldes que se iba concentrando en las proximidades, pero la escaramuza de Chinhat fué un completo desastre para los europeos, que tuvieron que regresar a la desbandada dentro de sus posiciones. Este ataque fracasado alentó a los amotinados a atacar las posiciones británicas, comenzando el día 30 el asedio de Lucknow.

Lucknow. El Asedio. “Aquí yace Henry Lawrence que trató de cumplir con su deber”

En Lucknow, las fuerzas defensoras estuvieron formadas tanto por Europeos como por nativos leales, sumando casi 1.000 de los primeros, y unos 800 de los segundos, con aproximadamente 1.300 civiles de ambas razas a su cargo. Al igual que en Cawpore, el fuego de los franco-tiradores y la artillería enemiga fue constante, siendo el propio Lawrence uno de los primeros heridos. Lawrence murió tras nombrar a su sucesor, el coronel John Inglis del 32º, y dictar su propio epitafio: “Aquí yace Henry Lawrence que trató de cumplir con su deber. Ojalá Dios tenga piedad de el”. Sin embargo, debido a la dureza del asedio, solo puedo disfrutar de una fosa común apresuradamente excavada. Solo después de la rebelión fué su cuerpo trasladado a un cementerio cercano, y una placa de bronce colocada en al Residencia británica en su honor.

 A pesar de la temporada de lluvias de Julio-Agosto, el asedió continuó con enorme dureza, teniendo los asediados que rechazar diversos ataques directos, y disponer una contra-mina contra el intento de los cipayos de hacer volar sus parapetos. En Septiembre, las lluvias dejaron una epidemia de cólera, que debilitó tanto como el enemigo la defensa. Sin embargo, al mismo tiempo la moral aumentó cuando el general Havelock consiguió hacerles llegar la noticia más esperada: El General James Ountram había llegado con nuevas tropas, que junto a las suyas avanzaban por fin para romper el asedio. Anteriormente Havelock le había pedido a Inglis que rompiese el asedio y tratase de reunirse con él, pero este le informó de que sus fuerzas eran demasiado escasas para lograrlo. Por tanto, la columna Havelock/Outram se puso en marcha.Disponían de 3.200 hombres: 6 batallones europeos y 1 Sikh, con tres baterías de artillería y una minúscula fuerza de 168 voluntarios de caballería. Estaban divididos en 2 brigadas, una bajo el mando del irascible Neill y la otra bajo el del Coronel Hamilton, del 78º de Highlanders.

Havelock Rompe El Asedio

El mando de Ountram era solo nominal, ya que tanto él como la compañía tuvieron el suficiente juicio como para dejar el mando efectivo en Havelock, mientras que Ountram ejercía como Comisario Superior para la provincia. El 19 de septiembre la fuerza conjunta logró cruzar el Ganges, y llegar a las afueras de Lucknow, donde derrotó a los cipayos, liberando la posición de la Residencia el 27 de Septiembre.

De hecho, la velocidad de la columna Havelock/Outram fué tan impresionante que ni los asediados ni los cipayos dieron crédito a la realidad cuando oyeron en la distancia el inconfundible sonido de las gaitas de los highlanders. Y fueron precisamente los hombres y oficiales del 78º de Highlanders los que tuvieron el honor de encabezar la entrada en la residencia: “¡Dios os bendiga!” fue el grito con el que los asediados les recibieron. En palabras de una testigo: “Aquellas hombres enormes, rudos y barbados tomaban en sus brazos a nuestros niños, les besaban con lagrimas en los ojos y daban gracias a Dios por haberles permitido llegar a tiempo para salvarlos del terrible destino de los niños de Cawpore. Les entregamos nuestras pobres reservas de agua y alimentos, por que su estado era de absoluta extenuación”. Aquella gloria no había sido gratuita, por que una tercera parte de la fuerza de auxilio había sido muerta o herida, y los cipayos, conscientes de su debilidad, volvieron a establecer un duro asedio. Se dio comienzo de nuevo a la dura rutina de los franco-tiradores, de los asaltos y contra-ataques, de las epidemias y las minas, aunque las nuevas fuerzas disponibles, y los suministros que habían traído consigo hicieron desaparecer el espectro de la rendición por hambre o carencia de municiones.

El Rescate De Los Sitiados De Lucknow

El 9 de Noviembre, el nuevo Comandante en Jefe para la India, Colin Campbell, avanzaba hacía Luknow con una fuerza de 5.000 hombres. El 11 de Julio Lord Palmerston le había ofrecido el mando supremo para sofocar el Motín, pregúntandole cuanto tiempo necesitaría para estar listo: “24 horas”. Así pues, partió de Inglaterra la tarde siguiente, llegando a Calcuta el 13 de Agosto. Tras pasar 2 meses en la ciudad para reorganizar sus fuerzas, había partido hacia el frente el 27 de Octubre.

Para informarles sobre la situación de los resistentes y de las fuerzas amotinadas, un civil, Henry Kavanagh, se ofreció voluntario. Disfrazado de indio, fue capaz de atravesar las lineas enemigas, y en premio a su valor fue uno de los poquísimos civiles condecorado con la Cruz Victoria.

El 17 de Noviembre, los 4.100 hombres de Campbell se abrieron paso por la fuerza hasta las defensas británicas. Nuevamente fueron los escoceses los encargados de encabezar el ataque, esta vez los del 93º de Hihglanders, apoyados por el 4º del Punjab. El ataque logró tomar el Secundra Bagh, el principal edificio en que se apoyaba el asedio de los amotinados. Fué una lucha brutal, en la que los hombres de Campbell causaron entre 2.000 y 3.000 bajas a los amotinados. No obstante, la fuerza total de estos se mantenía entre 30.000 y 50.000 efectivos.

Consciente de que conquistar la ciudad sería demasiado costoso, se decidió evacuar a los europeos y nativos leales el 22 de Noviembre. Dejó a Outram cerca de Lucknow, con varios miles de hombres, y avanzó hacía Cawpore para enfrentarse a una concentración de 20.000 amotinados.

La Derrota Del Contingente De Gwalior

Tras llegar a Lucknow, Campbell había dejado solo una pequeña guarnición de 1.100 hombres bajo el mando del Brigadier Charles Windham. El jefe militar de Nana Sahib, Tantya Tope ( O Topi), había reclutado mientras tanto una poderosa fuerza de más de 20.000 hombres, bien organizados en torno al contingente de Gwalior, tropas amotinadas desde Junio en Jhansi. Windham y sus escasas fuerzas salieron de la posición atrincherada, cargando contra la fuerza rebelde. A pesar de derrotar a la vanguardia enemiga, Windham comprendió su inferioridad, y regresó con su fuerza intacta al atrincheramiento, donde se mantuvo a la espera de Sir Colim Campbell. Cuando este alcanzó el lugar, se encontró con Windham totalmente rodeado, y a los amotinados ocupando de nuevo la ciudad.

Para desgracia de los rebeldes, Campbell y Widham actuaron en estrecha coordinación. Widham abrió fuego con su artillería sobre el flanco izquierdo de los amotinados, por lo que estos desprotegieron su ala derecha, que fue por donde atacó Sir Colin, poniendo en peligro la ruta de huida de los cipayos. Apoyado por varios cañones pesados navales, las fuerzas británicas aplastaron la resistencia del contingente de Gwalior, tras lo cual fué sencillo derrotar al resto de las fuerzas enemigas mientras huían por el norte de la ciudad. Al día siguiente, las avanzadas británicas tomaron Bithur, donde capturaron el tesoro de Nana Sahib.

La Caida De Lucknow Y La Pacificación De Oudh

Tras la victoria, Campbell dirigió la pacificación de Oudh. Solo en marzo de 1858 fué posible tomar la ciudad de Lucknow, aunque para entonces las fuerzas rebeldes ya se habían debilitado por las deserciones.

Las fuerzas de Cambell eran ahora aplastantes, por que no solo habían sido reforzadas desde Inglaterra, sino que el Rey de Nepal había enviado a su propio ejército de 9.000 Gurkhas para ponerlo al servicio de la Reina Victoria hasta que concluyese la campaña. Esta impresionante fuerza se unió a los 4.000 hombres de Outram, atrincherados en el suburbio de Alumbagh desde Noviembre, estableciendo una línea de asedio continua en torno a Lucknow desde el 2 de Marzo de 1858. Tras una dura resistencia, Lucknow fué declarada oficialmente liberada 19 días después. Por su excelente dirección de las operaciones, ambas cámaras del Parlamento votaron en su favor una pensión de 2.000 libras anuales para Campbell, y la reina le nombró Baron Clyde.

La Rani De Jhansi. “Jamás entregaré mi Jhansi”

La oposición principal a los británicos en la India Central tuvo como protagonista a la Rani de Jhansi, Lakshmi Bai, a la que los ingleses estaban a punto de desposeer de su soberanía. Cuando los regimientos bengalíes situados en la zona se amotinaron, la Rani se puso a su cabeza. Rápidamente se unió a ellos el contingente de Gwalior, una fuerza organizada por la Compañía para servir a las ordenes de su aliado el Maharajah Jayajirao Scindia, y semejante a los regimientos irregulares de Bengala. No era una fuerza despreciable, 9 regimientos regulares de infantería y 3 de caballería.

Lakshmi Bai, la Rani de Jhansi
El 5 de junio, los Británicos y sus sirvientes que resistían en el fuerte de Janshi fueron asesinados por orden de la Rani, tras aceptar la palabra de esta de que no serían objeto de violencia alguna si deponían las armas. Con este acto monstruoso de crueldad y traición, la Rani se condenó así misma. El alzamiento general que esperaba, no se produjo, y no logró recibir ni un solo hombre desde el norte. Pero los ingleses estaban cerca, y eran muy poderosos. Tanto, que a pesar de tener que concentrar sus fuerzas en el Norte, ordenaron a los Rajás de Datia y Orcha que invadiesen Jhansi. No obstante, sus fuerzas no mostraron mucho interés en combatir por los intereses de los europeos, y fueron fácilmente derrotados por el motivado ejército de la Rhani. Convencida de la necesidad de suplir la falta de refuerzos del Norte con sus propios recursos, reclutó voluntarios de ambos sexos que entrenó concienzudamente para la resistencia frente a la esperada contra-ofensiva británica. Estas medidas de apariencia desesperada fueron impuestas tras la marcha de los regimientos regulares hacia Delhi, y la posterior marcha del contingente de Gwalior con Tantia Tope para apoyar el ataque a Cawnpore.

Aparte de Jansi, se produjeron varias disputas menores entre los príncipes locales, a favor y en contra de los británicos. El Nawab de Banda, apoyado por diversas unidades de amotinados, fue un ejemplo de rapacidad más propia de un bandolero que de un líder militar con ambiciones territoriales. El príncipe Firuz Shah trató de aprovechar la situación para conducir a su ejército hacia el sur del territorio de la presidencia de Bombay, pero fue derrotado por una pequeña fuerza europea al mando de Sir Henry Durand, el comisario para la India Central.


El Mayor-General Sir Hugh Rose concentró a importantes fuerzas desde la zona de Bombay, y avanzó contra Jhansi cuando la situación en el Norte estuvo asegurada. En Diciembre ocupó el territorio de Indore, con dos pequeñas brigadas, una europea y la otra procedente de los cipayos de Bombay, que habían permanecido fieles al contrario que los de Bengala. Ya que Tantia Tope había desviado todas las fuerzas regulares al Norte, los británicos solo se encontraron con los contingentes locales de los Rajás, mal armados y peor dirigidos.

El 5 de Febrero del 58 liberó a la pequeña guarnición europea de Saugor, que llevaba más de medio año resistiendo. Para ello tuvo que derrotar en varias batallas especialmente sanguinarias a los contingentes de mercenarios afganos y pasthunes en Rathgar. Tras lo cual, su fuerza permaneció varias semanas en Saugor recibiendo refuerzos y material.

La Rani envió a sus fuerzas a detener a Rose, pero fueron totalmente aplastados en la batalla de Madanpur, frente a una fuerza superior en disciplina y mando. En ese momento Rose recibió ordenes superiores de destacar parte de su ejército par apoyar a los Rajáhs leales, pero las desoyó decidido a vengar a los británicos muertos por la traición de la Raní. El único objetivo aceptable para él y sus hombres era tomar Jhansi y arrasarlo.

Rose puso sitio a Jhansi el 24 de Marzo, después de derrotar a una fuerza de amotinados reclutada por Tantya Tope entre las fuerzas dispersas por Bengala. A pesar de que logró sorprender a los británicos y de contar con amplia superioridad numérica, sus fuerzas irregulares no fueron enemigo para los disciplinados soldados de Rose que los aplastaron en la batalla de Betwa. Para tratar de detener la persecución británica, incendiaron los bosques circundantes, pero aunque detuvieron a los ingleses ellos mismos se desorganizaron totalmente. Llegaron a Kalpi sin armas y en escaso número.

Establecido de nuevo el asedio, la Rani se negó a rendirse con el grito de “Jamás entregaré mi Jhansi”, una posición muy lógica puesto que ya sabía que los ingleses estaban ajustando cuentas con los traidores sin piedad alguna. Por tanto, Rose ordenó el asalto general el 3 de abril, acabando con la vida de 5.000 defensores, a pesar de que la propia Rani dirigiese la defensa personalmente. No obstante, viendo la posición perdida, escapó en el último momento. En esto hubo una gran responsabilidad por parte de Rose, que a pesar de haber sufrido solo 343 bajas, autorizó un saqueo sangriento e indisciplinado durante el cual no hubo tiempo para perseguir a los rebeldes. Jhansi fué saqueada a fondo, en una acción donde la codicia y la venganza se unieron para causar un resultado desastroso.

Con las alforjas llenas de botín,Rose la persiguió hacia Kunch, donde las fuerzas restantes de Jhansi fueron derrotadas en una sangrienta batalla frontal. No obstante, los supervivientes consiguieron volver a reorganizarse en Kalpi, decisivamente reforzados por el rapaz Nawab de Banda. Sin embargo, incluso al amparo de las defensas de la ciudad, fueron de nuevo aplastados por los hombres de Rose. No obstante, aunque hubo pocas bajas por el fuego enemigo, muchos hombres de Rose quedaron incapacitados por insolación.

La Rani reagrupó sus fuerzas en Gwalior, donde las fuerzas de su Maharajá volvieron a cambiar de bando o se retiraron ignominiosamente en la batalla de Morar. Rose se puso en movimiento para sofocar este nuevo foco de rebelión, derrotando a los rebeldes en la batalla de Kotah-Ke-Serai, el 17 de Junio, librada entre calor y humedad casi insoportables. La Rani murió en esta última batalla, combatiendo personalmente. En palabras de Rose, a pesar de su crueldad y su carácter traicionero, la Rania fué “La más valiente y la más capacitada de todos los rebeldes”.

El 19 de Junio los Británicos recuperaron Gwalior, devolviéndoselo a su gobernante. Fue la última resistencia organizada contra el dominio de la Compañía. Solo Tantya Topi mantuvo una pequeña fuerza guerrillera operando contra los británicos, hasta ser traicionado en Abril de 1859, y entregado a los británicos de Sir Napier. por Man Singh. Topi fue juzgado por una corte marcial, ante la que declaró con orgullo: “Todo lo que hice lo hice por amor a mi tierra natal, y desde el momento que tomé las armas fui consciente de que el camino que elegía no tenía vuelta atrás”. Condenado a muerte por rebelión, fue ahorcado de inmediato.
El 8 de Julio de 1859, Lord Canning transmitió una declaración oficial al parlamento británico en el que daba por concluidas todas las operaciones militares contra los amotinados.

El Final De La Honorable Compañía De Las Indias Orientales

En castigo a su falta de previsión ( a su incapacidad para ahogar el motín en sus primeros momentos) la compañía de las Indias Orientales fue abolida. El gobierno de la India pasó al Raj Británico, es decir, a un Virrey nombrado por el Parlamento, que gobernaría en nombre de la Emperatriz Victoria. Para asegurarse que los cipayos no volviesen a ser un peligro, el ejército Indio fue reorganizado, asegurando que la fuerza europea fuese siempre superior en medios a los nativos. Los cipayos recibieron rifles inferiores, municiones controladas, y fueron privados de toda artillería. Se hizo así imposible que los nativos pudiesen mantener ningún tipo de operación contra las fuerzas británicas.

Por otro lado, en premio a su fidelidad, los principados indios independientes fueron formalmente reconocidos por la corona británica, y sus gobernantes recibieron garantías de que se les permitiría una independencia casi total en sus asuntos internos, incluyendo entre estos la elección de sus sucesores. De este modo, una tercera parte de la India seguiría viviendo plenamente conforme a sus costumbres, sin interferencia británica alguna. La India Británica, bajo el mando de los sucesivos Virreyes, permanecería en completa paz y sumisión hasta la concesión de la independencia pacífica casi un siglo después.