Chile: entre la memoria y la represión

Redacción de APAS 

Esta semana se recuerda el 39 aniversario del golpe de Estado que terminó con el gobierno socialista de Salvador Alllende e inició una etapa sangrienta que se extendió por 17 años. Como cada año desde la restauración democrática, las fuerzas policiales reprimieron las manifestaciones conmemorativas.


El 11 de setiembre de 1973, fuerzas militares comandadas por Augusto Pinochet bombardearon la Casa de la Moneda en Santiago. El golpe de Estado -y el asesinato del presidente democrático Salvador Allende (1970-1973)- puso fin a la experiencia socialista en Chile y sirvió de “laboratorio” para una sucesión de dictaduras genocidas que azotaron el Cono Sur de la región. Bajo el amparo de la Casa Blanca y la Doctrina de la Seguridad Nacional, comenzaba a imponerse el proyecto neoliberal que, años más tarde, se extendería a gran parte del planeta.

En 1990, Chile recuperó la vida institucional luego de una transición administrada por el propio Pinochet. Desde entonces, cada 11 de setiembre las fuerzas policiales reprimen los actos recordatorios y los reclamos de justicia. El acto que dio inicio a la conmemoración del 39 aniversario culminó con ocho detenidos y una violenta intervención de carabineros.

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, pidió al presidente Sebastián Piñera "terminar con la impunidad y la represión policial y avanzar en verdad y justicia".

La dirigente aseguró además que al gobierno de Sebastián Piñera “la gente lo eligió” pero “no para reprimir, ni para invisibilizar los derechos humanos”.

“Hoy, a 39 años del golpe facista, renovamos nuestro compromiso de conquistar un Chile justo como soñaron nuestras víctimas de ayer y hoy”, concluyó Pizarro.

En declaraciones a la agencia Prensa Latina, Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, consideró que este 11 de septiembre está lleno de compromisos, porque hay un pueblo organizado que está adquiriendo fuerzas, en sus expresiones en el movimiento estudiantil, en las organizaciones defensoras de los derechos humanos, incluso en agrupaciones ambientalistas.

"El pueblo chileno se sumará a esta demanda de justicia para que no haya impunidad en este país, porque la impunidad es la que está avalando los crímenes que se cometen, ejemplo de ellos las agresiones al pueblo mapuche", comentó la dirigente.

“A pesar de la tristeza que tiene el recordar 39 años desde el golpe de Estado y lo que significó para nuestro pueblo y nuestros familiares, ¡cómo no sentir satisfacción de que seamos un pueblo que tiene memoria y conciencia!”, exclamó la dirigente de la AFDD, Mireya García, aludiendo a la multitudinaria marcha.

Por su parte, el diputado comunista Hugo Gutiérrez manifestó que cada día está más contento de que la gente guarde en su memoria a Salvador Allende y a todos los que fueron víctimas de la violencia genocida de un dictador.

“Estos actos me dan esperanza para hacer una campaña para buscar justicia para Víctor, queremos que él sea punta de lanza para que se ponga fin a la impunidad de los asesinos”, dijo Joan Jara, viuda del reconocido cantautor chileno Víctor Jara, detenido el día en que se produjo el golpe militar y asesinado cuatro días después.

Las declaraciones se produjeron por la represión desatada el último domingo contra los manifestantes que recordaron el golpe de Estado contra el ex presidente Salvador Allende y mientras se preparan nuevos actos y homenajes para esta semana.

Portando pancartas, banderas chilenas y del Partido Comunista (PC), los manifestantes partieron desde la plaza Los Héroes, en el centro de Santiago, para terminar en el cementerio general, donde se erige el Memorial del Detenido Desaparecido y Ejecutado Político, que recuerda a las víctimas de la dictadura militar.

Al cierre de los actos irrumpieron fuerzas antimotines de la policía de Carabineros, con carros lanza agua y gases lacrimógenos.

Si bien la marcha se realizó de manera pacífica, la respuesta violenta de los uniformados fue justificada por las autoridades por el accionar de grupos de encapuchados que penetró en el edificio de la Secretaría Regional Ministerial de Educación y realizó actos delictivos en la sucursal de un banco y en el cementerio.

En el mismo sentido, según precisó el portal del diario El Mercurio –medio acusado por su complicidad con el golpe-, los manifestantes atacaron a integrantes de la prensa que se encontraban cubriendo la manifestación, lanzándoles proyectiles.

La dictadura de Pinochet dejó más de 3 mil muertos, y otras 37 mil víctimas que sufrieron cárcel y torturas.

Los tribunales chilenos mantienen abiertas 350 causas por desapariciones, torturas, encierros ilegales o conspiraciones que datan del período dictatorial y que involucran a unos 700 militares y agentes civiles.