Cuba: Lo que Yoani Sánchez no quiere saber

Vincenzo Basile
Capitulo Cubano



Hace apenas dos meses, el pasado 8 de marzo, Yoani Sánchez, en su blog Generación Y, publicaba un artículo titulado “Con clítoris y con derechos”. En ocasión del día internacional de la mujer, la llamada bloguera independiente describía las trágicas situaciones que afectan a las mujeres cubanas. 

Entre otras cosas, Yoani Sánchez decía que “comprar pañales desechables es casi un lujo en esta sociedad, donde la mayoría de las recién paridas todavía tienen que emplear buena parte de su tiempo en el lavado manual de la ropa de su bebé. Toda emancipación necesita una infraestructura material de la libertad, de lo contrario se quedará sólo en las consignas y los lemas” y, sobre todo, que “el alto precio de todos aquellos productos que tienen que ver con la maternidad y el embarazo es un elemento que también influye en la baja natalidad. Una cama con colchón para bebé cuesta el equivalente a 90 USD en un país donde el salario medio mensual no supera los 20 USD”.

A pesar del carácter evidentemente barato de esa análisis -ya que la bloguera intentaba presentar al mundo una mujer cubana no emancipada solo por tener que lavar a mano los pañales y no poder comprar una cama con colchón para bebé- varios medios y blogs internacionales reproducían sus palabras. (El Nuevo HeraldEl UniversoThe Huffington PostLa StampaCuba Democracia y VidaThe cuban economyLe Journal du dimanche).


Días atrás, la ONG Save The Children publicaba un informe periódico sobre la situación de la mujer en el mundo y, entre otras cosas, afirmaba que Cuba es el mejor país de América Latina para ser madre, en una tasa compleja en la que se consideraba el bienestar de los niños, que incluye la tasa de mortalidad antes de los cinco años y el porcentaje de desnutridos.

Otra vez, una ONG ha reconocido uno de los innumerables logros de la Revolución cubana. Algo que evidentemente choca no solo con las recientes delcaraciones de la bloguera acerca de la situación de la mujer en Cuba sino con su desesperado intento de presentar al mundo una Cuba atrasada, en ruina y sin futuro.
Por lo tanto, el día que la relación de la ONG fue publicada, la bloguera simplemente decidió ignorar su contenido y seguir adelante con su propaganda anticubana: mientras en Cuba, los llamados “medios oficiales” difundían la noticia, su Twitter se llenaba de mensajes como “en La Habana, marginalidad y falta de expectativas se mezclan con calor humano y solidaridad” y “Atares, barrio de ilegalidades para sobrevivir, de religiosidad metida en los huesos, de carencias con burbujas de prosperidad”.

No es la primera vez que la bloguera decide “no enterarse” de noticias tan importantes que se refieren a su proprio país. Hace solo una semana, por ejemplo, el mismo New York Times publicaba una serie de artículos en los que se destacaba la increíble labor de los médicos cubanos para detener al virus del SIDA en la Isla y afirmaba que en tres decadas en Cuba han muerto 2.364 personas contra las 78.763 en la sola ciudad de Nueva York. Esto claramente no era interesante y Yoani Sánchez usó su twitazo diario para promover un artículo publicado en el Diario de Cuba sobre “el caso del muy manipulado embargo del Gobierno estadounidense contra el Gobierno cubano, mal llamado de EE UU contra Cuba”.
De manera similar, la bloguera “ciega” nunca ha querido enterarse de las relaciones anuales de la UNICEF que define a Cuba como “el paraíso de la infancia”, nunca ha querido darse cuenta que lo que significaría crecer a su hijo en otro país del Caribe o de Centro América....

Una vez más queda muy clara la falta de ética y de profesionalidad de la que muchos medios definen “periodista independiente” y cuyas palabras consideran fuentes incontestables sobre Cuba. Lo que sí se puede admitir sobre la bloguera es su tenacidad al no cambiar nunca su principio básico: las noticias positivas sobre Cuba o se convierten en “noticias oficialistas” o no deben ser noticias.