La Conjura de Catilina* o de cómo tergiversar la historia.

Hace poco más de dos mil años, Lucio Sergio Catilina**, militar y político de importante llegada a las clases populares, era juzgado y condenado por alta traición a la patria, en el senado romano, influido por la genial oratoria de Marco Tulio Cicerón, quien lo acusó de querer "destruir la república". Uno pasó a la historia como violento, corrupto, golpista y agitador de la plebe. El otro como padre de la patria, aunque la verdad dista un poquito de esa realidad 'dibujada'. 


Catilina era un militar de carrera, nacido en una familia patricia muy antigua e ilustre, pero de escasa fortuna. Por condición e interés de clase, pertenecía al bando de los populares, a pesar de haber servido a las armas bajo la dictadura del temido Lucio Sila, líder de los optimates. Hay algo que la aristocracia y la oligarquía no perdonan, y eso es igual ahora o hace dos mil años. No soportan perder privilegios ni prerrogativas, y este caso es una cabal demostración. Catilina promovía las famosas "Tabulae Novae", en las que por primera vez, desde la época de los Gracos, se hablaba de reforma agraria y cancelación total de deudas para la plebe, que vivía acosada por impuestos y exacciones para mantener a las clases altas -cualquier semejanza con nuestra actual realidad no es pura coincidencia- y de llegar al consulado, se sabía que impulsaría estos proyectos. Para evitarlo, la aristocracia y la oligarquía romana se unieron y crearon un "candidato perfecto". Y allí entra Cicerón, un prestigioso orador y retórico con ansias de fama. Su hermano, Quinto, crea para él, un manual del perfecto político llamado 'Commentariolum Petitionis', que es una oda al cinismo y la bajeza moral, y aplicado por Duran Barba para macri de punta a punta, según se puede ver. 

El caso es que a Catilina le fue mal. La única respuesta que le quedaba era la revolución, y la intentó, pero con el único apoyo de veteranos legionarios, esclavos, libertos y algunos pocos miembros de la clase ecuestre, ya que Julio César y Craso decidieron no apoyarlo abiertamente, por creer al levantamiento con pocas chances dada su poca preparación. 

Catilina muere en Pistoia, en el 62 adC, al frente de sus tropas, y cuentan las crónicas, que los cadáveres que quedaron de ese mal preparado ejército, tenían todas las heridas en el frente. No dieron ni pidieron cuartel, convencidos de combatir por una causa justa. Catilina fue declarado hostis y perdió la ciudadanía y los privilegios inherentes, por lo cual una vez encontrado su cuerpo, fue mutilado. Su cabeza fue llevada y expuesta en el foro romano. Debieron pasar unos cuantos años y una cruenta guerra civil para que varias de las reformas que este patricio romano intentó llevar a cabo fueran aplicadas.

Todas estas imposturas salen a la luz, tan sólo para demostrar la veracidad del 'corsi e recorsi' de la historia del que nos habla Vico.

Tarde o temprano todo sale a la luz, y el tiempo, que es el gran desmitificador, pone todo en su lugar.


**Lucio Sergio Catilina ​ fue un destacado político romano de la era tardorrepublicana, perteneciente a la facción de los populares. Wikipedia

Fuente: El Facebook de Lucas Godoy