La Argentina será socio de China en sus misiones de exploración lunar

Oscar Muñoz
Diario BAE


El secretario general de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el vicedirector de la Agencia China de Lanzamiento y Control de Satélites (CLTC), Yu Tongjie, formalizaron en Beijing un acuerdo de cooperación para la instalación en territorio argentino de una estación de seguimiento, comando y adquisición de datos, y una antena para la investigación del espacio profundo.
La estación, a levantarse en el paraje de Bajada del Agrio (Neuquén), tiene el fin de asegurar la visibilidad de las naves espaciales desde el Hemisferio Sur, dar apoyo desde la Tierra al Programa de Exploración Lunar, a las misiones interplanetarias y de estudios astronómicos de la agencia china y estará en funciones hacia el 2016. “No vamos a ir a la Luna, pero vamos a colaborar en la misión, prestando asistencia”, precisa Félix Menicocci, quien además preside la Subcomisión Científico-Técnica de la Comisión de las Naciones Unidas para el Uso Pacífico del Espacio Ultraterrestre (Copuos).
La agencia espacial china lleva adelante el ambicioso proyecto de exploración de la Luna Chang-E, con el objetivo de recoger muestras del suelo y volver a la Tierra con ellas.
Las fases de la operación requieren de un control permanente de alta precisión, para lo cual es necesario contar con una red de antenas específicas sobre la superficie terrestre que aseguren la visibilidad casi completa (90%) y permanente de las sondas y el espacio lejano. Para completar esta red, que ya cuenta con sendas estaciones en el noroeste (Kashi) y en el nordeste (Jiamusi) de China, era necesaria una tercera en el Hemisferio Sur.
Después de un exhaustivo proceso de selección entre ochenta sitios candidatos, s e consideró que la Bajada del Agrio cumplía con todos los requisitos y perfecto silencio radioeléctrico.
Este proyecto le permitirá a la Argentina desarrollar actividades de exploración interplanetaria, el estudio del espacio lejano y la adquisición de datos científicos, a partir del empleo del 10% de la capacidad operativa de la antena de 35 metros, similar a la de Kashi.

En el futuro, las tres estaciones terrenas para misiones del espacio profundo (DS) prestarán apoyo a otras misiones chinas, como las destinadas a la exploración de Marte y el cinturón de asteroides.


“Alojando este tipo de proyectos accede a porcentajes de uso de las instalaciones que pueden ser destinados a programas de exploración del espacio por parte de científicos argentinos y para realizar proyectos de cooperación internacional en esa materia –ilustra Menicocci, además del prestigio que representa para el país participar del selecto club de naciones exploradoras del espacio, y también es una clara demostración de que las instituciones, los científicos y los técnicos argentinos están preparados para proyectos de avanzada.”


Tradicionalmente, la Argentina concentró sus recursos en observar la Tierra desde el espacio con aplicaciones prácticas en meteorología, comunicaciones, etcétera.

Pero “si de momento no se puede perder el sueño pensando en viajes al espacio profundo, que sigue siendo patrimonio casi exclusivo de aquellos países que destinan grandes recursos (humanos y financieros), sí puede desarrollar su propia tecnología espacial, satisfacer sus necesidades de información y cooperar con las grandes potencias espaciales”, apunta Menicocci en ese sentido. “La Argentina cuenta con una ubicación geográfica excepcional que permite complementar redes de espacio profundo existentes y futuras para apoyo y comando a las misiones del sistema solar y el universo”, amplía.
Otro ejemplo es la Estación ESA DS3 de la Agencia Espacial Europea en Malargüe (Mendoza), una de las antenas de comunicación con misiones interplanetarias y al espacio profundo en la cual la Argentina tendrá también el derecho al uso del 10% de tiempo para sus propios proyectos. A cincuenta y cinco años del inicio de la era espacial, con hitos como la llegada del hombre al espacio (1961) y a la Luna (1969), que “la Argentina participe como actor en este desafío, definitivamente es un indicio del rol que nuestro país desea tener en el mundo”, completa.

El argentino que dirige el tránsito en el espacio
En un reconocimiento al desarrollo de la Argentina en el área, sustentado en la ejecución del Plan Espacial 2004-2015, por primera vez un argentino fue elegido para presidir las reuniones de los países que manejan tecnología espacial y coordinar sus acciones a nivel mundial. En su puesto de titular de la Subcomisión Científico-Técnica de la Comisión de las Naciones Unidas para el Uso Pacífico del Espacio Ultraterrestre (Copuos), Félix Menicocci es una especie de director del tránsito espacial, uno de cuyos mayores inconvenientes lo representa la chatarra, compuesta por objetos inútiles, desde satélites fuera de uso hasta… guantes y destornilladores. Actualmente, es posible rastrear más de 28.000 objetos en órbita terrestre, de los cuales apenas el 7% se encuentra en operación.
“En este marco, los desechos espaciales son un riesgo potencial para la actividad espacial y es necesario propiciar un diálogo entre todos los actores involucrados para contribuir a su mitigación y trabajar en su conservación para futuras generaciones”, advierte.

Las últimas noticias del satélite Aquarius
Desde junio del 2011 se encuentra en órbita el satélite de construcción argentina SAC-D Aquarius generando, por primera vez en la historia, mapas globales de salinidad de los mares y océanos (lo que antes se hacía mediante boyas). Su conocimiento resulta muy importante para entender las interacciones entre el ciclo del agua, la circulación oceánica y el clima. Contar con estos datos en forma global es un aporte para la elaboración de modelos climáticos a largo plazo. Además, la misión permite monitorear los hielos polares y obtener datos sobre la humedad del suelo, a escala de grandes extensiones, un parámetro de suma utilidad para la Argentina, ya que contribuye a la generación de alertas tempranas de inundaciones y aparición y/o dispersión de enfermedades. También colaborará en el área de seguridad, aportando información de pistas clandestinas de aterrizaje, rutas de escape, etcétera.