Subterráneos: Macri, otra vez, dice que no fue

Werner Pertot
Pagina/12


Ante la exigencia de la Nación para que la Ciudad asuma el control del servicio de subte, Mauricio Macri insistió en que “el traspaso no se ha hecho. La soberbia no conduce a nada”. En dos semanas deben reanudarse las paritarias.


Fueron tres días de críticas a Mauricio Macri hasta que el jefe de Gobierno decidió contestar. Lo hizo en la Sociedad Rural, con Hugo Biolcati y Gerónimo “Momo” Venegas de escuderos. El líder de PRO no utilizó esta vez la creatividad de sus asesores para responder: “El traspaso del subte no se ha hecho. La soberbia no conduce a nada”, afirmó. Por parte del gobierno nacional, la respuesta fue la misma: “Los subtes son responsabilidad del gobierno porteño”, indicó el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien recordó que fue Macri el que subió la tarifa del subte de 1,10 a 2,50 pesos. Mientras continúan los intercambios verbales, el reloj sigue marcando las horas hasta el 1º de agosto, fecha en que se retomarán las paritarias del subte. La empresa viene haciendo gestos de que no hará una oferta generosa y los metrodelegados ya preparan medidas de fuerza.

Como en un ritornello, el estribillo de una canción conocida que se repite y se repite, los dos gobiernos volvieron a cruzarse por el subte, cada uno con su melodía particular. En el caso de Macri, la letra fue la siguiente: “No se ha hecho el traspaso. Ellos mienten cuando dicen que se hizo. Esperemos que realmente se ocupen, que inviertan. Vamos a tomar el subte cuando ellos digan cómo van a invertir en las cosas que estaban comprometidos”, repitió Macri sobre los miles de millones que le exige a la Nación. Les reclamó que “aseguren no sólo una mejor calidad de viaje para la gente, sino que no vamos a tener otra catástrofe como la que tuvimos en Once con el Sarmiento”.

El jefe de Gobierno no estudia sanciones por los 20 coches que retiró de circulación esta semana Metrovías: “La concesión depende de la Nación. Ellos tienen que lidiar con Metrovías”, se excusó. “El dinero que tenían que darle al concesionario lo depositaron en una cuenta. ¿Por qué hacen esas cosas? No entiendo”, sostuvo el líder de PRO. Desde el gobierno nacional sostienen que esa cuenta está disponible para que la administre la Ciudad, que no ha tocado un peso. Luego de una descripción autoelogiosa de su gestión, Macri concluyó: “Espero que el gobierno nacional tome la misma actitud porque la soberbia no conduce absolutamente a nada”. Lo acompañaban el titular de la Sociedad Rural y el del gremio de peones rurales, que lo sigue a todas partes y no precisamente para reclamarle por los niveles de informalidad que hay en el sector.

Ante esta nueva finta de Macri, Randazzo afirmó que hay una ley nacional que transfiere el transporte, que el jefe de Gobierno firmó un acta acuerdo en enero y que el gobierno nacional “cumplió con el pago de 210 millones” de los 360 acordados con la Ciudad para este año. “Estamos convencidos de que es una responsabilidad del Gobierno de la Ciudad. Todos los antecedentes, como los decretos, las leyes y el acta acuerdo firmada el 3 de enero lo acreditan”, indicó el funcionario.

En tanto, el delegado de la línea B Claudio Dellecarbonara advirtió sobre la inminencia de las paritarias y de posibles nuevos paros. “La última medida votada fue de 48 horas, en el marco de la denuncia que venimos haciendo por la falta de mantenimiento que convierte a las vías en una bomba de tiempo. La empresa hizo una maniobra para sacar más rédito económico. Esto va empeorando cotidianamente”, indicó el metrodelegado. “El traspaso no se termina de concretar nunca. El Gobierno de la Nación y la Ciudad se tiran con munición gruesa, pero en el medio seguimos todos.” Por su parte, el legislador de Proyecto Sur Rafael Gentili consideró que “es inadmisible que Metrovías decida de forma unilateral la reducción de la frecuencia. Representa un grave incumplimiento y debe ser motivo de la rescisión del contrato”. De rescindir el contrato, el servicio volvería directo a la Ciudad, sin apelación. “Resulta imperioso que se haga efectivo el traspaso de los subterráneos a la órbita porteña –consideró Gentili–. El servicio debe ser operado por la empresa pública Sbase con control social. La Legislatura debe discutir un nuevo marco jurídico de funcionamiento del servicio.”