Otro periodista fue asesinado en Honduras: Ya suman 24 los comunicadores muertos desde el golpe de 2009

Tiempo Argentino



El joven fue acribillado junto con dos primos al salir de un cibercafé desde donde iba a pasar un informe para la radio donde trabajaba.


Un joven periodista radial fue acribillado en el noroeste de Honduras, elevando a 24 la macabra serie de comunicadores asesinados desde el derrocamiento del gobierno democrático de Manuel Zelaya, en junio de 2009. Adonis Felipe Bueso fue baleado cuando salía con dos familiares de un cibercafé desde el que había intentado hacer una conexión con la división de noticias de la emisora cristiana Radio Stereo Naranja, de Sonaguerra, unos 600 kilómetros al norte de Tegucigalpa, en una zona conflictiva del departamento de Colón.

Como en otros crímenes contra periodistas, el gobierno trató de presentar el caso como un simple robo protagonizado por delincuentes comunes, pero Longino Becerra, del Comité por la Libre Expresión, no descartó el móvil político. Bueso, de 24 años, y sus primos Ángel y Francisco, murieron en el acto y no fueron despojados de dinero, ropas o documentos, lo que hace inconsistente la versión oficial. 

En declaraciones al canal internacional de noticias NTN24, el presidente de la Asociación de la  Prensa de Honduras, Carlos Ortiz, denunció la absoluta impunidad que reina en el país cuando se trata del asesinato de comunicadores. “La única respuesta que se nos da es que los crímenes están en proceso de investigación, pero ese proceso de investigación puede tardar uno, cinco, 20 o 50 años, y no vamos a conocer las causas de los asesinatos de los colegas”. 

Con Bueso ya suman 24 los comunicadores asesinados durante el gobierno de Porfirio Lobo, surgido de un proceso espurio desarrollado tras el derrocamiento de Zelaya. Bajo su mandato el país centroamericano se ha convertido en uno de los más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo. Ayer, tras conocerse la versión oficial del asesinato, organizaciones internacionales de defensa de los Derechos Humanos volvieron a exigirle garantías a Lobo.
El último crimen de un periodista había ocurrido el 9 de mayo y la víctima fue Alfredo Villatoro, quien fue secuestrado y arrojado luego en una calle de Tegucigalpa.