El 13 de junio de 1874 nacía Leopoldo Lugones; en su homenaje se celebra el "Día del Escritor
Redacción de El Litoral
publicado el 13 de junio de 2015
Cada 13 de junio se conmemora el Día del Escritor. La fecha no es casual y encuentra su explicación en que un 13 de junio, pero de 1874, nació Leopoldo Lugones en Villa María del Río Seco, en el corazón de la provincia de Córdoba. Entre muchas de las acciones y obras que emprendió, Lugones fundó la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) que, luego del suicidio del poeta, estableció el día de su natalicio como el Día del Escritor.
En ese núcleo trágicamente equívoco, puede pensarse su postrera conversión: la que lo llevó a decretar en 1924, en ocasión del 100 aniversario de la Batalla de Ayacucho, "La hora de la espada", y que cristalizó con su intención raudamente frustrada de erigirse como el intelectual de la dictadura iniciada el 6 de septiembre de 1930 y que inició la serie golpista con la que el Partido Militar mantuvo en vilo a la democracia en la décadas subsiguientes.
publicado el 13 de junio de 2015
Cada 13 de junio se conmemora el Día del Escritor. La fecha no es casual y encuentra su explicación en que un 13 de junio, pero de 1874, nació Leopoldo Lugones en Villa María del Río Seco, en el corazón de la provincia de Córdoba. Entre muchas de las acciones y obras que emprendió, Lugones fundó la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) que, luego del suicidio del poeta, estableció el día de su natalicio como el Día del Escritor.
Fue el último intelectual total o, mejor dicho, el último en intentar ser ideólogo y protagonista, a la vez, de un proyecto político. Esa saga se inicia con Mariano Moreno y culmina con él. Se sintió el heredero de Domingo Faustino Sarmiento y buscó asemejarse hasta en sus propias y específicas frustraciones.
Una suerte de "incomprensión", de parte de los sectores populares hacia su tarea como pensador público, lo llevó a abstraerse en clave jerárquica, ornamentado por el bronce de creerse un hombre superior.
En ese núcleo trágicamente equívoco, puede pensarse su postrera conversión: la que lo llevó a decretar en 1924, en ocasión del 100 aniversario de la Batalla de Ayacucho, "La hora de la espada", y que cristalizó con su intención raudamente frustrada de erigirse como el intelectual de la dictadura iniciada el 6 de septiembre de 1930 y que inició la serie golpista con la que el Partido Militar mantuvo en vilo a la democracia en la décadas subsiguientes.
Su único hijo, Leopoldo, fue jefe de la policía durante la década infame y creador de la picana eléctrica. Su nieta, Pirí Lugones, fue integrante de Montoneros, y es una de los 30 mil desaparecidos por la última dictadura genocida. Pirí solía presentarse como "nieta del poeta, hija del torturador". En la saga de los Lugones, se reflejan el drama, los desencuentros y la violencia que atravesaron a la propia clase dominante argentina desde 1930.