Moisés Ville

Provincia: Santa Fe
Año: 1889
Superficie: 118.062 hectáreas

Moisés Ville surgió a partir de la iniciativa conjunta de alrededor de ciento treinta familias oriundas de la región ucraniana de Podolia que, a mediados de 1889, emigraron de la Rusia zarista para establecerse como agricultores en la Argentina. Antes de iniciar su travesía transoceánica, el grupo había firmado un acuerdo para colonizarse en campos del terrateniente Rafael Hernández. Sin embargo, debido al incremento de los precios de la propiedad rural que tuvo lugar en ese momento, en el que el país transitaba la antesala de la crisis económica de 1890, Hernández decidió anular el contrato. Varados en la ciudad, los podolier solicitaron ayuda a la incipiente Congregación Israelita de la República Argentina (CIRA), cuyos dirigentes los pusieron en contacto con Pedro Palacios –a quien conocían del ambiente de los negocios– para que éste los reubicara en campos que poseía en el centro de la provincia de Santa Fe. Una vez llegados a esa zona, fueron alojados provisoriamente en el galpón ferroviario de la Estación Palacios, que se encontraba en construcción, hasta tanto estuvieran disponibles sus lotes, viviendas e implementos de trabajo. Allí quedaron aislados y a merced del hambre y las enfermedades, que se cobraron la vida de alrededor de medio centenar de niños. Esta tragedia, sumada a la extrema precariedad del asentamiento y a los múltiples desencuentros ocasionados por la distancia cultural e idiomática que separaba a los inmigrantes de los representantes del terrateniente, llevaron a que dos tercios de las familias se dispersaran, dirigiéndose a otras colonias de la pampa gringa, a centros urbanos cercanos, o bien retornando a Europa. No obstante, alrededor de cuarenta persistieron en el intento y fueron reubicadas quince kilómetros al este, en una colonia que ellos mismos denominaron Kiriat Moshé, o Villa de Moisés, y que perduró como Moisés Ville debido a una traducción temprana al francés.
Durante ese período inicial de la colonización, la Alliance Israélite Universelle (una importante institución filantrópica parisina) solicitó al médico higienista judeo-alemán Wilhelm Loewenthal –quien había trabajado para el Estado argentino recorriendo distintas provincias– que visitara a los nóveles colonos y, en caso de ser necesario, los auxiliara. Su intervención resultó determinante para lograr el establecimiento definitivo del grupo, pero también para impulsar el ambicioso proyecto de colonización masiva que llevaría a la práctica inmediatamente el Barón Maurice de Hirsch, creador de la Jewish Colonization Association, la asociación filantrópica que organizó y financió el arribo de miles de judíos provenientes del este Europeo a distintas colonias argentinas. Dicha compañía compró a Palacios los campos de Moisés Ville e instaló a nuevos y sucesivos grupos de inmigrantes, incluyendo a unas ochenta familias alemanas que, en la segunda mitad de los años treinta, llegaron huyendo del nazismo.
Observada en perspectiva, la trascendencia histórica de Moisés Ville radica en su carácter fundacional, en tanto primera colonia agrícola judía que logró arraigarse y perdurar en el país, deviniendo de inmediato fuente de inspiración para el emprendimiento colonizador del Barón. También se la conoce como ‘la Jerusalem argentina’, por cuanto los cinco mil judíos que residían en la zona durante la primera mitad del siglo XX conformaban un verdadero islote étnico en medio de la pampa, en el que se multiplicaban las sinagogas, las bibliotecas, las expresiones culturales y las escuelas judías, y en cuyas calles se hablaba más el ídish que el castellano. En su canción Mosesvil, el popular artista de los años treinta Jevel Katz bromeaba presentando al pueblo como un pequeño Estado Judío dentro de la Argentina, donde el médico, el panadero, el cartero y hasta el policía… eran judíos.
Las instituciones más relevantes que vieron la luz en Moisés Ville a lo largo de su historia fueron la Sociedad Kadima, la cooperativa La Mutua Agrícola, la Escuela Iahaduth, el Seminario de Maestros de Hebreo Yosef Draznin (producto de la cooperación con AMIA), la Biblioteca Barón Hirsch y, más recientemente, el Museo Histórico Comunal y de la Colonización Judía Rabino Aarón Halevi Goldman, que además de su muestra permanente cuenta con un importante acervo documental. Entre las publicaciones periódicas más destacadas debemos mencionar a los semanarios El Alba, aparecido en castellano desde 1921, y Mosesviller Lebn (Vida moisesvillense) que se publicó en ídish desde 1931. También, a la revista mensual en ídish Der Onfang (El comienzo), de 1913, y a Nuestro Pueblo, un mensuario en castellano publicado en 1988. Las principales actividades agropecuarias que desarrollaron los colonos fueron el cultivo de forrajes (alfalfa y sorgo), el engorde de ganado vacuno y la industria lechera (tambos y cremerías). También se cultivaron el lino y el maíz.
Entre los centros urbanos que formaron parte de la colonia, sobresalen los pueblos Moisés Ville, Palacios, Las Palmeras y Monigotes. Mientras que algunos de sus grupos o áreas de lotes más representativos fueron Algarrobal, Berlín, Bialystok, Capivara, Constanza, Cuatro Casas, Doce Casas, La Juanita, Mutchnik, Primera Línea, Santa Elena, Siete Casas, Trece Casas, Wavelberg, Veinticuatro Casas y Zadoc-Kahn.
En 1999, el pueblo ha sido declarado patrimonio histórico de la Nación, y, la sinagoga de Brener, monumento histórico. Su fiesta tradicional, que se celebra en mayo, se denomina Fiesta de la Integración Cultural, en homenaje a la buena convivencia entre las distintas colectividades étnicas y religiosas que hoy habitan Moisés Ville. En la actualidad, aquéllos más de ochocientos podolier que desembarcaron del vapor alemán Weser a mediados de agosto de 1889 son recordados como los pioneros de la colonización judía, e, indirectamente, como los impulsores de la migración masiva de judíos a la Argentina. Moisés Ville aún alberga una pequeña y activa kehilá (comunidad) conformada por algo más de doscientas personas que mantienen vivas las tradiciones, la cultura y la memoria. La escuela Iahadut sigue en funcionamiento, al igual que la sinagoga Barón Hirsch y la biblioteca del mismo nombre. Todavía hoy se mantiene en actividad el cementerio.

Reseña Histórica Moisés Ville
Primer núcleo organizado de Colonización Judía

Moisés Ville constituyó la primera colonia judía agrícola independiente de la República Argentina. Surge en 1889, a partir de la llegada de un grupo organizado de inmigrantes judíos que provenían de Kamenetz, Podolia (hoy Ucrania), región que en ese entonces formaba parte de la denominada "Zona de Residencia", que desde el S. XVIII pertenecía a Rusia.
Dada la terrible situación de los judíos en la Rusia zarista de fines de S. XIX y la política argentina de puertas abiertas a la inmigración (Ley de Inmigración y Colonización N° 817 de 1876), estos inmigrantes arriban a Bs. As. ansiosos de convertirse en agricultores y hombres libres. Por eso, una vez asentados, denominan a la localidad "Moisés Ville", traducción al francés del nombre hebreo Kiriat Moshé propuesto por el Rabino Aarón Haleví Goldman, guía espiritual y comunitario del núcleo inmigratorio, dado el paralelismo de esa epopeya con la historia bíblica del Éxodo de Egipto y la llegada a la Tierra Prometida.
Dos años más tarde, Moisés Ville pasa de ser una colonia independiente a constituir la segunda colonia de la empresa colonizadora del Barón Mauricio de Hirsch, la Jewish Colonization Association, que obtuvo su personería jurídica en 1891.
Es importante destacar el papel desarrollado por el Dr. Willhelm (Guillermo) Loewenthal. Su oportuna intervención en el momento previo al asentamiento, su visión como verdadero gestor del proyecto de colonización y su rol como primer Director de la Empresa Colonizadora del Barón Hirsch.
Cabe aclarar que Moisés Ville no posee acta de fundación en ninguna de sus etapas (como colonia independiente y como colonia de la JCA), por lo que no podemos hablar de "fundación", sino "asentamiento".
Moisés Ville se diferencia de otras colonias surgidas en la misma época por diversos motivos:
  • Su forma de asentamiento a lo largo de una calle, una casa al lado de la otra, y las quintas detrás. Estas calles, que constituían el casco urbano, formaban un cinturón que rodeaba el pueblo.
  • Por su traza tan atípica no se parecía a las colonias italianas o españolas, dispuestas en forma de damero. Esta traza responde a la necesidad de autodefensa y vida en comunidad, basada en principios solidarios y de ayuda mutua.
  • Cada nuevo grupo de inmigrantes se asentaba en terrenos próximos al núcleo de la colonia, provistos por la empresa colonizadora siguiendo los principios mencionados; esto es, a la vera de un camino o línea, con las casas ubicadas en los extremos de los campos, de modo que formaran pequeños núcleos de cuatro casas enfrentadas cada tres kilómetros.

Por estos y otros motivos, en el año 1999, el Poder Ejecutivo Nacional declara a Moisés Ville "Pueblo histórico". 

PRIMERA INMIGRACIÓN JUDÍA ORGANIZADA - MOISÉS VILLE.


a) Orígenes y causas - Política inmigratoria.

Un grupo de 136 familias judías desembarcó del vapor Wesser en Buenos Aires el 14 de agosto de 1889. No llegaban a la Argentina casualmente sino después de largas meditaciones convencidos de que éstas eran las tierras que debían acogerlos.
La situación de los judíos de Rusia en la década del 80 era deplorable. Vivían reducidos a la llamada zona de residencia, expuestos a crueles persecuciones, vejaciones, a los pogroms y a las expulsiones. Éstas fueron las causas que los obligó a emigrar en masa.
El 19 de octubre de 1876 había sido sancionada la Ley de Inmigración y Colonización, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda. Soñado anhelo de nuestros Constituyentes del 53. Luego, el presidente J. A. Roca dictó un decreto en 1881, invitando a los judíos rusos a radicarse en nuestro país.

b) Asentamiento: vicisitudes y concreción. Grupos inmigratorios.

Fueron muchas las penurias, grandes los imprevistos y crueles los inconvenientes que tuvieron durante la travesía. Llegaron ansiosos de convertirse en agricultores y hombres libres.
Era una comunidad judía organizada y fiel a sus tradiciones, los acompañaba el Rabino Aarón H. Goldman, su jefe espiritual.
Una vez en Buenos Aires y mediante intervenciones de sus hermanos radicados aquí, firmaron un contrato con el terrateniente Palacios, por el cual éste se comprometió a entregarles tierras, implemetos de trabajo y medios de vida.
La provincia de Santa Fe era su destino final. Llegaron a la desierta estación Palacios. Allí fueron olvidados, nadie los recibió, nada les dieron. El hambre, la soledad, el abandono, los sufrimientos y la pérdida de 60 pequeñuelos fue su realidad. El providencial paso de un médico higienista, el Dr. Guillermo Loewenthal cambió su suerte. Este intervino ante las autoridades nacionales y provinciales; consiguió que Palacios cumpliera con los términos del contrato y comenzara el asentamiento en Moisés Ville.
Dos años después, la empresa Colonizadora del Barón Mauricio de Hirch (J.C.A.), Jewish Colonization Association, compró las tierras del casco urbano. Las sucesivas corrientes inmigratorias conformaron luego la Colonia Moisés Ville.

c) Organización e inserción - Asociacionismo.

Antes que los entes nacionales intervinieran para la designación de las autoridades competentes, los colonos ya habían generado su propia organización político- social interna de emergencia.
Desde los albores mismos de la Colonia manifestaron sus ambiciones culturales e intelectuales bregando por la educación de sus hijos.
Años difíciles les tocó vivir: la inestabilidad del clima, las sequías e inundaciones, la langosta, la inexperiencia, la angustia de ver arruinados sus sembrados. Todos estos contratiempos atrasaron los pagos de sus créditos.
Con el correr del tiempo lograron, su estabilidad económica a través de la producción mixta, la creación de prestamos de favor y entidades crediticias.
Dado su afán de protección mutua y de progreso para los miembros de la colonia surge la primera Cooperativa Agrícola de Consumo de la provincia de Santa Fe: la Mutua Agrícola. Ésta conjuntamente con la Sociedad Kadima "instituciones madres", estuvieron siempre prestas para colaborar en forma solidaria con la vida cultural, sanitaria y social de su comunidad y hermanos de otras localidades.

d) Éxodo e inserción en la vida nacional.

Hoy son muy pocos los descendientes de estos inmigrantes los que habitan Moisés Ville, pero se hallan diseminados por todo nuestro territorio. Ejercen los más variados oficios, son profesionales, científicos, políticos, cineastas, comerciantes, artistas, escritores, que con sus diversas actividades aportan en todos los ámbitos del quehacer nacional.
e) Conservación de las fuentes documentales.

El Museo Histórico Comunal y de la Colonización Judía en la Argentina, Rabino Aarón Haleví Goldman es el ente encargado de preservar el acervo cultural histórico de Moisés Ville.