Ramón Carrillo y la salud pública

Elena Luz González Bazán
Directora de Villa Crespo Digital

Desde 1946 a 1954 fue ministro de Salud Pública de la Nación, este ministerio fue creado en el gobierno de Juan Domingo Perón. Estando al frente de Salud Pública se crearon una infinidad de hospitales, salas de primeros auxilios y en el Primer Plan Quinquenal se duplicaron las camas, se erradicó el paludismo y otras enfermedades endémicas. Esta es su historia…

Indudablemente hablar de Ramón Carrillo, para más de uno resulta un nombre sonoro, pero para muchos significa un nombre no conocido. Es que este prestigioso médico neurocirujano y sanitarista de nuestro país fue en 1946 el primer Ministro de Salud Pública, ministerio creado durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón.

Este santiagueño, que seguramente, hoy sentiría un gran dolor por la situación social que pasa su provincia y gran parte de todo nuestro norte argentino, se preguntaría donde quedaron aquellas grandes campañas contra el paludismo, contra enfermedades endémicas que se terminaron en estos gobiernos y que fueron obra de una labor mancomunada entre miles de trabajadores de la salud, una política del Estado Nacional, el nuevo contenido que tenían los planes quinquenales sobre la salud, la prevención, el ataque de las epidemias, la erradicación de las viviendas insalubres y mejoramiento de los canales acuíferos, la provisión de agua potable, el tendido de cloacas, obras de infraestructura en las zonas más alejadas y con graves problemas epidémicos.

El andar majestuoso del Tren Sanitario, inaugurado por Evita, y que tuvo un antecedente anterior, el recorrer de otro tren sanitario y que utilizó ese otro gran médico que fue Salvador Mazza, que pasó parte de su vida luchando contra la vinchuca, ellos fueron parte fundamental para liquidar las enfermedades.

Ramón Carrillo nació, en la provincia de Santiago del Estero, el 7 de marzo de 1906, realiza sus estudios universitarios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, y es becado para realizar estudios superiores en países europeos, su paso se conoce en Francia, Alemania y Holanda entre 1930 y 1932. Entre el golpe de estado al Peludo don Hipólito Yrigoyen y el regreso de los conservadores.

Cuando retorna al país ya es un facultativo renombrado, un médico con gran experiencia en el área de neurocirugía, pero Ramón Carrillo no se quedará con la medicina como ciencia cerrada, la abre y la expande hacia la sociedad, que le sirve para auscultar sus padecimientos. Por eso toma la historia que le servirá para entender esa situación, los responsables y la forma de modificarla. Por otro lado fue un hombre que entendió al Estado como espacio esencial en el camino de revertir las situaciones deficitarias de la salud de la población.

En boca de su amigo Floreal Ferrara que contará como Carrillo daba fundamental trascendencia a, por un lado, el contenido integral que tenía de la medicina, lo importante que debía desarrollar y atender el Hospital Público. La cirugía como cuestión principal y aspectos como la maternidad, por ejemplo, debían quedar en lo que llaman la periferia de la atención. Esto era saber utilizar los recursos humanos y económicos.

El 21 de octubre de 1947 Perón presenta ante el Congreso de la Nación el Primer Plan Quinquenal, 1947-1952 donde se proyectan la construcción de 80.000 camas.

Pero volviendo a la historia de Carrillo, cuando regresa al país, en 1937, funda y organiza el Laboratorio de Neuropatología y el Instituto de Clínica Quirúrgica y el Servicio de Neurología, todo esto en el Hospital Militar Central.

El ejercicio de la docencia lo hace, en el área médica en la universidad de Buenos Aires, Facultad de Medicina, la cátedra, de la cual es su titular, Neurología, y la docencia en historia en distintas escuelas secundarias, su acercamiento a los jóvenes es a través de la enseñanza de la historia y de encontrar las formas de arrimar la educación, la medicina y un planteo integral de la salud, es decir, tener un concepto territorial e histórico de las enfermedades, enfermedades endémicas y plagas que aquejaban a la población. Y no como algo abstracto o donde se recetan medicinas, sino donde el paciente es un ser humano que merece atención, sobre todo porque nuestro país tenía, en el ascenso del peronismo, más del 20 por ciento de analfabetismo y serios problemas sanitarios.

A Carrillo se le debe que haya terminado, en este primer mandato peronista, con el paludismo en las provincias de nuestro norte.

En 1937 recibe el Premio Nacional de Ciencias, por su obra Yodoventriculografía, además es autor de varios trabajos sobre medicina, muchos de ellos orientados hacia su especialización y, en anatomía patológica, anatomía comparada y clínica neurológica.

Enfrentar las enfermedades epidémicas fue una responsabilidad que lo destacó, mientras siguió trabajando en su crecimiento como médico cirujano, el aspecto sanitario de la medicina lo tuvo como pionero. Seguramente su obra más importante fue publicada en 1949, ¨Política Sanitaria Argentina¨, antes de morir se publica en 1953, Teoría del Hospital, sus trabajos fueron divulgados en revistas especializadas, en la

Prensa médica y otras revistas. 
La creatividad, dedicación y honestidad de Carrillo lo hizo tener que sufrir y padecer el exilio, luego del golpe contra Perón, se va a Brasil, deja sus cátedras y la gestión pública y
Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios como causa de enfermedades son unas pobres causas. Ramón Carrillo (1906-1956) 
en Belem do Pará ejerce como médico rural hasta su muerte, el 20 de diciembre de 1956, sumido en la total pobreza. 
La cantidad de hospitales, policlínicos, puestos sanitarios de frontera se construyeron bajo su mirada y trabajo militante, entre ellos se cuentan los Policlínicos de Lanús y Avellaneda, el Instituto del Quemado; la utilización en función del hombre que hizo de los censos sobre analfabetismo, los campeonatos Evita que fueron el primer censo poblacional y de salud de los niños y adolescentes. Desterrar a partir de planes de vivienda, aquellos rancheríos llenos de vinchuca, plagas enquistadas en nuestro campo, además de un programa de salud social.

Por eso Carrillo planteaba que no podía haber una política Sanitaria sino había una enunciación de la política Social.

Entonces se pueden hablar de estas situaciones fundamentales tomando en cuenta los siguientes ítems o aspectos de la política de salud:

- La Política Sanitaria en si misma.
- La Política Social.
- La idea de necesidad.
- Las instituciones de salud.
- Las prácticas profesionales en este campo.
- La noción de salud.

Ramón Carrillo, nuevamente en la voz de Floreal Ferrara, era un hombre, esencialmente de Estado, y cuenta que le comentaba sobre sus diferencias con Evita: ¨Nosotros decimos que el hospital es del Estado y Evita dice que son del pueblo¨.

Independientemente de las diferencias, la caída del peronismo nos dejó con la salud en manos de la oligarquía, y el Estado fue degradando la salud y el pueblo fue perdiendo su base esencial de salud para todos.

Ramón Carrillo ha sido, premeditadamente, olvidado de los anales de la Salud Pública, de la medicina sanitaria, de la lucha contra las enfermedades endémicas y de una medicina organizada e integrada. De un plan de salud para todo el país.

Sin embargo a pesar de esos olvidos planeados, Don Ramón Carrillo, está en el cariño, recuerdo y enseñanzas de aquellos que a lo largo y ancho del país, reivindican su trayectoria y se pronuncian como hombres y mujeres influenciados por Ramón Carrillo. Vaya un homenaje sentido al médico argentino, de Santiago del Estero.

Porque como decía Carrillo, frente a la miseria, los microbios son pobres causas…