Fallo caso Marita Verón: impunidad para la red de trata en Argentina

Periodismo Internacional Alternativo (PIA)


No quiero que me den la mano
empapada con nuestra sangre.
Pido castigo.
No los quiero de embajadores,
tampoco en su casa tranquilos,
los quiero ver aquí juzgados
en esta plaza, en este sitio.

Quiero castigo.
(Pablo Neruda, Los enemigos)
PIA-. Emilio Herrera Molina, Alberto Piedrabuena, Eduardo Romero Lascano, jueces de la Sala II de la Cámara Penal de Tucumán, absolvieron a los responsables del secuestro y sometimiento de Marita Verón.

En un juicio que llegó demasiado tarde, para ser exactos 10 años después, estos jueces decidieron dar rienda libre a la impunidad, decidieron desmerecer las declaraciones de mujeres víctimas de la trata y la explotación de sus cuerpos, decidieron darles un mensaje claro a los tratantes: hagan lo que les plazca.
Nadie se lo esperaba, o por lo menos, nadie quería esperarlo… la sala llena de policías quizás indicaba lo contrario…
La mirada firme de Susana Trimarco, la entereza subyugante de un cuerpo arrancado a la pasividad, entregado a la lucha vociferaba “No puede ser esto. Es una vergüenza, es una estafa. Estafaron a todas las pobres víctimas que se sentaron a decir lo que les hicieron”y “el Poder Judicial de Tucumán está podrido” añadió.
Al cabo de 10 meses, los jueces dictaminaron que no se probó el secuestro y que los testimonios no tenían ningún valor a la hora de resolver condenas. De esta manera, no solo se desmereció la palabra de las víctimas, sino que fueron sometidas una vez más. Estos jueces, son culpables de la segunda desaparición de Marita Verón, son responsables de la pena en los ojos de su hija Micaela, son responsables de legalizar la trata.
Lamentablemente hoy en día tenemos una ley de trata con serias deficiencias, y una reforma de dicha ley que ha sido encajonada. Tenemos jueces corruptos que despilfarran impunidad y obstaculizan la justicia. Este es un país donde no se condena a los tratantes y proxenetas sino a sus víctimas, un país donde se persigue a las mujeres que están en las calles o en los prostíbulos. Un país con poca justicia y mucha impunidad.
Ayer fue un día de festejo para esos mercaderes de carne, esos mercenarios del placer. Ayer la justicia sufrió una estocada y las Maritas, las Florencias y las miles de mujeres anónimas, víctimas de la trata, del mercado de cuerpos y la inmundicia patriarcal y capitalista han sido nuevamente secuestradas, nuevamente vejadas, hoy saben que no hay justicia que calme el dolor.
Hoy los responsables de la desaparición de Marita están libres, ellos son:
- Daniela Milhein, acusada de retener a Marita en su casa de Yerba Buena, Tucumán
- Alejandro Gonzalez, esposo de Milhein, acusado de ser el entregador de Marita a un prostíbulo en La Rioja.
- Liliana Medida, administradora de varios prostíbulos de La Rioja, acusada de retener a Marita bajo amenaza y de obligarla a ejercer la prostitución.
- Victor Rivero, acusado de conducir el auto que se usó para secuestra a Marita
- María Inés Rivero, acusada de dar la orden del secuestro desde la remisería.
- Pascual Andrada, policía de La Rioja, acusado de distribuir a las víctimas de trata en diferentes prostíbulos de la provincia.
- Gonzalo Gomez, hijo de Liliana Medina,
- Chenga Gomez, otro hijo de Liliana Medina,
- Mariana Bustos, esposa de Chenga,
- María Azucena Marquez, también llamada Claudia,
- Carlos Luna,
- Cinthia Gaitán, esposa de Luna,
- Humberto Derobertis, encargado del prostíbulo El Desafío.
“Hay muchos corruptos dentro del poder judicial nunca espere nada de la justicia. Nos estafaron. Vendieron la causa de mi hija”, señaló luego de la lectura del fallo. Susana trimarco, en su búsqueda de Marita, ha salvado a 120 chicas presas de las redes de trata. Es hoy, un ejemplo de lucha y tesón.