Chomsky, un imprescindible

Atilio A. Boron

Diciembre 7-Noam Chomsky cumple hoy años, 84 para ser más precisos. Sin duda, una de las mayores figuras intelectuales y científicas de nuestro tiempo. Un raro ejemplar de “intelectual público” invariablemente solidario y militante al servicio de las mejores causas de la humanidad y un prominente científico que revolucionó la lingüística con aportes que marcaron un antes y un después en la historia de la disciplina. Pero el influjo de sus ideas se extiende mucho más allá de la lingüística: sus ideas han impactado fuertemente en la filosofía, la psicología, la  historia, la ciencia política y las ciencias sociales en general. Como “intelectual público”, dotado de una  infrecuente capacidad para abordar con claridad y sencillez los temas más complejos y profundos de su tiempo: sus críticas a la política exterior de Estados Unidos -sobre todo a partir de la Guerra de Vietnam- al papel manipulador de los medios de comunicación de masas y a la involución democrática de su país tuvieron un enorme impacto a nivel de la opinión pública y la clase política pero fueron (y son todavía hoy)  sistemáticamente negados en los paradigmas dominantes de la ciencia política y relaciones internacionales donde sus numerosos escritos (más de 100 libros) no son tenidos en cuenta ni siquiera para ser criticados.
Todo esto habla a los gritos de la escandalosa regresión reaccionaria de las ciencias sociales, que se escudan en la especificidad disciplinaria para silenciar las ideas del gran lingüista norteamericano. Cuando son interrogados por  las razones por las cuales no se incluyen los libros de Chomsky en sus bibliografías, eminentes mediocridades de las ciencias sociales a nivel mundial se limitan a declarar que no es un politólogo, o un sociólogo o un historiador. Que su idoneidad se localiza en otro campo y que cuando incursiona en otras disciplinas sus puntos de vista son irrelevantes o equivocados. Estos atildados y muy conservadores académicos ignoran, o simulan ignorar, que ninguna de las grandes figuras de las ciencias sociales aceptó encerrarse en los límites de una disciplina. Marx fue un filósofo, un economista, un politólogo, un sociólogo y un historiador, amén de cultivar con menor énfasis otras disciplinas. Y del otro lado del espectro ideológico ocurre lo mismo: ¿Cuál fue la disciplina de Max Weber? Él se llamaba a si mismo historiador pero fue un brillante sociólogo, politólogo, estudioso de las religiones comparadas  y economista. Sólo los mediocres que tomaron la academia por asalto creen en eso de la “disciplinariedad”, ardid mediante el cual inoculan en sus estudiantes el virus de la resignación y el conformismo que necesita el capitalismo para ser concebido como un sistema eterno y por eso mismo desalentar toda esperanza de cambio. Por eso Chomsky los irrita y los enfurece, porque su obra es una convocatoria no a la disciplina sino a la creatividad y la militancia social que se nutren de la “indisciplina”, condición indispensable de todo pensamiento crítico. Es, como lo exigía Bertolt Brecht, uno de esos que lucha todos los días, sin desmayos. Un imprescindible en la ardua lucha por construir una buena sociedad. Por eso, ¡salud y larga vida Maestro! 

Como pequeño homenaje por su cumpleaños nos permitimos compartir un fragmento de una de sus últimas notas:”Temas que Romney y Obama evitan”, publicado en su sitio web en vísperas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

 “El segundo tema importante, la guerra nuclear, también está en las primeras planas todos los días, pero en una forma que asombraría a un marciano que observara las extrañas actividades en la Tierra.  La amenaza actual está de nuevo en Medio Oriente, específicamente Irán; es decir, al menos según Occidente. En Medio Oriente, Estados Unidos e Israel son considerados amenazas mucho mayores.”
            “A diferencia de Irán, Israel se niega a permitir inspecciones o firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear. Tiene cientos de armas nucleares y sistemas de lanzamiento avanzados, y un largo historial de violencia, agresión e ilegalidad, gracias al absoluto apoyo estadounidense. Si Irán está buscando desarrollar armas nucleares, el espionaje estadounidense no lo sabe.” 

             “En su informe más reciente, la Agencia Internacional de Energía Atómica dice que no puede demostrar la ausencia de material nuclear y actividades no declarados en Irán; una forma indirecta de condenar a Irán, como demanda Estados Unidos, mientras admite que la agencia no puede añadir nada a las conclusiones del espionaje estadounidense.  Por lo tanto, a Irán debe negársele el derecho a enriquecer uranio que está garantizado por el Tratado de No Proliferación Nuclear, y es apoyado por la mayor parte del mundo, incluidos los países no alineados que acaban de reunirse en Teherán. La posibilidad de que Irán pudiera desarrollar armas nucleares surge en la campaña electoral. (El hecho de que Israel ya las tenga no.) Dos posiciones se contraponen: ¿Estados Unidos debería declarar que atacará si Irán alcanza la capacidad para desarrollar armas nucleares, las cuales disfrutan docenas de países? ¿O Washington debería mantener la línea roja más indefinida?” 

         “La segunda postura es la de la Casa Blanca; la primera es la demandada por los belicosos israelíes, y la aceptada por el Congreso de Estados Unidos. El Senado votó 90 a 1 a favor de apoyar la postura israelí. Lo inexistente en el debate es la forma obvia de mitigar o poner fin a cualquier amenaza que pudiera creerse representa Irán: establecer una zona libre de armas nucleares en la región. La oportunidad está fácilmente disponible: una conferencia internacional se reunirá en unos meses para buscar este objetivo, apoyado por casi todo el mundo, incluida una mayoría de los israelíes.” 

          “El gobierno de Israel, sin embargo, ha anunciado que no participará hasta que haya un acuerdo de paz general en la región, lo cual es inalcanzable en tanto Israel persista en sus actividades ilegales en los territorios palestinos ocupados. Washington mantiene la misma postura, e insiste en que Israel debe ser excluido de cualquier acuerdo regional de ese tipo.”
          “Pudiéramos estar avanzando hacia una guerra devastadora, posiblemente incluso nuclear. Existen formas claras de superar esta amenaza, pero no se adoptarán a menos que haya un activismo público a gran escala que demande que la oportunidad sea aprovechada. Esto, a su vez, es altamente improbable en tanto estos temas sigan fuera de la agenda, no sólo en el circo electoral, sino en los medios y el gran debate nacional.”