Axel Kicillof: “Poner el gasto al servicio de la producción”


En el inicio del debate en comisión en la Cámara baja, el secretario de Política Económica expuso durante tres horas y respondió preguntas de la oposición. Repaso histórico sobre la fase neoliberal y defensa de la mayor participación del Estado.
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Axel Kicillof en Diputados, junto a los titulares de la Cámara (Domínguez) y de la comisión (Feletti).
El viceministro de Economía, Axel Kicillof, presentó ayer en el Congreso los principales lineamientos macroeconómicos del proyecto de Presupuesto 2013, que prevé un crecimiento del PBI de 4,4 por ciento, un tipo de cambio promedio a 5,10 pesos y una variación del Indice de Precios al Consumidor de 11,2 por ciento. El funcionario enmarcó el debate en un recorrido histórico, que fue desde la última dictadura militar, período que dio inicio al neoliberalismo en el país, cuya continuación fue la década menemista y los dos años de la Alianza. En este derrotero, sostuvo que a partir de 2003 se inició una nueva etapa de industrialización del país, donde el Estado pasó a jugar un rol clave en la economía.
“Para sostener la economía hay que poner el gasto público al servicio de la producción y el empleo”, manifestó Kicillof, quien además sostuvo que la competitividad de la economía no sólo se da por el tipo de cambio, y fustigó a los economistas (y algunos diputados de la oposición) que siguen defendiendo la vía del “endeudamiento externo” para financiar las políticas públicas. Los diputados Alfonso Prat Gay (Coalición Cívica) y Gustavo Ferrari (peronista disidente) abandonaron la sala antes de que el funcionario terminara de exponer.
“Para acabar con el proceso de industrialización del país, la dictadura tuvo que realizar un sangriento golpe. La fase neoliberal continuó en las décadas siguientes, donde el sector financiero pasó a controlar la orientación de la economía”, sostuvo Kicillof durante su exposición. El diputado Eduardo Amadeo (PJ disidente), que intentó interrumpirlo en varias oportunidades, reía cada vez que el viceministro hacía eje en el neoliberalismo. “En el 2003 se inició la reversión del ciclo neoliberal, con una mayor participación del Estado en la economía y en las políticas sociales”, agregó el viceministro.
De la totalidad del gasto público (628.629 millones de pesos), la Administración Nacional destinará el 62,9 por ciento a los llamados servicios sociales, es decir 395.607 millones de pesos a educación, asistencia social, salud, trabajo, vivienda, agua potable y ciencia y técnica. Estos recursos tendrán un crecimiento de 20 por ciento en relación con lo presupuestado el año pasado. Por otro lado, los servicios económicos representarán el 16,3 por ciento del total del gasto (102.572 millones). Esto abarca transferencias para energía, transporte, agricultura, industria, y comercio.
La presentación de Kicillof tuvo un fuerte derrotero histórico, algo que llegó a irritar a los diputados de la oposición y a varios de los presentes en la sala de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja, que preside Roberto Feletti (FpV). “La especulación se mueve de un país a otro. Cuando tomamos medidas para frenar esa especulación, de repente surgen los sectores que quieren que todo sea libre, que haya libre disponibilidad de divisas. En este presupuesto preservaremos nuestra economía y las conquistas alcanzadas”, sostuvo el secretario de Política Económica.
Una de esas conquistas tiene que ver con la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central. “Muchos deploraron que el Central preste dinero al Tesoro, preferirían que sean los bancos privados. La Carta Orgánica del BCRA era una vergüenza. Y sépanlo, el tema de la inflación, como dijo Keynes, sólo preocupa a los sectores financieros”, aseveró Kicillof.
“Les preocupa a los trabajadores”, interrumpió Amadeo. “Estoy citando a Keynes”, sostuvo el funcionario, quien agregó: “El monetarismo es refutado en todo el mundo. Con la crisis internacional, los Estados Unidos cuadruplicaron su emisión monetaria y ahora tienen deflación de precios. Sin embargo, sigue en el corazón de la ortodoxia que dice que fomentar el crédito con política monetaria es malo”.
El proyecto de Presupuesto 2013 contempla la posibilidad de utilizar reservas internacionales para gastos en infraestructura e importación de bienes de capital destinados a la política energética, nuclear o satelital, como la Conea o Atucha. En el caso de que las reservas utilizadas por el Fondo de Desendeudamiento (Fondea) para el pago de deuda sean inferiores a los 7967 millones de dólares presupuestados, el excedente podrá utilizarse para estos fines. “Pero siempre que tengan efecto monetario neutro, es decir, para los pagos en dólares de bienes de capital que efectúe el Tesoro en operaciones con el exterior”, afirmó el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, en el reportaje publicado por este diario el sábado pasado.
Cuando todavía no había concluido la etapa de exposiciones –faltaba la de Juan Carlos Pezoa y Adrián Cosentino, secretarios de Hacienda y Financiamiento respectivamente–, los diputados Prat Gay y Ferrari dejaron la sala de la comisión. “Nos vamos, nos vamos”, le dijo Ferrari, con el clásico gesto de manos incluido, a un cronista de TN.
“Para 2013 vemos signos de reactivación en Brasil, ya que están cambiando el sentido de sus políticas. Están apostando por políticas expansivas desde lo fiscal y monetario. También vemos algunas señales de reactivación en los Estados Unidos, mientras que en Europa hay expectativas mixtas. El impulso fiscal que hicimos este año para sostener nuestro crecimiento podría ser menor el próximo año gracias a los signos de recuperación. Pero no tengan dudas de que si hay que aumentar el gasto, lo vamos a hacer”, argumentó Kicillof.
Después de cinco horas de exposición (cuatro de Kicillof y una hora compartida entre Pezoa y Cosentino) llegó el turno de las preguntas. El primero fue Amadeo, quien se presentó como un “productor maicero”, además de diputado. El legislador le preguntó al viceministro de “dónde saldrán los fondos para realizar obras públicas en la provincia de Buenos Aires y cuánto creen que invertirán las empresas privadas si el Estado interviene en la economía y sobre el nivel de base caja del Tesoro”. Luego de sus cuestionamientos, el diputado se retiró.
“Voy a hacer de cuenta que el diputado está acá y le voy a responder”, ironizó Kicillof. “Esa mención a la base caja me suena a cierta nostalgia al endeudamiento externo. Me suena a Cacciatore (Osvaldo, primer intendente de la dictadura 1976/83), que decía que se harían grandes obras, el país se endeudaba, y no se hacía nada. Todas las medidas de corte neoliberal fueron rechazadas por la sociedad”, concluyó el funcionario.