Ledesma-Blaquier: “Se está rompiendo el miedo”

 Adriana Meyer



  • Olga, Adriana, Luis y Ricardo son los hijos de Luis y Olga Arédez. Hablan de la citación del dueño del Ingenio Ledesma por la desaparición de su padre. “Es el fin de una etapa”, dicen. Esperan que las personas del pueblo aporten información a la causa.



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El ex intendente de Libertador General San Martín Luis Arédez y su esposa Olga Márquez con sus cuatro hijos: Ricardo, Adriana, Olga y Luis.
“Los Blaquier son responsables de tres genocidios, el aborigen, el terrorismo de Estado y el ambiental”, dice Adriana Arédez, una de las hijos del matrimonio que durante cuatro décadas enfrentó al poderoso ingenio azucarero de Jujuy. Página/12 dialogó con ella y sus tres hermanos sobre el inicio y los efectos del juicio en el que Carlos Pedro Blaquier, sus empleados y policías jujeños están imputados por el secuestro y la desaparición de su padre, el médico y ex intendente de Libertador General San Martín Luis Arédez, entre otras víctimas de la dictadura cívico-militar en esa provincia. Adriana sigue al detalle el expediente y expresa tanto su furia porque todavía hay una “impunidad insoportable” como su esperanza cuando dice que “se está rompiendo el miedo”. Coincide con su hermana Olga en lo que llaman “la diferencia ética entre Arédez y Blaquier” y muestran copias de los estudios cardíacos de su padre. “También padecía arritmias, pero jamás se le ocurrió faltar por eso al municipio, y no tuvo que hacer interconsultas en países extranjeros, en cambio Blaquier lo usa como excusa para escaparse al exterior”, dicen.
La mayor, Olga –56 años dos hijos–, es médica psiquiatra y vive en Villa del Rosario, Córdoba. Adriana, casi un año menor, tiene cuatro hijos, es técnica en Parques, participó en Salta junto a su madre de la fundación de Madres y Asamblea Permanente por los Derechos Humanos en esa provincia, luego se mudó a Catamarca y ahora se trasladó a Tilcara para participar en forma activa en su rol de querellante. Luis, de 53 años, tiene dos hijas, es empleado público y vive en Tucumán, y el menor, Ricardo, tiene 52, es soltero y trabaja en la Universidad de Buenos Aires.


–¿Pensaron que alguna vez iba a llegar este momento?

Ricardo:–No hasta que hubiera un cambio de jueces en Jujuy que puedan llevar adelante una justicia justa, tan necesaria en nuestra provincia. Los sucesivos gobiernos en Ledesma nunca reconocieron la lucha de las Madres en nuestro lugar, como sí lo hizo Néstor Kirchner. Cuando asumió (el juez Fernando) Poviña preferimos esperar, no hacernos ilusiones porque si no nos enfermamos. He visto morir a madres y padres esperando, pero parece que la hora va llegando, necesito saber que va a ser así.

Adriana: –Ni muerta me resigno, mi vieja se murió, pero dejó todo para que sigamos. Vamos a llegar a una sentencia como la que debe corresponder a estos genocidas civiles que han cometido tres genocidios: el aborigen, cuando expulsaron a todos del cerro Calilegua, los fusilaban mientras ellos se defendían con arcos y flechas; el segundo fue el terrorismo de Estado, y el tercero es el ambiental, sobre el cual el Estado provincial sigue haciendo oídos sordos. No reconocen ni registran los muertos por bagazosis, siguen poniendo en los certificados que son alergias. Eso te habla de la complicidad del poder económico y provincial. El gobernador (Eduardo) Fellner dice que hay que investigar, cuando estuvo vinculado con el equipo de abogados de Blaquier. Todo es muy tramposo, hay que conocer muy bien lo que pasa acá.

Luis: –Pensé que al iniciarse el proceso penal los primeros en ser citados iban a ser los represores de menor jerarquía, como (Mario) Patané o (Juan) Kairuz, por aquello de que el hilo se corta por lo más fino, fue una sorpresa cuando llamaron a (Alberto) Lemos y a Blaquier. Pero creo que los acontecimientos del año pasado, a partir de la marcha 28 del Apagón, la toma de tierras y su represión con cuatro muertos, la movilización en Libertador en reclamo de justicia por esos asesinatos de los que aún no se sabe nada, las movilizaciones por la morosidad en las causas por delitos de lesa humanidad del ex juez Olivera Pastor, la designación de un nuevo juez, la unificación de las causas y los allanamientos marcan un encadenamiento de hechos que inevitablemente debía concluir con una clara y firme intervención de la Justicia, era insostenible seguir con actitudes dilatorias. Para tener una dimensión, son 35 años de movilizaciones y reclamos de justicia ante cien años de impunidad.

Olga: –Los organismos de derechos humanos, nosotros como familiares de víctimas el terrorismo de Estado, nuestros representantes legales avanzamos constantemente hacia la búsqueda de justicia, así es que sí, lo pensé. Tengo buenas expectativas en esta lucha de poderes donde no debemos dejar de apoyar a nuestra Presidenta en la consolidación del modelo, que llevará un tiempo para implementar los cambios que desearon y por los que dieron la vida nuestros queridos desaparecidos.

–¿Qué les produce la no comparecencia de Blaquier en la indagatoria y la posibilidad de que se haya ido del país?

A.:–(Furiosa.) Estuve con el juez de la causa luego de la declaración de (el ex administrador Alberto) Lemos, y se burlan de todo, es una impunidad insoportable. Hizo un descargo por escrito, fue a la hora que quiso porque no quería tener una movilización ni un pañuelo blanco cerca, los odian. Y puso sus condiciones. El juez le dijo que mientras no estuviera el fiscal no podía indagarlo, y como el fiscal es un heredado de Olivera Pastor apareció subordinado a los poderes y le tomó declaración. Además mintió, dice que era muy amigo de mi papá, que veían partidos de fútbol juntos y eso es imposible, no hubiera estado ni un segundo mi padre con una persona así. Y niega haber recibido a mi madre, siendo que yo la llevé en el auto con una amiga que la acompañó a entrevistarlo. (En esa reunión Lemos reconoció que la empresa había aportado los vehículos para los secuestros) Le voy a contestar una por una sus mentiras. Pero me moriré siendo optimista, con mi hermano llevamos adelante la imputación de los civiles empresarios, que son responsables de los 30 mil desaparecidos, ellos pagaron por un golpe de Estado, pusieron todo lo que tenían a su alcance para eliminar gente. Esto coincide con las declaraciones de (Jorge Rafael) Videla, que los empresarios les pedían 10 mil desaparecidos más. Ahora empezó el juzgamiento de civiles en Argentina, y juristas nos dicen que éste va camino a ser un caso testigo. Respecto de Blaquier, tenía la intuición de que se iba a escapar y lo advertí, tienen 200 kilómetros de frontera a su disposición, pistas y aviones privados. Dice que está enfermo para no asistir a la imputación, para evitar responder qué hizo con mi padre y los desaparecidos de la provincia. Hay que constatar con nuestros peritos si esto es cierto, pero tiene que ser en horas, no días. El espionaje a la marcha de 2005 lo hizo una empresa que ellos tercerizaban, World división-psicología industrial, que hizo inteligencia, no psicología. Hicimos un amparo y hablamos con la ministra (Nilda) Garré pero falta que un fiscal impulse una denuncia, porque hicieron espionaje en democracia, violación de la ley de datos personales de los ciudadanos y tareas de inteligencia reservadas para el Estado, claramente prácticas de terrorismo de Estado que nunca abandonó la empresa Ledesma.

–Entonces, ¿persiste cierta impunidad pero también se está quebrando el pacto de silencio?

A.: –Existen muchas pruebas testimoniales, muchos perseguidos políticos, hay material fílmico, académico y siguen llegando pruebas, del allanamiento al barrio Los Perales, donde sus abogados tienen domicilio legal, se llevaron de todo, había cosas de mi padre y de (Jorge) Weisz, de (Carlos) Patrignani, de dirigentes gremiales desaparecidos. Hay gente que quiere ir a denunciar espontáneamente, nos están llamando todos los días. Y sí, se está rompiendo el miedo, esto tiene que llegar al final y tiene que ver con una decisión política en ese sentido.

R.:–El nuevo directorio de Ledesma son hijos de Carlos y Nelly Arrieta. Quisiera sentir que en la próxima marcha del Apagón el pueblo no nos siga viendo a escondidas, sino que acompañe esta resistencia con la que conseguimos cambiar algo en la Justicia. Tengo expectativa de que algo cambie en el pueblo, que nos ayuden de una vez por todas, mucha gente sabe dónde están nuestros desaparecidos, a ver si ahora se animan a hablar porque ahí se sabe quién colaboró, quién hizo espionaje, e incluso dónde están enterrados. Mi papá era muy querido por la gente y los hijos de los que ya no viven deben haber transmitido ese compromiso, quiero ver a la gente con memoria perder el miedo y acompañar nuestro reclamo porque creo que quieren algo distinto, no morirse de miedo por perder el trabajo o por ser investigado. Ese lugar está tomado desde hace siglos, tiene que dejar de vivir en el miedo.

L.: –Más de tres décadas de pelea con un enemigo poderosísimo nos han vuelto pacientes, el solo hecho de que la Justicia Federal reclame la presencia de estos individuos para que expliquen su conocimiento y participación en la represión en Ledesma es un acontecimiento relevante y marca el fin de una etapa inédita. Pienso en la cantidad de madres, padres, hermanos, hijos y nietos que comenzaron esta lucha en esta provincia y por causa de muerte, enfermedad, autoexilio, desaliento o depresión no llegaron a vivir la esperanza de estas horas. Que la impunidad continúe o no, depende del oportuno accionar de la Justicia y la actitud que nosotros adoptemos al seguir con atención el proceso del doctor Poviña.

O.: –La impunidad sigue porque esto es un proceso que implica etapas que, evidentemente, se están cumpliendo.

–¿Cómo afecta esta influencia de los Blaquier en la vida cotidiana de Libertador General San Martín?

R.: –Me acuerdo de algo impresionante. En la marcha de 2005, cuando el doctor (Norberto) Liwsky había terminado de hablar en el acto, al lado de María Adela Antokoletz, la gente se acercó a aportarle pruebas. Y cuando se iba, casi llegando al río Ledesma, donde dicen que secuestraron a mi padre, le robaron el maletín con todo. Y hace pocos días, el intento de secuestro al nieto de (Hugo) Condorí (ex preso político y querellante). Están ahí, nunca se fueron pero los conocemos a todos. Hay que ganarles como pueblo para vivir en un lugar digno y seguro, ganar el espacio.

A.:–La gente siempre resistió pero Ledesma responde con balas y muerte, como pasó en el desalojo a los ocupantes del Triángulo hace casi un año, con desaparecidos, secuestros, torturas, con prestar sus vehículos y la infraestructura y personal para cometer delitos, reconocidos como de lesa humanidad. Lo de las tierras va a ser siempre un problema, ellos no pagan impuestos aún hoy, lo negocian con cargos políticos y prebendas, mientras los trabajadores despedidos no tienen dónde ir. La ordenanza 84 que estableció mi papá cuando era intendente, en 1973, para erradicar las villas hablaba de 400 hectáreas como pago de un mes de impuestos. Festejan sus cien años como empresa de capital nacional y es mentira, dicen que dan trabajo a 7 mil familias y echan a 2 mil. La gente está cercada por cañaverales, todo es caña, por eso van a seguir tomando tierras. La ordenanza existe y el gobierno provincial debió expropiar, pero tras la muerte de tres personas sólo negociaron 14 hectáreas. Mi papá fue intendente sólo siete meses, y quería hacer cumplir las leyes sociales de 1945, que el hospital no sea una empresa privada, que los trabajadores recibieran medicamentos. Allanaron todas las casas para hacer desaparecer esa ordenanza pero no lo lograron, hay historiadores que la tenían y con lo que ellos escribieron nos nutrimos los hijos.

L.: –En 1959, cuando mi padre fue cesanteado por la empresa no consiguió que nadie le alquilara ni una pieza, por eso se fue a Tilcara. Y hoy es igual. La dominación de los Blaquier no puede entenderse sin la participación de los gobiernos municipal y provincial, por acción u omisión. El ejemplo más claro es la toma de tierras en Libertador General San Martín de fines de julio del año pasado y la sangrienta represión de comienzos de agosto. El problema habitacional es desesperante, mientras las autoridades municipales no reclamaban a Ledesma (única propietaria de la zona) la cesión de nuevos terrenos y tampoco solicitaban a la Legislatura provincial la expropiación de estos inmuebles, el gobierno de la provincia no se daba por enterado y miraba para otro lado. La Legislatura de la provincia creó una comisión investigadora de estos hechos, no duró una semana, aprovecharon que un funcionario citado no se presentó a declarar y se disolvió sin pena ni gloria. El poder real allí es el poder económico, bastó que la empresa diera por clausurado el diálogo y denunciara usurpación de tierras para que la Justicia provincial mandara reprimir, y el Ejecutivo junto con el Legislativo por no querer contrariar los deseos de la empresa y no cumplir oportunamente con sus obligaciones de gobierno, terminaron siendo corresponsables de esa tragedia.

O.: –Por haber vivido y tener contacto con la población actual, y con los que debieron emigrar aun contra su voluntad, hay un pacto de miedo y silencio instalado y naturalizado que se puede resumir en esta frase: “No hables del Ingenio Ledesma porque puedes quedarte vos o tus allegados sin trabajo, te pueden perseguir, no te van a dejar tranquilo ni a vos ni a tus familiares o te puede pasar lo mismo que al doctor Arédez”.

El ex presidente Néstor Kirchner con Olga Arédez. La esposa del ex intendente desaparecido fue una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo de Jujuy y marchó todos los jueves, incluso durante mucho tiempo sola, alrededor de la plaza de su pueblo. Murió a causa de la bagazosis, una enfermedad provocada por la contaminación del ingenio.


El ingenio señalizado


El diputado kirchnerista Horacio Pietragalla, miembro de la Comisión de Derechos Humanos, se reunió con el intendente de Ledesma y le manifestó la necesidad de señalizar el lugar en el Ingenio donde estuvieron detenidos los secuestrados en la Noche del Apagón. “Lo que pasó en Ledesma fue paradigmático para la historia de la  represión en nuestro país. No existe tal vez hecho que deje más claro el lugar que ocuparon las grandes empresas y los grupos económicos en el golpe cívico-militar. Es suficiente pasar por Ledesma y ver la Rosadita de Blaquier para tener una imagen del poder que tuvo y sigue teniendo este señor. Pero está llegando la sintonía fina en materia de juicios de lesa humanidad. Algo impensado hace años, como el hecho de que Ledesma tenga que sacar una solicitada en los diarios para defenderse, hoy es realidad”, enfatizó Pietragalla. El diputado fue recibido por el intendente Jorge Ale y le transmitió la necesidad de avanzar con las políticas de memoria. “Tenemos la necesidad
de que, al igual que pasa en todos los lugares del país que funcionaron como lugar de detención y tortura, que también el Ingenio sea señalizado”, afirmó el legislador.
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Confirman que Blaquier está en Europa

Un viaje oportuno

Por Alejandra Dandan
Desde San Salvador de Jujuy

El abogado de Pedro Blaquier confirmó que el empresario está afuera del país. Explicó que está en Europa por tratamientos médicos y que se fue antes de que recayera sobre él la orden que le prohibía la salida. Pese a que esa información se conocía informalmente, no estaba acreditada en la causa. La novedad aceleró los tiempos judiciales. Las querellas presentarán mañana un pedido de captura internacional. Pero en el juzgado tienen otros tiempos. Como dentro del expediente los abogados sólo hablaron de un problema de salud, el juez Fernando Poviña ordenó que un perito del Cuerpo Médico Forense acredite su estado. Al trámite le puso “muy urgente”. El paso siguiente es que el Cuerpo Médico cite a Blaquier para examinarlo. El examen sólo puede hacerse en Buenos Aires –domicilio legal de Blaquier– y “de ninguna manera en el exterior”. Si así son las cosas, para evitar que se lo declare en rebeldía, el empresario debería volver a Buenos Aires a examinarse. La citación médica no debería demorar más de una semana.
Blaquier debía ser indagado el viernes pasado en Jujuy, en el marco de la causa por su responsabilidad en la privación ilegal de 27 personas entre las que hay víctimas de la llamada Noche del Apagón y del caso Arédez. Tres días antes del viernes, su abogado Horacio Aguilar –sugestivamente ex juez federal que tuvo a cargo esta causa que nunca avanzó hasta ahora– presentó el escrito para pedir el “diferimiento de la indagatoria” por razones de salud. Allí no decía que el empresario ya estaba fuera del país. Sólo argumentaba que tenía una afección cardíaca y que debía ser atendido en Inglaterra y Francia. En ese contexto, el juez Poviña aceptó diferir la audiencia “por única vez”, no puso una nueva fecha, pero ordenó un examen de un perito del Cuerpo Médico Forense para acreditar ese estado. De las tres alternativas del trámite: normal, urgente o muy urgente, usó esta última. Esto puede ser el camino para acelerar el regreso del empresario. O su decisión de no volver.
Como Blaquier tiene domicilio en Buenos Aires, el Cuerpo Médico de la Corte debe informar a ese domicilio cuál es la fecha del examen. El trámite en estos casos de “muy urgente” suele demorar una semana. Como la orden del juez fue emitida el miércoles pasado, Blaquier debería estar recibiendo una citación para ser examinado en los próximos días. Si vuelve, el perito evaluará su condición. Si no vuelve, una vez que el juez reciba la comunicación, debe tomar una medida y allí sí podrían impulsarse otras acciones.
El defensor de Blaquier, Aguilar, habló ayer por la mañana en una radio porteña. Dijo que el dueño del ingenio estaba fuera del país desde el 15 de abril, pero aseguró que “se presentará cuando la Justicia lo requiera”, pero “siempre que se den las condiciones y garantías” para que el trámite no lo afecte “teniendo en cuenta su edad”.
Las querellas, acostumbradas a años de impunidad y al poderío de Blaquier, pusieron en duda que el empresario acuda a la cita. “Vamos a insistir con su detención y la captura internacional porque entendemos que esto forma parte de una estrategia dilatoria”, explica el abogado Pablo Pelazzo. Sobre el argumento de “falta de garantías”, Pelazzo dijo que “es solo una excusa, ya que las manifestaciones de ayer y el jueves en Jujuy demostraron que todas las organizaciones de derechos humanos, sociales, políticas y sindicales que se expresaron lo hicieron sin generar ningún hecho que se pueda entender como violento”.
La hipótesis de que se puede estar construyendo una estrategia de dilación por parte de Blaquier se sostiene con el análisis de otros datos. Entre ellos, la fecha en la que se fue del país y la fecha en la que sus médicos firmaron el certificado. Blaquier salió del país el 15 de abril, como confirmó su abogado. Un día después, casualmente estaba asumiendo en la causa el nuevo juez que reemplazó a Aguilar y luego a Carlos Olivera Pastor, el responsable de haber convertido a Jujuy en la única provincia que no tuvo juicios de lesa humanidad. El otro punto son los certificados. Cuando Blaquier viajó ya tenía en sus manos los certificados médicos: están fechados el 12 de abril, tres días antes de la salida. Lo más extraño es que se expidieron mucho tiempo antes de la fecha en la que se ordenó su indagatoria: el 3 de mayo, el día en que además le prohibieron la salida del país.
Jorge Auat es el jefe de la Unidad Fiscal de Seguimiento de las causas vinculadas con el terrorismo de Estado del Ministerio Público Fiscal. “Lo más extraño en torno de la causa son los certificados médicos, no se entienden. Lo común es que cuando un médico te extiende certificados, los entrega para presentarlos ante alguien. Para acreditar algo ante quien lo requiera o no asistir a determinado lugar. En este caso, es extraño que lo hayan hecho sin que Blaquier estuviese citado por el juez. Cuando va al médico, él no necesita esos certificados porque la fecha en la que lo citan para la indagatoria es muy posterior. Ahí queda un interrogante que alimenta legítimas sospechas”, dice. También se refiere a las supuestas garantías que están pidiendo los defensores: “Las garantías las da el Estado de derecho. Basta mirar las resoluciones que fue tomando el juez Poviña. ¡Más garantías que esas! No dispuso la detención y siguió los pasos procesales marcados por el Código. El juez está haciendo el procedimiento de forma absolutamente ajustada”. Queda ahora por ver qué pasará en los próximos días.


Repudio por un atentado

El Partido Solidario repudió ayer el intento de secuestro del nieto de Hugo Condorí, querellante en la causa contra los directivos del Ingenio Ledesma. El miércoles, un desconocido trató de llevarse a la salida de la escuela al chico de ocho años. Ese mismo día tenían que declarar por la causa de la Noche del Apagón el dueño del Ingenio, Carlos Pedro Blaquier, y su administrador Alberto Lemos. Condorí fue presidente de la obra social de los obreros del Ingenio y es querellante en la causa por la desaparición de sus compañeros.
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