Cómo acelerar la reactivación

Paul Krugman
The New York Times

  • “Hoy existe una respuesta fácil a quien pregunte cómo acelerar la reactivación económica de los Estados Unidos”, afirma el columnista. “Si Washington usara sus bajos costos de endeudamiento para ayudar a los gobiernos de estados y municipios, ellos podrían recontratar a los empleados estatales que despidieron y retomar los proyectos públicos que cancelaron o congelaron con la crisis . Y con eso se daría un gran paso hacia el pleno empleo”. “Algunas noticias económicas parecen mejorar en EE.UU., pero se trata de una reactivación débil en términos históricos”
Las noticias económicas lucen mejores últimamente. Pero después de varios falsos arranques (¿se acuerdan de “los brotes verdes”?), sería tonto suponer que todo está bien. Y, en cualquier caso, se trata de una reactivación todavía muy lenta, en términos históricos.
Hay varias razones para esta lentitud, y la más importante es la deuda de los hogares, un legado de la burbuja de la vivienda. Pero un factor que contribuye significativamente a la persistente debilidad económica es el hecho de que el gobierno estadounidense está haciendo exactamente lo que la teoría y la historia dicen que no debería hacer: recortar el gasto en un cuadro de economía deprimida .
De hecho, si no fuera por esta austeridad fiscal destructiva, casi con seguridad nuestra tasa de desempleo sería menor ahora de lo que fue en la etapa comparable de la reactivación de la era reaganiana conocida como “la mañana de América”.
Nótese que dije “el gobierno estadounidense”, no “el gobierno federal”. El gobierno federal ha seguido políticas contractivas en tanto se iban desvaneciendo los últimos vestigios del estímulo de Obama; sin embargo, los grandes recortes se han dado en los niveles estatales y locales. Esas reducciones de los estados y municipios han provocado una caída pronunciada del empleo y del gasto público en bienes y servicios, lo que ejerce un poderoso arrastre sobre toda la economía.
Una forma de hacer visible cuán severa ha sido nuestra austeridad de hecho es comparar el empleo y el gasto públicos en la expansión económica en la época de Obama, que comenzó en junio de 2009, con los registros de la expansión reaganiana, que comenzó en noviembre de 1982.
Empecemos por el empleo público, fuerte principalmente en los niveles de estados y municipios (que explican cerca de la mitad de los empleos en educación). A esta altura, en la reactivación reaganiana, el empleo estatal había aumentado 3,1%; ahora está un 2,7% abajo.
Luego, veamos las compras públicas de bienes y servicios (diferentes de las transferencias a individuos como el seguro de desempleo). Ajustadas por inflación, a esta altura de la reactivación reaganiana, esas compras habían aumentado un 11,6%; ahora, han mermado un 2,6%.
Y la brecha presiste aun cuando se incluyan transferencias, algunas de las cuales siguen altas precisamente porque el desempleo sigue alto. Ajustado por inflación, el gasto de la reactivación reaganiana subió 10,2% en los diez primeros meses de reactivacion. El gasto de la era Obama, sólo 2,6 %.
¿Por qué subió tanto el gasto con Reagan, que hablaba de achicar el Estado , mientras se contrae con el presidente que tantos republicanos ven como un socialista oculto? En el caso de Reagan fue la carrera armamentista, pero principalmente que los gobiernos de estados y municipios hiceron lo que se supone que deben hacer : educar a una población infantil creciente, invertir en infraestructura para una economía creciente.
Con el presidente Obama, sin embargo, la ardua situación fiscal de los estados y municipios –resultado de una depresión que a su vez fue causada en gran medida por la explosión de la deuda privada antes del 2008— se ha traducido enreducciones forzadas del gasto . Las penurias fiscales de los gobiernos locales podrían haber sido aliviadas con ayuda de Washington, que todavía sigue pudiendo endeudarse a tasas de interés increíblemente bajas. Pero esto nunca fue provisto en una escala ni remotamente adecuada.
Esta mala práctica política está haciendo un doble daño a EE.UU. Por un lado, contribuye a una pérdida futura, porque eso es lo que pasa cuando se descuidan la educación y la inversión pública. Y también nos está perjudicando hoy, al contribuir a que el crecimiento siga bajo y el desempleo, alto.
Estamos hablando aquí de grandes números. Si el empleo público con Obama hubiera crecido a tasas de la era Reagan, 1,3 millones de estadounidenses más estarían trabajando de maestros, bomberos, oficiales de policía, etcétera.
Y si se toma en cuenta el efecto del gasto público sobre el empleo privado, una estimación gruesa es que la tasa de desempleo sería 1,5% inferior a la actual.
Una implicación de esta comparación es que los conservadores que adoran comparar los tiempos de Reagan con los de Obama deberían pensarlo dos veces. Fuera del hecho de que las reactivaciones de las crisis financieras son casi siempre más lentas que las reactivaciones comunes, en realidad Reagan era mucho más keynesiano que lo que Obama, con un Partido Republicano obstruccionista, nunca logró ser.
Y lo que es más importante: ahora hay una respuesta fácil a quien pregunte cómo podemos acelerar nuestra reactivación económica. Hablemos en términos visionarios: se podría dar un gran paso hacia el pleno empleo sólo con usar los bajos costos de endeudamiento del gobierno federal para ayudar a los gobiernos de estados y municipios a recontratar a los maestros y policías que despidieron y a retomar los proyectos que cancelaron o congelaron.