Un aporte ecológico


Eduardo de la Serna *
Un puma perdido en Vicente López;
una pitón perdida en Pilar;
un jefe de Gobierno perdido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires...


¿No es hora de que alguien ponga criterios? ¿O límites? Los animales silvestres deben permanecer en puro estado silvestre y no son aptos para vivir en la ciudad. Deben quedar allí donde pertenecen. No solamente son peligrosos y pueden afectar seriamente a los habitantes de los barrios o la ciudad, sino que atenta contra su natural estado salvaje, o primitivo que se los pretenda “aptos”. Estos pueden parecer “domésticos”, pero cualquier experto puede afirmar seriamente que no son tales, y que a cada momento su instinto animal aparecerá y puede perjudicar súbitamente a cualquiera. Como es evidente.
¡No tenga este tipo de animales a su casa! ¡Déjelos en su hábitat!

* Coordinador del Movimiento de Sacerdotes en Opción por los Pobres.