Viñas y la violencia oligárquica

 Ricardo Piglia
De"La Argentina en pedazos" Ed. de la Flor 1993

La violencia oligárquica. Uno de los ejes de la obra de Viñas es la indagación sobre las formas de la violencia oligárquica. Se distancia así de una tradición literaria que tiende a estetizar la decadencia de las clases altas y que ha encontrado en las novelas argentinas de Mujica Láinez su versión mas refinada. Viñas trabaja sobre todo la dominación oligárquica, la persistencia de esa dominación y sus múltiples manifestaciones en distintos planos de la historia nacional. ¿Cómo se ha ejercido ese poder? ¿Sobre quiénes? ¿Con qué sistemas de justificación? Esas son algunas de las preguntas básicas que su escritura plantea y debate desde diferentes ópticas.


Un solo texto. En esta perspectiva podría decirse que todos los libros de David Viñas se pueden leer como un gran texto único: una amplia saga balzaciana en la que distintos géneros y registros de escritura (novela, teatro, cuento) se transforman en investigación de los momentos clave en los que esa violencia y esa dominación se cristalizan. Acontecimientos políticos, figuras representativas, tradiciones ideológicas, discursos culturales: no importa tanto el material que se utilice sino el tratamiento a que Viñas lo somete para iluminar críticamente el tejido oculto de relaciones que los articula y les da sentido. De hecho, ese gran texto único se podría organizar cronológicamente en una especie de historia imaginaria del poder en la Argentina desde el fusilamiento de Dorrego (en su obra de teatro Los fusilamientos de Dorrego) hasta la dictadura de Videla (en su novela Cuerpo a cuerpo) pasando por el asesinato de Urquiza, la semana trágica, el peronismo o el suicidio de Lisandro de la Torre. Pero también se puede leer ese texto como un mosaico en el que se entreveran los temas y las formas siguiendo un eje central definido por la tensión entre la violencia oligárquica y la imaginación liberal que acompaña esa opresión y la disfraza.

Una cita. El mismo Viñas sintetiza con sagacidad ese núcleo al referirse en su último libro (Indios, ejército y frontera) a la tradición represiva de las clases dominantes en la Argentina. "Coerción que se ha distinguido no sólo por ponerse en la superficie en los momentos de crisis del sistema, sino por su peculiar capacidad silenciadora para negar la violencia que subyace a la instauración del estado liberal, y por su ejercicio de la censura ante tos problemas vinculados a sus propios orígenes. Como si el estado liberal argentino presintiese que los planteos sobre la génesis de su poder pusieran en cuestionamiento ese mismo privilegio".

Las víctimas. La tensión entre el ejercicio de la violencia y las representaciones que la conciencia liberal se ha construído de esa historia sangrienta es, entonces, uno de los puntos centrales de la escritura de Viñas. La historia de la dominación oligárquica suponía el desciframiento de sus formas correlativas de censura y de encubrimiento, pero también la reconstrucción de la historia de aquéllos sobre quienes esa violencia se ejercía: los indios, los gauchos, los inmigrantes, los obreros. En el revés, la obra de Viñas es tambien la historia de las víctimas.

La tierra sin dueños. Varios de estos rasgos básicos están concentrados en la secuencia casi cinematográfica con la que Viñas abre su mejor novela: Los dueños de la tierra. Esa secuencia puede ser leída como una versión en miniatura de su obra. Por un lado se ficcionaliza un momento histórico clave (la campaña al desierto) pero tomando un hecho marginal, representativo de un espectro mayor. La operación militar planificada se ha convertido en una cacería, pero el sentido general se mantiene: se trata de aniquilar a los indios y ocupar sus tierras. "Que toda esa tierra quedara limpia, bien lista para empezar a trabajar". Se podría decir que se ficcionaliza una interpretación histórica más que el acontecimiento histórico propiamente dicho. El relato que abre la novela subraya la conexión entre la matanza de indios y el fusilamiento de los obreros en huelga que será su tema central.

Un protagonista. Por otro lado, toda la secuencia está centrada en Brun, personaje que cifra al integrante de una poderosa familia de estancieros: los Braun Menéndez. Movimiento clásico de Ia literatura de Viñas que ha sabido condensar en ciertos individuos rasgos múltiples de una situación histórica o de una trama ideológica. Toda la escena transcurre, podría decirse, a espaldas de Brun y el texto dramatiza antes que nada la posición ambigua de ese hombre que es el verdadero responsable de los hechos pero que no participa directamente, que está presente pero se mantiene aparte en el momento de la represión. Entre las víctimas y los verdugos, Viñas ha colocado siempre a un intermediario en el que se concentra la tensión dramática. "Matar era fácil", dice la primera frase de la novela. "Pero no así, no", reflexiona Brun. Esa vacilación, esa duda respecto de los métodos hace de Brun una especie de doble oligárquico de Vicente Vera, el juez radical, protagonista de la novela, que está entre el ejército y los estancieros y los obreros fusilados.

Cuerpo a cuerpo. El tratamiento del cuerpo de las víctimas es otro elemento fundamental en la descripción de las formas de la violencia que está presente en este relato. La muerte se sexualiza ("Porque matar era como violar a alguien"); la dominación se marca en la carne. La referencia a la castración que cierra La escena es el límite en la apropiación del cuerpo del otro que realiza el opresor. Los dueños de la tierra son también dueños de los cuerpos. El primer paso en esa línea es animalizar al enemigo. Garrotear lobos, cazar patos, matar indios: en la conciencia de Brun se trata de operaciones simétricas. Los indios mueren "como animales". Y éste es un punto clave en la representación de la violencia oligárquica: antes de ser aniquilado, el enemigo debe ser despojado de sus cualidades humanas. Y la trama de esa ideología que Viñas ha descifrado a lo largo de su obra es una constante que ha reaparecido en distintos momentos de la historia argentina.