El 27 de julio de 1976: en Jujuy se produce “la noche del apagón”

Por Daniel Chiarenza
Publicado el 27 de julio de 2011

"Sol de Noche-La historia de Olga y Luis" es un excelente documental dirigido por Pablo Milstein y Norberto Ludin, con la producción de Eduardo Aliverti. Relata detalladamente la denominada popularmente Noche del Apagón, en la que vivieron momentos de terror, entre otros, el médico Luis Arédez y su esposa Olga Márquez.

El 27 de julio de 1976 la ciudad de Libertador General San Martín y el pueblo de Calilegua fueron sitiados por la policía de la provincia de Jujuy, la policía federal, el ejército y la gendarmería nacional. A las 22 horas se produjo en las dos localidades un apagón total (menos en la planta fabril de la empresa Ledesma). Gracias a la intencional oscuridad, en vehículos de Ledesma las fuerzas represivas secuestraron a 400 personas: obreros, estudiantes, amas de casa.

Fueron llevados a centros clandestinos de detención, en los galpones de mantenimiento del ingenio Ledesma, donde permanecieron días y meses atados y encapuchados, para finalmente ser trasladados a la gendarmería nacional o bien a la central de policía de Jujuy en San Salvador. Los detenidos eran recibidos por el comisario E. Haig. Recordado en Jujuy como uno de los más grandes asesinos del NOA. Tenía la potestad de definir quién vivía y quién moría.


Falsos policias (actuando impunemente con las camionetas de Ledesma). Brigada de Investigaciones de la policía de Jujuy.


Los sobrevivientes de las torturas eran destinados al penal de Gorriti y de ahí al campo de concentración de la localidad de Guerrero, actual escuela de policía de Jujuy. El centro de horror de Guerrero era habitualmente visitado por el obispo José Miguel Medina, quien –ya en tiempos “democráticos”- fue ascendido a vicario castrense de las fuerzas armadas.

El doctor Arédez viajó desde Tucumán –lógicamente con su esposa Olga- a trabajar como pediatra en el ingenio Ledesma. Las secuelas de la superexplotación hacían mella en los niños, atacados en los veranos por mortales diarreas. Luis al año fue despedido por proporcionarles a sus pacientes "demasiados" medicamentos. Pero Arédez se quedó trabajando en la provincia, donde el afecto de la gente no lo dejó ir.


Olga Márquez de Arédez.


En 1973 lo eligen intendente municipal de Libertador General San Martín, y entre las medidas que tomó hay una que lo sentenció a muerte: cobrarle, por primera vez, impuestos al ingenio Ledesma.


Dr. Luis Arédez.


El 24 de marzo de 1976 es secuestrado en un vehículo del ingenio y lo tienen por un mes desaparecido. Pero en 1977 lo hacen desaparecer definitivamente.

Histórico escrache al ingenio Ledesma.

Desde entonces y hasta su muerte en 2005, su esposa Olga marchó en la plaza del pueblo con otras "Madres de Detenidos y Desaparecidos del departamento de Ledesma-Jujuy", y cuando el reclamo parecía agotado siguió marchando sola. Una gran marcha se realizaba todos los 27 de julio de años subsiguientes, recorriendo los pueblos afectados, organizada por sus cuatro hijos. Se demuestra, entonces, la complicidad total del ingenio con las fuerzas represivas, o mejor dicho: las fuerzas represivas como brazo armado del capitalismo. Un testimonio del que fuera jefe de personal cuenta cómo se torturaba dentro de la empresa, donde la gendarmería tenía un destacamento.

La familia Blaquier –dueña del ingenio- amasó su fortuna (500 millones de dólares) con sangre proveniente de la explotación más despiadada a los trabajadores. Este capitalismo salvaje también comprometió la salud de todo un pueblo el bagazo – desperdicio de la caña- es sumamente nocivo. Inclusive fue la causa de la muerte de Olga, enferma de bagazosis. La iglesia también se solidarizó con los explotadores. Un detalle “exquisito”, hasta dulce, Nelly Arrieta de Blaquier es la presidenta de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes.

Pensar que la “Noche del apagón” fue uno de los tantos casos emblemáticos del “Proceso” que pretendió quedar encubierto bajo el paraguas de la obediencia debida. No contaron nunca que íbamos a tener un presidente de coraje llamado Néstor Kirchner, que envió al Congreso el proyecto para anular las leyes de punto final y obediencia debida, por lo que próximamente se iniciará la etapa de juzgar a los culpables de delitos de lesa humanidad entre los civiles.