¿Financian la Iglesia Católica y el Banco de Santander a la disidente cubana Yoani Sánchez?
Armando B. Ginés [x]
Yoani Sánchez, la célebre bloguera cubana que viaja por el mundo opulento gritando a diestra, que no siniestra, pestes e invectivas venenosas contra su propio país, acaba de lanzar, si damos pábulo a la propaganda vertida por los principales medios de comunicación occidentales, el primer periódico digital independiente en Cuba,14 y medio.
¿Quién o quiénes se sitúan a la sombra de su proyecto? En el rotativo recién inaugurado figura como propietaria titular la empresa española CLYS Comunicación 3.0, que cuenta con un capital de 3.000 euros y se dedica, según consta en el Registro Mercantil, a la edición de libros, revistas y otros productos de similar naturaleza en cualquier soporte de comunicación.
Poco nos dice el anagrama CLYS hasta reparar en el nombre y apellidos de su administrador único, Rafael Mira Prieto-Moreno, economista formado en la elitista escuela de ICADE de la Universidad Pontificia de Comillas. Se sabe de él que ha tenido cargos en una decena de firmas distintas y que ha formado parte de la plantilla ejecutiva de McDonald´s y Coca Cola.
Los datos más llamativos vienen ahora. Es fundador de DontKnow y director de B2B Factory, una división especializada del grupo Banco de Santander. Además, mantiene una estrecha colaboración con Cáritas y ha trabajado en misiones religiosas en Perú. Retengan en la memoria ambas informaciones.
Son cofundadores de DontKnow, Leticia Soberón Mainero, psicóloga mexicana afincada en España y vice-directora de Univesitas Albertiana, Gonzalo Rodríguez Marizcurrena, ingeniero informático de nacionalidad uruguaya que estudió en Harvard y que es director de Aquanima, otra empresa perteneciente al Banco de Santander. El último miembro fundador es el estadounidense Francisco Ibáñez Díez, ingeniero industrial formado en la Universidad de Texas y en Harvard, apoderado legal de DontKnow.
Soberón estudió en la Universidad Gregoriana de Roma y en la Universidad Pontificia de Salamanca, siendo actualmente profesora de posgrado en Comunicación Institucional y Religiosa. Ha sido coordinadora general de la Red Informática de la Iglesia Católica en América Latina (RIIAL), organismo con sede en el Vaticano. DontKnow colabora habitualmente con Universitas Albertiana.
Universitaas Albertiana no ofrece certificados académicos oficiales, impartiendo cursos y seminarios sobre control de gestión, realismo existencial y teología. Su radio de acción se extiende a África, Asia y América, siendo su santo inspirador Alberto Magno, teólogo, geógrafo y filósofo de siglo XIII y maestro de Santo Tomás de Aquino. La máxima preferida de Magno se encerraba en tres palabras: observar, descubrir y clasificar.
El objetivo de RIIAL es llegar hasta los últimos (sic) y más necesitados para eliminar la brecha digital en formación e infraestructuras tecnológicas de los más pobres en relación con los estratos más altos y medios de la sociedad rica que los rodea.
Vayamos a lo más relevante, empezando por DontKnow. La firma se configura como un laboratorio de ideas multidisciplinar, think tank en inglés, en apariencia no adscrito a ninguna orientación política concreta. A través de un numeroso elenco de expertos en diversas materias toca todos los temas de la actualidad, ayudando a tomar decisiones personales a sus alumnos, preferentemente a los miembros de la elite directiva tecnocrática.
Algunas preguntas que responden los expertos son: ¿casarme si tengo dudas?, ¿aprender chino?, ¿votar siempre al mismo partido? O, por ejemplo, ¿luchar contra el cambio climático? También incluye dudas de carácter erótico y sexual. La mezcolanza de planteamientos da como resultado una panorámica muy amplia y no específica.
Eso por lo que respecta a DontKnow (no lo sé). Ahora, atendamos a la posible conexión con el Grupo Santander en la historia que nos ocupa. Antes reseñamos de Mira, administrador en solitario de la empresa dueña, al menos formalmente, del medio digital de Yoani Sánchez, 14 y medio, que era el primer responsable de B2B Factory. B2B es el brazo inversor del Santander, en términos financieros una sociedad de capital riesgo.
Rodríguez Marizcurrena, socio fundador de DontKnow, es también un ejecutivo cualificado de rango elevado del Banco Santander al ser el director de Aquanima, empresa de gestión del gasto de los clientes de la entidad bancaria presidida por Emilio Botín. Aquanima está presente en 11 países y el valor de su cartera de negocio asciende a 3.800 millones de euros anuales.
¿Todo son coincidencias fortuitas o el Banco de Santander y la Iglesia Católica están dando o prestando crédito bajo cuerda por iniciativa directa o como testaferros de terceras entidades o por personas jurídicas interpuestas o por mecanismos de ingeniería financiera poco claros o evidentes a la disidente cubana Yoani Sánchez?
Sánchez es una opositora extremadamente peculiar. Hace turismo político a cuerpo de reina por medio mundo, estimándose que le han llegado fondos opacos por no menos de 250.000 euros, cantidad que con el salario mínimo de una persona residente en la isla caribeña tardaría en reunir unos 500 años.
Se cree que ingresa un sueldo al mes de unos 10.000 dólares y que más de 50.000 de sus seguidores en Twitter son cuentas fantasmas o inactivas dadas de alta por un robot informático. Sus relaciones con la diplomacia de EE.UU. y la CIA a través de fundaciones instrumentales están acreditadas por los documentos difundidos públicamente mediante la plataforma WikiLeaks.
Yoani Sánchez, siguiendo las noticias aparecidas y divulgadas en muchos medios informativos y webs, cuenta en su agenda privada con valedores y amigos muy poderosos o de gran resonancia mediática, entre otros, Mario Vargas Llosa, Lech Walesa, Barack Obama, Esperanza Aguirre, José María Aznar, Felipe González y el diario español El País. Para ser una pobre y solitaria disidente de un espantoso “régimen comunista sin libertad alguna”, al parecer su ritmo de vida privada y profesional le ofrece variadas alternativas que no están al alcance de ningún cubano. Viajar a placer por la globalidad occidental y abrir un medio de comunicación casi de la noche a la mañana no es factible para nadie en el mundo actual, salvo que se pertenezca a la elite transnacional o te paguen los gastos como contraprestación por algún servicio no declarado a favor del capitalismo con sede en Washington, Bruselas y el Fondo Monetario Internacional.