Estado canalla


Atilio A. Boron
Pagina/12
Desde finales del siglo pasado la expresión “Estado canalla” ganó creciente aceptación en la opinión pública internacional. Impulsado por la maquinaria propagandística estadounidense, el concepto tenía por objetivo satanizar a los países hostilizados por Washington con la evidente intención de justificar las agresiones del imperio. Se incluía en esa lista a Afganistán, Corea del Norte, Cuba, Irak, Irán, Libia, Serbia-Montenegro, Sudán y Siria. En la actualidad el listado se redujo a cinco, porque gracias a las políticas de promoción de “cambios de régimen” (eufemismo para evitar decir “abierta intervención de EE.UU.”) Afganistán, Irak, Libia y Serbia-Montenegro fueron incorporados a la categoría de naciones democráticas. Sudán, a su vez, fue partido en dos y la región rica en petróleo se convirtió en Sudán del Sur; el resto sigue siendo un “Estado canalla”.
Pero las vueltas de la historia, o la “astucia de la razón” hegeliana, hicieron que hoy ese término se vuelva contra su creador. Los estigmatizados lo eran porque por su presunta violación de los derechos humanos, su apoyo al terrorismo y sus armas de destrucción masiva constituían letales amenazas a la comunidad de naciones. ¡Cuba, la mayor exportadora mundial de maestros y médicos, sigue en esa lista de la infamia hasta el día de hoy! En síntesis, eran gobiernos que violaban la legalidad internacional y, por eso mismo, la obligación de Estados Unidos y sus aliados era acabar con ese flagelo. Sin embargo fueron dos eminentes intelectuales estadounidenses, Noam Chomsky y William Blum, y un cineasta como Oliver Stone, quienes dieron vuelta como un guante el argumento de la Casa Blanca al fundamentar las razones por las cuales el principal “Estado canalla” del planeta y la mayor amenaza terrorista a la paz mundial no era otro que Estados Unidos.
El Reino Unido no le iba en zaga como “Estado canalla”, pero en los últimos tiempos hizo méritos más que suficientes para compartir el podio con su vástago del otro lado del Atlántico. La evidencia es abrumadora, y si algo faltaba a sus reiteradas manifestaciones de desprecio ante la legalidad internacional representada por las resoluciones de la Asamblea General y el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas en el caso de las Islas Malvinas (amén de otros 9 casos más, sobre un total de 16), la actitud de Londres en relación con Julian Assange despeja cualquier duda en la materia. Podría decirse que con la gestión de David Cameron el RU se convirtió en un auténtico “violador serial” de leyes y tratados internacionales. Bravuconadas como el envío del destructor Dauntless a las Malvinas empalidecen ante la denuncia del canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, afirmando que el gobierno británico transmitió a Quito una “amenaza expresa y por escrito de que podrían asaltar nuestra Embajada de Ecuador en Londres si no entregan a Julian Assange”. El Secretario de Asuntos Exteriores del RU ratificó posteriormente esa amenaza, violatoria de la Convención de Viena, que establece la inviolabilidad de las sedes diplomáticas (extensiva a la residencia de los embajadores, los automóviles de las embajadas y las valijas diplomáticas), cosa que ni siquiera dos sanguinarios dictadores como Jorge R. Videla y Augusto Pinochet se atrevieron a violar. Recuérdese que el ex presidente Héctor Cámpora estuvo refugiado en la embajada de México en Buenos Aires durante cinco años y cuando obtuvo el asilo político salió del país sin ser molestado. Londres, en cambio, aseguró que, pese a que Ecuador ya concedió el asilo a Assange, no lo dejará salir de la embajada, transgrediendo lo que explícitamente establece la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que el RU firmó pero ahora desahucia en la práctica con su desobediencia. Es que el delito cometido por Assange al hacer públicas las trapisondas y los crímenes cometidos y mantenidos en secreto por el imperio es imperdonable. En consecuencia, Estados Unidos ha movilizado sus fuerzas a nivel mundial para atraparlo, aunque sea violando todas las leyes y tratados internacionales y atropellando todas las libertades y derechos humanos, para darle el escarmiento que se merece. La prensa hegemónica de todo el mundo aplaude la “valentía de Londres”. Es que el RU es un dócil peón de la estrategia imperial, como también lo es el actual gobierno sueco y, peor aún, el de Australia, país del cual es originario Assange y que se desentendió escandalosamente del caso. Claro, en noviembre de 2011, Barack Obama anunció que enviaría una dotación de 2500 marines a una nueva base a inaugurarse en Camberra, Australia, como primer paso de una estrategia mucho más ambiciosa para contener desde ese país al “expansionismo chino”. Ante eso, ¿cómo podría el gobierno australiano preocuparse por la suerte del más famoso de sus ciudadanos?

Gran Bretaña baja un cambio

Pagina/12

Cameron llamó desde Mallorca para ordenarle a su canciller “bajar el tono” a la pelea diplomática con Ecuador, ante el temor de que las crecientes tensiones dañen las relaciones entre Londres y América latina. Mañana habla Assange.
/fotos/20120818/subnotas/na18fo01.jpg
Simpatizantes de Assange despliegan una bandera ecuatoriana frente a la embajada en Londres.
Mientras el fundador de Wikileaks prepara su primera aparición pública desde que Ecuador le concediera asilo, el primer ministro británico, David Cameron, de vacaciones en Mallorca, ordenó a su canciller “bajar el tono” a la pelea diplomática con Ecuador, ante el temor de que las crecientes tensiones dañen las relaciones entre Londres y América latina.
Cameron, como también su viceprimer ministro, el liberal democrático Nick Clegg, se comunicaron de inmediato con el jefe de la Cancillería (Foreign Office), William Hague, a quien le exigieron que baje el tono a la pelea. Tanto Cameron como Clegg se encuentran desde el lunes de vacaciones en España y, debido a la ausencia del primer ministro y de su vice, Hague quedó al frente del gobierno británico.
“El mensaje de ambos para Hague fue: ‘Calma esta bronca ya’”, declaró una fuente de Whitehall al periódico Daily Mail. Hague admitió haber autorizado esta semana las negociaciones diplomáticas del Foreign Office con Ecuador, incluida la polémica nota en la que Gran Bretaña hizo referencia a una oscura ley de 1987 por la cual amenazaba con suspender la inmunidad diplomática a la embajada ecuatoriana en Londres, y de esa manera poder entrar para arrestar a Assange.
Dicha legislación, que generó fuertes críticas del gobierno ecuatoriano y de expertos legales, había sido aprobada por el Parlamento británico en respuesta al asesinato de la policía inglesa Yvonne Fletcher, quien recibió un disparo desde la embajada libia en 1984, desatando una crisis diplomática entre el Reino Unido y Libia que duró años.
Por su parte, fuentes diplomáticas británicas condenaron al gobierno ecuatoriano, que consideraron “tan populista como el venezolano de Hugo Chávez”, por alabar a Assange como un “héroe” al odiar a Estados Unidos. “Hay evidencia que indica que Assange no pidió asilo en la Embajada de Ecuador por accidente. Estaba todo planeado”, indicó la fuente diplomática en Londres.
La crisis diplomática con Ecuador llega en un momento en que el gobierno británico está prácticamente acéfalo. El primer ministro y su esposa, Samantha, viajaron el lunes a Mallorca, donde arribaron tras concluir los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Por su parte, los Clegg descansan en la localidad natal de la esposa del vicepremier, en Olmedo, Valladolid, donde se casaron en 2000.
Cameron tiene previsto regresar a Londres la próxima semana, donde retomará sus compromisos laborales para después tomarse otros días de descanso, esta vez en su país. De acuerdo con fuentes allegadas al mandatario, éste quiere hacer todo lo posible para no tener que regresar antes de lo previsto a Inglaterra y hacerse cargo de la crisis por el caso Assange. Cameron tuvo que acortar de emergencia sus vacaciones de verano en 2011, luego de los disturbios, saqueos e incidentes que azotaron Londres y otras ciudades inglesas en agosto del año pasado, considerados los hechos de violencia más graves en Gran Bretaña en décadas.
Además de la ausencia de Cameron y Clegg al frente del gobierno, Ed Miliband, jefe del opositor Partido Laborista, también está de vacaciones de verano, luego de partir el lunes a Grecia, donde se quedará una semana.
Mientras tanto, Assange anunció que hará una declaración pública el domingo “en vivo” y “frente a la embajada” ecuatoriana en Londres, donde se encuentra refugiado para evitar ser extraditado a Suecia.
Si bien Wikileaks informó ayer a través de su cuenta de Twitter que Assange el domingo se dirigirá públicamente, no queda claro aún si aparecerá en persona frente al edificio. Assange lleva 59 días refugiado en una pequeña habitación “mal ventilada” de la Embajada de Ecuador en Londres, donde hay una lámpara solar y una cinta de correr, indicó hoy el diario británico The Times.
En esa habitación, según el diario, el periodista –que continúa con la pulsera electrónica como parte de los requisitos impuestos en su arresto domiciliario y tiene conexión a Internet y una cama– pasa sus horas “aburrido”.


“No saben con qué pueblo tratan”
Pagina/12

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó ayer que antes de otorgar el asilo al fundador de Wikileaks, Julian Assange, su gobierno ya sabía que el Reino Unido no iba a concederle el salvoconducto y que por tanto corría el riesgo de quedarse “indefinidamente” en la embajada ecuatoriana en Londres.
“El problema es que ellos (el gobierno británico) no van a dar el salvoconducto y el señor Julian A-ssange puede pasar indefinidamente en nuestra embajada”, señaló Correa en su primera declaración pública desde que este jueves se anunció el otorgamiento del asilo.
En una entrevista con varias emisoras locales, el presidente ecuatoriano hizo hincapié, como hizo el canciller Ricardo Patiño ayer, en que tras casi dos meses de análisis “en profundidad” se aceptó la petición de Assange, fundamentalmente debido a la posibilidad de que fuera extraditado a un tercer país donde su vida podría correr peligro.
“El factor fundamental por el que se le ha otorgado el asilo diplomático al señor Julian Assange es que no se garantizó su no extradición a un tercer país, jamás para tratar de interrumpir las investigaciones de la Justicia sueca sobre un supuesto delito, jamás”, dijo Correa. Aunque no mencionó a EE.UU. en esa frase, sí dijo más adelante que se analizó “el contexto jurídico de lo que enfrentaba en Suecia, Inglaterra y potencialmente en EE.UU”.
Assange se encuentra en la Embajada de Ecuador en Londres desde el 19 de junio pasado, cuando se refugió tras haber agotado todas las instancias legales para evitar su extradición a Suecia y estando entonces en arresto domiciliario.
Correa aseguró que “nadie, nunca” ha negado que se investigue a Assange por los supuestos delitos sexuales que se le atribuyen en Suecia y apuntó que el propio fundador de Wikileaks se ha manifestado dispuesto a responder a las indagaciones. Asimismo, recordó que el gobierno de Ecuador puso a disposición de las autoridades suecas la embajada en Londres para que el fiscal interrogase al periodista australiano, pero se negaron.
En cuanto al documento necesario para que Assange, responsable de la divulgación de miles de documentos oficiales secretos, principalmente de Estados Unidos, pueda salir del Reino Unido, subrayó: “Ya sabíamos que no iba a haber salvoconducto”.
Correa explicó que de acuerdo con el derecho latinoamericano, una vez que se da el asilo diplomático, el país donde se encuentra la embajada “tiene que dar obligatoriamente el salvoconducto, pero en Europa no es así, al menos en el Reino Unido,” señaló.
Correa criticó el comunicado del Reino Unido que amenaza con tomar la embajada ecuatoriana. “Creo que ahí se equivocaron del medio a la mitad. No saben con qué gobierno, con qué pueblo están tratando”, dijo Correa.