Naranja y cola Bilz
Por Mario Minervino
para La Nueva
publicado el 18 de noviembre de 2018
Se trata de la histórica fábrica Maraffio y Klement, instalada en ese sitio en 1900 y que funcionó hasta 1974, elaboradora de la mítica gaseosa Bilz.
Yrigoyen 541, mano derecha según el sentido de circulación de la calle. Un cerco de obra cubre un frente de más de 30 metros, dando cuenta de una inminente demolición para dar lugar a una torre en altura.
Se trata de tres terrenos unificados, en uno de los cuales se ubicaba la histórica fábrica Maraffio y Klement, instalada en ese sitio en 1900 y que funcionó hasta 1974, elaboradora de la mítica gaseosa Bilz.
En el lugar sobrevive la histórica fachada de la fábrica, con la firma, en el revoque simil piedra, de su proyectista, el arquitecto alemán José Baüerle, el mismo que diseñó el teatro Don Bosco (Rondeau 74) o la casona donde viviera el gerente del ferrocarril Buenos Aires al Pacíficio, William Harding Green (Almafuerte y Patricios).
para La Nueva
publicado el 18 de noviembre de 2018
Se trata de la histórica fábrica Maraffio y Klement, instalada en ese sitio en 1900 y que funcionó hasta 1974, elaboradora de la mítica gaseosa Bilz.
Yrigoyen 541, mano derecha según el sentido de circulación de la calle. Un cerco de obra cubre un frente de más de 30 metros, dando cuenta de una inminente demolición para dar lugar a una torre en altura.
Se trata de tres terrenos unificados, en uno de los cuales se ubicaba la histórica fábrica Maraffio y Klement, instalada en ese sitio en 1900 y que funcionó hasta 1974, elaboradora de la mítica gaseosa Bilz.
En el lugar sobrevive la histórica fachada de la fábrica, con la firma, en el revoque simil piedra, de su proyectista, el arquitecto alemán José Baüerle, el mismo que diseñó el teatro Don Bosco (Rondeau 74) o la casona donde viviera el gerente del ferrocarril Buenos Aires al Pacíficio, William Harding Green (Almafuerte y Patricios).
Caerá en pocos días uno de los frentes más antiguos de la ciudad, cuyo primer ladrillo fue puesto a fines del siglo XIX y que dejará de estar con los primeros años del siglo XXI.
Lo que sigue es parte de la historia de ese lugar.
Cervezas, sodas y barras
Antonio Maraffio y Francisco Klement comenzaron a trabajar en el rubro bebidas en 1889, cuando adquirieron la histórica cervecería San Martín, con instalaciones en General Paz y Dorrego y que pronto se trasladó a sus modernas instalaciones de San Martín y Brandsen.
Con materia prima importada de Europa, la firma envasaba, en botellas de vidrio, las cervezas San Martín, La Negra, Sencilla y Brillant.
Lo que sigue es parte de la historia de ese lugar.
Cervezas, sodas y barras
Antonio Maraffio y Francisco Klement comenzaron a trabajar en el rubro bebidas en 1889, cuando adquirieron la histórica cervecería San Martín, con instalaciones en General Paz y Dorrego y que pronto se trasladó a sus modernas instalaciones de San Martín y Brandsen.
Con materia prima importada de Europa, la firma envasaba, en botellas de vidrio, las cervezas San Martín, La Negra, Sencilla y Brillant.
La producción de 400 mil litros anuales y poseer una máquina de filtro sistema Eusing eran claros signos de la importancia y modernidad de la planta. Además de cerveza, elaboraba vermouth, bitter, anisado, licores y soda en sifones.
Propio de la época, también producía hielo en barras. Dos chatas tiradas por caballos conformaban el sistema de reparto.
La Bilz, de jarabe a gaseosa
A principios del siglo XX, Maraffio vendió la cervecería y se instaló en Yrigoyen (por entonces la calle se llamaba Buenos Aires) 541, concentrado en la elaboración de soda, refrescos, hielo y gaseosas.
Esta última bebida una verdadera revolución en el consumo, en sus marcas Indian Tonic y naranja Bilz, pionera si las hubo, en el rubro.
Bilz nació en Alemania, como una suerte de tónico digestivo medicinal (sin gas), creado en 1905 por Friedrich Bilz.
Su llegada a la Argentina fue a través de Maraffio y Klement, que recibían el jarabe en toneles de madera.
En el subsuelo de la fábrica hacían el proceso químico y, una vez convertido en gaseosa, la envasaban y colocaban en cajones.
En la década del 60 el mercado de las gaseosas recibió fuertes competidores, marcas líderes que barrieron con todo.
Maraffio dejó de producir Bilz y se dedicó a elaborar soda, con la sigla MK64.
Convencido de haber cumplido un ciclo, el 20 de febrero de 1974 cerró las puertas de la fábrica.
Reacondicionado el lugar, alojó oficinas, al frente, y cocheras. A fines de 2017 también se cerró esa etapa. Ahora caerán las últimas paredes.
El sonido de los cascos de los caballos, la máquina lavadora de botellas, el grueso vidrio de los sifones, el sabor de la naranja Bilz, todo seguirá siendo parte de esa historia.
*Agradecimiento: a Ricardo Maraffio, tercera generación, apasionado por esta historia, cuidador de documentos invalorables.